NADA PUEDE HACERME DAÑO.
Nada
puede hacerme daño, excepto mis propios pensamientos.
Son mis
pensamientos, paradigmas, juicios, creencias, etc., los que determinan aquello
que siento me puede afectar. Allí es
donde están mis ideas acerca de la enfermedad, ansiedad, escasez, etc.
Las
amenazas, injusticias, pérdidas, frustraciones, etc., resultan de comparar lo
que sucede, con lo que creo que debería suceder.
Es mi
mente la que interpreta la realidad de manera particular. Le agrega situaciones,
proyectando circunstancias, para justificar su identidad.
Nuestra
identidad se basa en aprendizajes generados por experiencias pasadas. Eso a su vez, determina un sistema de
creencias o valores, que funciona con los juicios que hemos establecido que son
importantes. A través de ellos, se teje
una zona de confort, donde nos movemos con confianza, y evitamos contradecir
nuestros pensamientos más recurrentes y relevantes.
Tu
identidad tiene que ver con la historia basada en los juicios y creencias que
te has contado desde siempre, que de alguna forma, define lo que tú crees que
eres.
¿Cómo te identificas con esos patrones?
Te
identificas a través de lo que te parece bien, apropiado, tus aprendizajes
vitales, copiando modelos de tus distintos ambientes, familiar, educativo, cultural,
religioso, etc.
Sin
embargo, la realidad tiene otros planes, y la única manera de crecer es cuando
somos capaces de cuestionar dichos aprendizajes. La vida se trata de aprender, desaprender y reaprender
nuevas habilidades y competencias, repitiendo este proceso ad-infinitum.
Cuando
somos capaces de cuestionarnos, y desarrollar nuevas ideas que permiten sortear
las circunstancias, es cuando aparecen las nuevas posibilidades.
Somos un
pensamiento de Dios, y existe en nuestro Ser todo lo necesario para crecer y desarrollarnos. Cuando limitamos, a través de algún patrón o
conducta, reducimos las posibles respuestas que podemos dar ante distintas situaciones,
lo cual sin duda, restringe las posibles acciones.
Por tanto,
si ofrecemos una respuesta mucho más poderosa, entonces, alcanzaremos metas más
ambiciosas.
En el budismo
y el hinduismo, se habla con mucha frecuencia del desapego, que tiene que ver,
no con que seamos descuidados o indolentes ante lo que sucede, sino que
entendamos que lo que nos afecta es aquello a lo que le concedemos la mayor
importancia, y lo hacemos objeto de nuestro apego. Podemos decir también que el
desapego no se trata de eludir algo, sino de evitar que ese algo nos controle a
nosotros. Vivimos apegados, por ejemplo,
al cuerpo, y cuando este comienza a sentir los rigores de los años, nos
preguntarnos ¿qué está pasando?, cuando lo que ocurre es un proceso
completamente natural de desgaste.
Aceptar
lo que sucede, tiene que ver con soltar las creencias, desapegarnos de la
situación. Esto también constituye un
juicio, pero más poderoso que aquel que nos vincula con la existencia a través del cuerpo.
En el libro
de Viktor Frankl, en busca del sentido, vemos como magistralmente el autor nos
habla de la importancia de mantenernos abiertos y aprender a vivir la vida tal
como se nos presenta. De nuevo, también
esto es un pensamiento que se convierte en algo poderoso, ya que agrega
posibilidades. De la misma forma que lo
pueden hacer pensamientos tales como el propósito o la misión de vida, que
constituyen como la definición de hacia dónde orientamos nuestros esfuerzos, a
pesar de que muchas veces no podamos contrarrestar la energía de movimiento de
la vida.
Dancemos
con la vida, al ritmo de la música que ella interpreta, sin importar que
nuestros pasos bailen al compás que marca esa maravillosa melodía. Simplemente bailar,
disfrutar avanzar y respirar, dejando que el cuerpo se conecte con la realidad física
en la que estamos inmersos en un momento dado, nos conecta con la dimensión verdadera
de nuestro Ser expresándose sin ataduras a la vida.
CONTACTO:
Mi nombre es Francisco De Lisa. He trabajado en Desarrollo de Negocios hace
más de 35 años. Me dedico a apoyar,
asesorar, entrenar, hago mentoría y coaching, a individuos, emprendimientos y
organizaciones, para generar nuevas oportunidades. Si algo de lo que comenté te hizo sentido, y
crees que puedo ayudarte, contáctame por cyber.media.integral@gmail.com.
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