ÉXITO O FRACASO

 

ÉXITO O FRACASO

 

 

Los únicos seres sobre el planeta que están preocupados por el éxito o el fracaso somos los Seres Humanos. Y fundamentalmente eso ha sido aprendido. Ningún otro ser sobre la Tierra le importa el éxito o el fracaso, que a su vez está vinculado al ¿qué dirán? Y en esa eterna búsqueda de alguna de esas dos palabras, nos olvidamos de lo simple que es vivir.

 

Desde el origen del tiempo, hemos diferenciado nuestros intentos.  Hemos luchado en la búsqueda de alguna de esos dos estados. Desde la mitología cristiana nos venden la idea del pecado, el cual sucede cuando sucumbimos a comer una manzana. O en otras culturas, se nos habla de la iluminación, y las batallas que hay que librar para alcanzarla, derrotando a los demonios emocionales que nos consumen y afectan. Nuestra sociedad habla de los ganadores y perdedores, pero por supuesto, esa es una imagen que se vende para alimentar el mercadeo y aumentar el consumismo.  Inclusive, ahora hablamos de propósito, ¿pero acaso nuestro único propósito no es vivir? Es decir, venimos a realizar una misión, y si no la cumplimos entonces ¿estamos fracasando? ¿A que venimos?

 

Quizá nos convendría más bien disfrutar las cosas tal como aparecen, y dejarnos llevar por la corriente de la vida.  Admirar la belleza del proceso desde el nacimiento a la muerte, e integrarse a esa vivencia disfrutando la experiencia. Una flor simplemente se abre para mostrar su belleza, y no está pendiente de nada más; cuando termina su ciclo marchita y muere, para volver a alimentar con sus pétalos mustios la tierra de donde proviene, y generar de nuevo vida en un ciclo interminable de aparecer y desaparecer.  Un animal simplemente nace y con sus posibilidades disfruta su vida, vive en el agua, se arrastra por el piso, vuela, come carroña, corre, se esconde, caza, se reproduce, envejece y muere, volviendo a la tierra o al agua de donde salió.  Y se mantiene ese ciclo infinito de la vida y muerte, de la transformación continua y constante, del cambio sin fin.  

 

Quizás de tanto querer buscarle explicación a las cosas, se nos va la vida entre las manos.  La vida es maravillosa, no tiene mayor explicación. Simplemente existimos, sin mayores inconvenientes. Existimos para Ser. Cada uno de nosotros es parte importante del Universo, de hecho, si no fuese así, el Universo no seria igual. Y el Universo tiene su rumbo, su camino, su propio sentido.  Y dentro de ese movimiento, nosotros asumimos nuestra cuota de participación. Nos toca fluir en la corriente de la vida. Dejemos que esa Inteligencia Infinita que ha existido desde el principio de los tiempos nos guíe.

«La gente que me gusta»

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

 

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme.
La gente que tiene tacto.

 

Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.

A estos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor.

La gente que nunca deja de ser aniñada.

Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

La gente que lucha contra adversidades.

Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.

Mario Benedetti

Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia nació el 14 de septiembre de 1920, en Paso de los Toros, Uruguay.
Miembro de la Generación del 45′ publicó más de ochenta obras, algunas de ellos traducidas a más de 20 idiomas.

Murió en Montevideo, Uruguay, el 17 de mayo de 2009 

Don Mario Benedetti fue un genio que dejo entre nosotros muchas enseñanzas a través de sus obras y su maravillosa poesía.  Leerlo siempre es un placer. 

 

LA FABRICA DE SUEÑOS

 

Todos tenemos sueños. Grandes o pequeños. Posibles o imposibles. Que podemos confesar o que preferimos guardar. Pero esos sueños a veces funcionan como una brújula y nos guían por el camino de la Estrella Polar. Antes los navegantes elevaban su mirada al cielo en busca de esa estrella, y con ayuda de ella se orientaban en sus incansables viajes.

 

Esa estrella, grande o pequeña, que ilumina nuestro camino es un sueño. Un sueño que hace que este viaje tenga un sentido. Un propósito, una misión, un objetivo. Y en función de él vamos organizando nuestra vida, hasta llevarlo a cabo. Pero como dice el cuento, todo sueño implica trabajo, perseverancia, estudio, prueba y error, y así vamos construyendo lo que deseamos, lo que queremos.  Alcanzar esos sueños significa desapegarnos de creencias y juicios limitantes que impiden obtener lo que queremos.  Conseguir un sueño es un camino de valientes dispuesto a enfrentar sus temores y a disfrutar la experiencia de la vida.

 

La fábrica de sueños – Autora: Liana Castello.

 

Hace muchos, muchos años, existió un hombre muy bueno que soñaba con cumplir sueños ajenos. Desde pequeño, los sueños habían sido muy importantes para él. A medida que fue creciendo, se dio cuenta que a muchas personas les era dificultoso hacer realidad lo que soñaban y, lo que era peor, a muchos otros, les era imposible soñar. 

Y entonces, soñó la manera de ayudar a la gente a concretar sus sueños, y como lo soñó con todo el corazón, lo hizo realidad. Con todos sus ahorros, construyó así la primera (y única) “Fábrica de sueños”. Muchos dijeron que estaba loco, otros tanto no y lo ayudaron a cumplir su meta.

Trabajaron muy duro y construyeron un edificio con muchas oficinas. La fábrica tenía diferentes dependencias: “Sueños de grandeza”, “Sueños de gloria”, “Sueños sencillos”, “Sueños de amor” y en el último piso y atendida por su dueño, estaba la oficina de los “Sueños Imposibles”.

A esta última costaba un poco llegar, pero se llegaba siempre porque para Mario, su dueño, no había ningún sueño que no se pudiera hacer realidad.

Luego de mucho trabajo, muchas críticas y algunos elogios, la fábrica se inauguró. Como de sueños se trataba y de esos que se sueñan despiertos, cada persona que entraba veía a la fábrica de diferente manera.

A quienes tenían sueños de grandeza, la fábrica les parecía el edificio más imponente que hubiesen visto jamás. Por el contrario, los que soñaban una vida simple, veían en ella sólo una simple construcción, cálida y agradable.

Dicen que quienes soñaban con ser artistas, podían escuchar, al entrar, música que nadie tocaba y aplausos que nadie brindaba.

Los que soñaban con un gran amor, aseguraban haber sido atendidos por un angelito que los guiaba con una flecha a su destino tan ansiado. Y como siempre se dijo que “soñar no cuesta nada”, Mario jamás cobró por sus servicios.

La fábrica trabajaba día y noche buscando amores correspondidos, teatros a sala llena con público que aplaudiera de pie, o logrando –simplemente- un helado de siete sabores. Pero, sin dudas, su mayor esfuerzo era enseñarles a las personas que para los sueños, también hay que trabajar y luchar.

Esta era la parte más difícil del trabajo de Mario. La gente llegaba a su fábrica creyendo que, con sólo expresar en voz alta su deseo, el mismo ya podría ser cumplido.

– “A un sueño, hay que ayudarlo” –decía siempre Mario– “hay que trabajar para lograr lo que uno desea y a veces mucho” -agregaba a sus sorprendidos clientes.

Muchos no lo entendían y se retiraban de la fábrica enojados y desilusionados. Por el contrario, quienes sí entendían de qué se trataba, trabajaban duramente por lograr su cometido.

Y así era que podía verse en cada oficina, personas estudiando mucho, entrenando, ensayando, reflexionando sobre sus defectos para poder hacer felices a otros. Magos que aprendían trucos sin trucos, payasos que ensayaban rutinas insólitas por lograr la risa más sonora que se hubiese escuchado jamás.

También había cocineros probando sabores nuevos, recetas locas, combinaciones exóticas, todo por lograr el plato ideal, la comida más rica jamás preparada. Había muchos escritores que borraban, volvían a escribir, hacían bollitos de papel y todo en busca de su tan ansiado libro y otros, que soñaban con salvar el planeta que iban recolectando y reciclando todos los residuos que las fábricas generaban.

Fueron tiempos felices, donde la mayoría de la gente empezó a entender que un sueño no sólo se sueña, se construye, se defiende, se sostiene y luego se logra.

Dicen, quienes recuerdan aquellos tiempos, que mientras la fábrica estuvo abierta hubo menos robos y los noticieros daban más noticias buenas que de las otras. También aseguran que la gente enfermaba menos y entonces, médicos y enfermeras usaban el tiempo libre que tenían en concretar sus propios sueños.

Los ahorros de Mario se iban acabando, mucho había invertido y nada ganaba, sin embargo él no pensaba en eso y seguía adelante.

– “Deberíamos empezar a cobrar ¿no le parece Mario?” –preguntaba, Tomás fiel colaborador.

 

– “De ninguna manera ¡Cobrar por ayudar a cumplir un sueño! ¡Ni soñando!”

 

– “Las reservas se acaban, yo sé lo que le digo.” –insistió el joven.

 

Sin embargo, Mario hizo oídos sordos a lo que decía su colaborador. Era consciente que ya casi no había dinero para sostener la fábrica en marcha, pero su deseo de seguir ayudando pudo más.

Tomás trataba de ajustar lo más que podía el presupuesto, pero sabía que tarde o temprano, en realidad, más temprano que tarde, el dinero se acabaría por completo.

– “¿Has visto Tomás? Esa joven ha encontrado el amor.” -comentó entusiasmado, un día Mario.

 

– “No queda plata en el banco” –dijo el joven.

 

– “A propósito, se ha recibido de doctor Don Julio, a los setenta años.”

 

– “Me alegra señor.” –respondió el joven.

 

– “Pues sonríe entonces ¿dónde está tu alegría?”

 

– “No hay dinero señor, no lo hay ¿cómo podremos seguir?”

 

Mario no respondió. No toleraba la idea de perder la fábrica. Y llegó el día tan temido. La fábrica cerró sus puertas. Mario no fue el único que sufrió la pérdida, pero si fue el que más lo hizo. Sentado en lo puerta del gran edificio ya vacío, pensaba en que no había hecho las cosas bien y se culpaba por no haber escuchado a Tomás.

Comenzó a invadirlo una gran sensación de fracaso. Al día siguiente de cerrar la fábrica, Tomás volvió a ella, sabiendo que encontraría a Mario, como siempre, como todos los días.

Se sentó a su lado, en el umbral de la puerta. Mario no apartaba la mirada del suelo.

– “He fracasado” –dijo Mario sin mirar al joven.

 

– “Ya lo veremos” –respondió Tomás.

 

Mario no entendió las palabras de su amigo, pero no tardaría en hacerlo.

Con el tiempo comenzó a darse cuenta que la mayoría de las personas habían aprendido que soñar era mucho más que desear algo. Vio que el fruto de su esfuerzo se reflejaba en niños sanos, amores correspondidos, aplausos sentidos y gente feliz.

Se dio cuenta que, a pesar de que la fábrica hubiese tenido que cerrar sus puertas, la gente no sólo no había dejado de soñar, sino que trabajaba con ahínco por lograr sus metas.

No había sido en vano, no había soñado un sueño imposible. Había abierto en cada persona una puerta que ya no podría volver a cerrarse.

Y entonces fue feliz, aún más de lo que había sido siempre.

Fin.

 

Conclusión:

Este maravilloso cuento de la autora argentina Liana Castello, nos habla de la perseverancia y el esfuerzo necesario para alcanzar los sueños.  Los sueños no se realizan solos. Es necesario trabajar mucho en uno mismo, para llevarlos adelante. Cambiar la forma de pensar, y muy probablemente de ver el mundo. Eso nos dará el poder de acercarnos cada vez más a lo que queremos.

 

¿Cuál es tu sueño más importante en este momento?

 

Si quieres puedes dejarnos tu comentario, para saber un poco más de ti.

 

 

Siempre es posible tener una conversación con un Coach, que nos permita ver una mirada diferente de lo que nos sucede. Eso nos puede llevar a descubrir inmensas posibilidades que no vislumbrábamos al principio. En Coaching Digital, estamos para apoyarte en tu crecimiento y desarrollo personal, para generar los cambios que necesitas y agregarle valor a tu vida,  ayudándote a alcanzar tu máximo potencial. Hacemos consultas en forma presencial o en línea. Nos adaptamos a tus horarios, para trabajar el tema que te interese.  Contáctanos vía correo a fdelisau@gmail.com, o por mi celular 0424-3306767. Puedes escucharnos, los martes de 9:00 am a 10 am, por Radio Capital 710 AM (www.radiocapital710.com).  También puedes seguir mis cuentas de Instagram @sincrosinergia y @coach.digital.vzla o revisar los blog:

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NO CULPES A NADIE

 

Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías en tu vida. Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.

 

Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tú siempre has de ganar.

 

No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.

 

No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente.

 

Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, y tus problemas sin eliminarlos morirán.

 

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque tú mismo eres tu destino.

 

Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.

 

 

PABLO NERUDA

(Poeta y Político Chileno, 1904-1973)

 

No se puede leer una sola vez. Cada vez que lo leo, le entrega más valor a mi Alma. Es difícil añadir algo a un poema tan profundo sobre el sentido de la culpa. Me quedo con este maravilloso final: “…la suerte es: el pretexto de los fracasados.”

Generando Cambios Efectivos

¿Cómo generar cambios efectivos?

 

Para generar cambios efectivos es necesario entender que dichos cambios no serán tales, a menos que se modifiquen nuestros juicios o creencias.

 

Los juicios, creencias, condicionamientos, prejuicios, opiniones, etc., son consideraciones que limitan o empoderan nuestras acciones. Son parte del sistema de pensamiento sobre el que se sustentan nuestras acciones. Cada acción que realizamos pasa por el tamiz de nuestras creencias, y ello genera una ética muy particular, en donde se generan condiciones o decisiones determinadas, que determina lo que es bueno o malo de acuerdo con nuestro Sistema de Creencias.

 

Ética y Sistema de Creencias

 

Ahora, esa ética muy particular, no necesariamente concuerda con la ética generalmente aceptada. A veces nos convertimos en jueces, otras en victimas, o victimarios, de acuerdo con el papel que estemos ejecutando; así será nuestra forma de entender el mundo.  Se irá ajustando a las condiciones que estemos viviendo, siempre, eso sí, con una “intención positiva”.

 

Lo importante es que desde el punto de vista ético del individuo, él tiene una “intención positiva” cualquiera que esta sea, a pesar que desde el punto de vista general, esta intención no se entienda como positiva.

 

Quiebres, Inquietudes

 

Es por eso que, cuando enfrentamos situaciones de pérdida o conflictos, comienza a cuestionarse el sistema de creencias o de pensamiento.  Y es ese momento, el más oportuno para hacerse cargo de los quiebres o inquietudes que se estén presentando, como resultado de los conflictos que están apareciendo.

 

Las respuestas deben ser conseguidas desde adentro; siempre están allí. Y ellas las conseguimos a través del ejercicio de la mayéutica: ¿Qué es lo que estamos haciendo mal? ¿Qué estamos interpretando de forma inapropiada? ¿Qué podemos hacer para cambiar nuestra forma de ver las cosas? ¿Cómo podemos verla de manera adecuada? ¿Cómo podemos mejorar los resultados que estamos obteniendo? ¿Qué debo cambiar?

 

Nuevas Posibilidades

 

Entonces aparece el aprendizaje. Puede ser un aprendizaje sencillo, que sería fundamentalmente un cambio en la forma o la técnica, en lo que estamos haciendo. O puede ser un Aprendizaje Transformacional que cambie no solo la manera de hacer las cosas sino también la forma como vemos al mundo.  Entonces a partir de esos aprendizajes transformacionales se genera un nuevo Observador más pleno de posibilidades.

 

A veces simplemente no cuestionamos las cosas que hacemos, porque tenemos mucho tiempo haciéndolas de la misma manera, y lo hemos hecho así, desde que tenemos memoria. Pero qué tal si somos capaces de cuestionar lo que hacemos y buscamos la forma de cambiar, simplemente cuestionando lo que aprendimos en algún momento del pasado.

 

Hagamos la prueba, y veremos que hay muchas situaciones que comienzan a cambiar de forma.  Hay creencias que están tan profundamente arraigadas en nuestro interior, que somos incapaces de cuestionarlas, fundamentalmente porque ignoramos que están allí; no sabemos que existen. Cuando somos capaces de profundizar, e inclusive de hacer una detallada revisión de nuestra vida, y de aquellos quiebres que han sido importantes para nosotros, no por la forma como se resolvieron, sino por las huellas que dejaron, entonces tenemos la oportunidad de cambiar.

 

Lo que a veces vemos como imposible de cambiar o resolver, simplemente son situaciones que nos enfrentan a nuestras creencias. Esas creencias son orientaciones que no queremos discutir, porque al hacerlo nos enfrenta y nos hace sentir mal con nosotros mismos, cuando cuestionamos aquellas ideas que atesoramos como grandes certezas.

 

Vamos a Empoderarnos

 

Cuando entendamos que las verdades que vemos son relativas, y que no existen verdades absolutas en nuestra vida, entonces seremos capaces de cuestionar aquello que creemos que es verdad y transformarlo en una posibilidad más amplia. Podemos decir, que estamos ampliamos nuestra zona de confort. Aprovechemos esta oportunidad para empoderarnos con nuevas posibilidades.

 

Algo que podemos hacer rápidamente, es tener una conversación con un Coach, que nos permita ver una mirada diferente de lo que nos sucede. Eso nos puede llevar a descubrir inmensas posibilidades que no vislumbrábamos al principio. En Coaching Digital, estamos para apoyarte en tu crecimiento y desarrollo personal, para generar los cambios que necesitas y agregarle valor a tu vida,  ayudándote a alcanzar tu máximo potencial. Hacemos consultas en forma presencial o en línea. Nos adaptamos a tus horarios, para trabajar el tema que te interese.  Contáctanos vía correo a fdelisau@gmail.com, o por mi celular 0424-3306767. Puedes escucharnos, los martes de 9:00 am a 10 am, por Radio Capital 710 AM (www.radiocapital710.com).  También puedes seguir mis cuentas de Instagram @sincrosinergia y @coach.digital.vzla o revisar los blog:

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La importancia de la Educación Financiera.

 

No se ha valorado suficientemente la importancia de la Educación Financiera en estos nuevos tiempos. Con la cantidad de emprendimientos que se están iniciando, y la serie de oportunidades que aparecen constantemente gracias a las ventajas de las nuevas tecnologías de información digital, la Educación Financiera debería ser una materia fundamental en la educación básica.

 

Además de una formación elemental en matemáticas, como parte del programa, deberían estar incluidas las matemáticas financieras como materia importante. Las mismas le permitirían al estudiante tener una buena idea de qué significan y representan los distintos estados financieros contables. Entender: qué es un Activo, un Pasivo, qué significa el Capital aportado a la empresa. Además, es esencial que puedan hacer cálculos básicos de costos, precios de venta, puntos de equilibrio, manejo de tasas de interés simples y compuestas, etc.  En una segunda parte, más avanzada, con una breve introducción a las Finanzas, deberían incluirse además de los conceptos básicos, una breve introducción a los Indicadores financieros más importantes y los elementos fundamentales de valoración de proyectos como tasas internas de retorno (TIR) y Valores Presentes Netos (NPV).  Esto puede darse sin problemas a nivel de los últimos años de educación secundaria, antes de iniciar una carrera técnica o universitaria.

 

Desarrollar profesionales de todas las áreas con conciencia en finanzas es primordial, porque lograríamos tener personal preparado a pensar de forma crítica, y evitaríamos los engaños que se repiten de forma constante, a pesar de las consecuencias que hemos visto. También, tendríamos proyectos de emprendimiento de una mayor solidez financiera, con estructuras más sólidas, y con conocimiento de los esquemas de financiamiento necesarios, que podrían comparar los beneficios de su proyecto con las tasas equivalentes del mercado.

 

Ante la aparición de nuevas tecnologías financieras tipo Fintech, o de todo el tema de las criptomonedas, así como los siempre interesantes temas de inversión; la educación financiera se convierte en un baluarte para realizar las evaluaciones apropiadas y tomar las decisiones acertadas en cada caso.

 

Finanzas y Emprendedores

 

Mención aparte e importante tienen en este caso los nuevos emprendedores. Emprender es una aventura maravillosa, y como toda aventura tiene sus riesgos. Lamentablemente la tasa de fracasos de los emprendimientos es muy elevada, sobre todo en los primeros tres (3) años del mismo. Y en la mayoría de los casos tiene que ver con mala Planificación y un inadecuado manejo financiero del negocio.  Muchas veces, y lo digo por experiencia propia, el emprendedor se enamora de su propio proyecto, y no puede evaluar apropiadamente los riesgos que asume. Además, es incapaz de ver la composición de capital adecuada para el crecimiento de su empresa, así como las necesidades de financiamiento y los requerimientos de flujo de caja para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones. Esto conduce lamentablemente a elevadas tasas de fracaso o a realizar un trabajo que consume ingentes recursos físicos y financieros, generando beneficios por debajo del mercado. Definitivamente, los emprendedores necesitan las Finanzas como un elemento fundamental de su negocio para poder avanzar con éxito.

 

Debemos mencionar en nuestro caso, la importancia de aprender a pensar en términos de multimoneda, y sin lugar a dudas convertimos en expertos en el manejo de la inflación.  Asimismo, entender el significado de la reestructuración continua de los estados financieros, como consecuencia de las constantes re-expresiones tanto por conversión monetaria como por ajustes de inflación.

 

Finalmente, un pueblo educado en finanzas estaría en capacidad de exigir de sus gobernantes una mayor responsabilidad en cuanto al manejo del dinero público. Ya que, definitivamente, las consecuencias de las políticas económicas las pagamos los ciudadanos.

 

Saquen ustedes sus propias conclusiones.

 

Contacto

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Capitalismo de Estado –vs- Estado Capitalista

 

No es lo mismo decir Capitalismo de Estado que Estado Capitalista. La diferencia es muy sutil pero importante. En un Capitalismo de Estado los intereses del Gobierno se confunden con los intereses del Accionista (los cuales son los que dirigen el Estado), quien fundamentalmente busca de apoderarse de los medios de producción usando las leyes como mecanismo de control, y alcanzando así las peores practicas del Capitalismo salvaje para convertirse en dueño y señor de los mercados. No existe división de poderes y las leyes son un instrumento para controlar situaciones, no para beneficiar a la población.  Hay dos cosas que el Capitalismo de Estado elimina de inmediato: la libre competencia y la meritocracia.  No le conviene a sus intereses; no le interesa la eficacia, mucho menos la eficiencia.

 

En un Estado Capitalista, a pesar de las diferencias entre quienes tienen el Capital y quienes ofertan su trabajo, se establecen leyes que deben garantizar el libre mercado y la libre oferta de bienes y servicios. Este Capitalismo se basa en la creatividad para generar nuevas posibilidades en el mercado. Se basa en los méritos y en la capacidad de resolver problemas y ofrecer servicios. Existe un árbitro que idealmente debe ser una balanza entre las exigencias del capital y los derechos de los consumidores. El Capitalismo de Estado se basa en la fuerza para imponer sus condiciones. No le interesa el servicio ni asume responsabilidades de garantía.  El cliente es un débil jurídico ante un estado todopoderoso y dueño de los medios de producción. No existe justicia social, ya que es imposible, cuando no hay mecanismo que pueda regular el poder del estado.  El Estado Capitalista es perfectible; el Capitalismo de Estado no admite discusión.

 

En un Estado Capitalista, se establecen las reglas de funcionamiento a los actores del mercado, quienes deben responsabilizarse por cumplirlas y generar beneficios que serán devueltos en forma de impuestos, y reinvertidos en beneficio de toda la población.  En un Estado Capitalista existe transparencia y auditoria social, y es posible garantizar a través de la Libertad de Expresión la regulación de los poderes y la justa distribución de ingresos, exigiendo el cumplimiento de las obligaciones contraídas.

 

Un poco más avanzado sería un Capitalismo con enfoque social o integral (Responsabilidad social) en donde las empresas no solamente están comprometidas con cumplir sus compromisos, sino que además son capaces de transferir parte de sus ganancias en labores sociales para beneficiar a la comunidad que los atiende.

 

En un Estado Capitalista la distribución del ingreso depende del Mercado de la demanda y la oferta de Trabajo, además puede ser regulada en beneficio de los trabajadores. Existe movilidad social. Es importante el cumplimiento de las leyes, ya que eso garantiza el funcionamiento del Estado. Asimismo se trata de que exista transparencia en los movimientos de capital, y el Estado asume un rol de responsabilidad en el manejo de las políticas económicas que afectan a toda la nación.

 

En un Capitalismo de Estado solo se benefician aquellos que están cercanos a las esferas del poder o forman parte de la estructura del mismo. El Estado se desdibuja en el los distintos integrantes que tienen un solo objetivo, permanecer como sea en el poder. El Capitalismo de Estado aborrece la meritocracia y enaltece la sumisión.  Por supuesto, siempre está a la caza de un responsable de los desaguisados del poder. Sabemos exactamente lo que sucede cuando hay errores entre los que detentan el poder.  Quizá el ejemplo más patético en este momento resulta ser el del gobierno ruso, y su desatinada guerra contra Ucrania, en un intento de rememorar obsoletas y viejas historias.  En un mundo que se mueve en una dirección completamente diferente, aparece un retrogrado dispuesto a generar una crisis mundial en aras de rememorar glorias perdidas, sin importarle el bienestar de su población. Otra cosa que hace el Capitalismo de Estado, y es una lección muy bien aprendida desde la aparición de los nazis, es manejar la información, o más bien la desinformación, con la intención de engañar y evitar las disidentes voces internas.

 

Finalmente, una gran diferencia entre el Capitalismo de Estado y el Estado Capitalista, es que el primero concentra el Capital en unas pocas manos, los beneficiados son fundamentalmente los que pertenecen a los grupos de poder; mientras que en el segundo caso, hay una mayor distribución de la riqueza. De esta forma, el Capitalismo de Estado maneja del dinero del pueblo para las aventuras  de sus líderes, quienes disponen de esa fortuna sin asumir responsabilidades.  El principal problema es que en el Capitalismo de Estado se confunde el Gobierno Corporativo con la administración pública, y siendo los accionistas débiles jurídicos, que poco pueden hacer para evitar los desmanes del poder.

 

Saque usted sus propias conclusiones.