MARAVILLOSA EXISTENCIA.
Imagina tan solo por un instante, que
tuvieras que darle instrucciones a más de 37 billones de seres vivos. Y que además,
quieres que se cumpla esa orden a la perfección, de forma simultánea.
Piensa en la complicada estructura que
sería necesaria para que eso sucediera. Las comunicaciones. La energía. Los alimentos.
La forma de transportarlo. La movilización. La logística. Disponer de los
desechos. Imagina el tamaño de esa ciudad. Gigantesca. El espacio donde estarían
ubicados. Además, debido a la complejidad de la estructura, muchas de las
funciones deberían ser ejecutadas de forma continua, de día y de noche, sin
parar, para que todo funcionara a la perfección. Tendrías no solo que pensar en
lo que necesitas disponer, sino también en lo que necesitas eliminar. Probablemente, asistirías al nacimiento de
muchos de esos seres vivos, y a la muerte de otros tantos. Y todo sucede frente
a ti, casi sin darte cuenta.
Piensa por un momento la enorme
cantidad de trabajo para mantener todo funcionando. En número de profesionales,
técnicos, empleados, obreros, etc. que necesitarías para garantizar el
funcionamiento de toda esa estructura. Piensa,
además, cómo responder a las amenazas externas, que pueden venir camuflajeadas de
muchas maneras. ¿Cómo te organizarías para responder de forma inmediata? ¿Cómo trasladar
rápidamente a un grupo de defensa que reduzca la amenaza de forma inmediata? ¿Cómo
cuidar a los heridos? Las comunicaciones necesarias para generar esos elevados niveles
de respuesta, en cualquier lugar de esa compleja estructura.
Imagina cuáles serían los mecanismos
que te permitirían conocer qué pasa a tu alrededor. Cómo podrías detectar,
percibir y responder a esos efectos del medio ambiente, en caso de ser
necesario.
Imagina tan solo por un instante, el
sofisticado centro de control que debe funcionar para que todo este
perfecto. La cantidad de computadoras,
internet, inteligencia, etc. Debe trabajar de forma constante, día y noche para
garantizar el inmejorable estado de esa organización. Piensa en la infraestructura
de comunicaciones, la velocidad de respuesta, a la cual se tiene que transmitir
las instrucciones, para que todos puedan responder al unísono. Asimismo, es posible que parte de esa
estructura se mueva por separado, mientras que otra sección permanece estable. Cuando
hablamos de esa cantidad de seres vivos solo pensar que una pequeña parte se
mueva debe ser una labor titánica.
Esto que acabamos de describir
sucintamente, es lo que sucede en tu cuerpo, en cualquier instante del día o de
la noche. Ante cualquier estimulo es necesario reaccionar de forma apropiada, y
tu cuerpo automáticamente hace todo lo necesario para que esa reacción se dé,
ya sea que tenga que correr, saltar, comer, tomar agua, excitarse, etc.
Si imaginamos ese enorme número, más
de 37 billones de seres vivos, tendremos
en cuenta la complejidad de esa estructura y lo mágico y maravilloso de su
existencia. Tan solo un poco de tierra,
elementos y un soplo de vida moldearon esa fascinante estructura que eres tú.
Por eso, cada día al amanecer, cuando
te vuelves consciente de quién eres, cuando despiertas otra vez al Universo,
cuando tomas esa primera respiración de la mañana, agradece a Dios, a la
Fuente, al Tao, a Brahman, la bendición que te da de regalarte un día más, una
experiencia nueva para tu crecimiento, para tu desarrollo.
Maravíllate por la experiencia de
vivir un día más. Agradece a la Fuente esa bendición.
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