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miércoles, 21 de septiembre de 2022

IKIGAI

 



¿Cuál es tu IKIGAI?

 

Según los japoneses, todo el mundo tiene un IKIGAI, un motivo para existir. Algunos lo han encontrado y son conscientes de su IKIGAI; otros lo llevan dentro, pero todavía lo están buscando. Este es uno de los secretos para una vida larga, joven y feliz como la que llevan los habitantes de Okinawa, la isla con la población más longeva del mundo.

 

Algunas ideas que pueden ayudarte a encontrar tu IKIGAI. Solo trata de ponerlas en práctica.

 

1. Mantente siempre activo, nunca te retires.

 

Quien abandona las cosas que ama y sabe hacer, pierde el sentido de su vida. Por eso, incluso después de haber terminado la vida laboral «oficial», es importante seguir haciendo cosas de valor, avanzando, aportando belleza o utilidad a los demás, ayudando y dando forma a nuestro pequeño mundo.

 

2. Tómatelo con calma.

 

Las prisas son inversamente proporcionales a la calidad de vida. Como dice un viejo proverbio: «Caminando despacio se llega lejos». Cuando dejamos atrás las urgencias, el tiempo y la vida adquieren un nuevo significado.

 

3. No comas hasta llenarte.

 

También en la alimentación para una vida larga, «menos es más». Según la ley del 80%, para preservar la salud mucho tiempo, en lugar de atiborrarse hay que comer un poco menos del hambre que tenemos.

 

4. Rodéate de buenos amigos.

 

Son el mejor elixir para disolver las preocupaciones con una buena charla, contar y escuchar anécdotas que aligeren la existencia, pedir consejo, divertirnos juntos, compartir, soñar... En suma, vivir.

 

5. Ponte en forma para tu próximo cumpleaños.

 

El agua se mueve, fluye fresca y no se estanca. Del mismo modo, tu vehículo para la vida necesita un poco de mantenimiento diario para que pueda durar muchos años. Además, el ejercicio segrega las hormonas de la felicidad.

 

6. Sonríe.

 

Una actitud afable hace amigos y relaja a la propia persona. Está bien darse cuenta de las cosas que están mal, pero no hay que olvidar el privilegio de estar aquí y ahora en este mundo lleno de posibilidades.

 


7. Reconecta con la naturaleza.

 

Aunque la mayoría de seres humanos vivan en ciudades, estamos hechos para fundirnos con la naturaleza. Necesitamos regularmente volver a ella para cargar las pilas del alma.

 

8. Da las gracias.

 

A tus antepasados, a la naturaleza que te provee aire y alimento, a tus compañeros de vida, a todo lo que ilumina tu día a día y te hace sentir dichoso de estar vivo. Dedica un momento del día a dar las gracias y aumentarás tu caudal de felicidad.

 

9. Vive el momento.

 

Deja de lamentarte por el pasado y de temer el futuro. Todo lo que tienes es el día de hoy. Dale el mejor uso posible para que merezca ser recordado.

 

10. Sigue tu IKIGAI.

 

Dentro de ti hay una pasión, un talento único que da sentido a tus días y te empuja a dar lo mejor de ti mismo hasta el final. Si no lo has encontrado aún, como decía Viktor Frankl, tu próxima misión será encontrarlo.

 

11. Deja de ser la Victima.

 

Conéctate con tu Ser superior, con tu mayor vibración, vive y disfruta el momento. Deja el victimismo. Si algo no se dio, agradece porque no se dio. Si en cambio, si se dio, entonces agradece que si se dio.  Disfruta lo que sucede sin hacer críticas innecesarias.

 

12. Deja de criticar.
 

Te conecta con el victimismo. El victimismo hace que tú no seas el dueño de tu vida. Es decir, la victima siempre pone su vida en manos de otro, al que responsabiliza de lo que le sucede. Si tienes capacidad de decidir, y fundamentalmente esa capacidad tiene que ver con lo que aceptas o no de lo que te sucede, entonces, decide cambiar aquello que puedas y aceptar, aquello que no puedas cambiar. Es simple. De esa manera, no perderás el tiempo quejándote de aquello que te sucedió y que de acuerdo contigo no pudiste hacer nada para resolver. Si sucedió de esa manera, es que de alguna forma no estabas conectado con esa situación, y estabas conectado con que no sucediera.

 

Aprende que tu vibración te conecta con aquello que vibra en tu propia frecuencia. Es decir, si vibras en paz y armonía, recibirás paz y armonía, porque hacia allá se orienta tu vibración. Si en cambio vibras en rabia y celos, te conectaras con esas vibraciones negativas, que bajaran tu frecuencia y te harán sentirte mal contigo mismo.  Recuerda todo lo que es tuyo vuelve a ti, y de hecho vuelve a ti multiplicado.

 

No te olvides que el mundo que tú ves es la proyección que tú haces desde tus propios juicios y creencias. Nunca vas a ver lo que el otro cree, sino lo que tú crees representado en el otro. Si crees que el otro es bueno, lo será. Si no lo crees, será lo que tú quieras creer que es.

 

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miércoles, 7 de septiembre de 2022

SOLTAR EL APEGO EMOCIONAL

 



SOLTAR EL APEGO EMOCIONAL

 

En nuestro programa de Radio, estuvimos conversando acerca del apego emocional y como nos afecta. Para ello trajimos una pequeña historia que sirvió de ilustración al tema que queremos tratar. A continuación, del libro Relatos Eternos, de José María Doria.

 

 

SOLTAR LA CUERDA

 

Tshunulama era una muchacha que sentía su corazón esclavizado por una relación de amor. Y por más lágrimas que sus ojos derramaban, y por más que su mente le decía que tenía que soltar y nacer a la verdadera independencia, su corazón no sabía cómo salir del torturador apego que padecía. Noche tras noche, tan solo experimentaba un recuerdo obsesivo de aquel ser ante el que se sentía ignorada y humillada.

 

Tshunulama estaba confusa y frustrada, cada vez comía menos y no mostraba verdadero interés por nada. Así pasaban las horas y los días, atrapada en temores e imágenes pasadas, mientras contemplaba el cielo del atardecer deseando que su vida terminara. Tshunulama sentía que se había convertido en una esclava del recuerdo, agarrada a una cuerda de su memoria que no podía soltar su mano aferrada. Soltar...tan sólo de pensarlo el miedo aterrador la invadía...

 

Un día aparentemente como otro cualquiera, soñó que saliendo de su corazón, aparecía ante su vista la imagen de un anciano de ojos profundos y de mirada familiar y sabia... Aquel anciano, dirigiéndose a ella pleno de ternura, le dijo:

 

“Basta, no temas, suelta la cuerda que ata tu vida y esclaviza tu alma.”

 

“No puedo, es que no puedo” -Respondió Tshunulama- “Me da miedo, caería, siento que me moriría... es superior a mí”...

 

“No es así”. Contestó él. “Desde que tu corazón se siente esclavo, has dejado de vivir tu propia vida. Tú eres capaz de soltar Tshunulama, cuando así lo hagas, tú sabes en lo más profundo de ti que sentirás un gozo muy intenso y la paz que mereces. Anda, comienza por soltar un dedo”

 

“No puedo”, decía ella. “No obstante, ¿podré hacerlo? ¿Será seguro? ¿Tengo el coraje suficiente? Se preguntaba en pleno conflicto. De pronto, aprovechando una brisa de esperanza, soltó un dedo y aceptó el riesgo... Al momento, se sintió aliviada al ver que no caía, ni nada terrible sucedía, sino que por el contrario una sensación de libertad y paz acariciaban su alma... Pero, ¿sería posible mantener aquella paz y felicidad? se preguntaba comenzando a sentir las sombras de las emociones y ataduras viejas... 

 

“Confía en mí, le dijo el anciano, respira hondo y mira en tu interior”...

 

Tshunulama siguiendo sus indicaciones sintió que podía ver con claridad sus miedos, y con una serenidad inusitada contempló a las partes más ruidosas de su mente proclamando que soltar más la cuerda sería una locura... voces asustadas que le advertían que el hecho de soltar iba en contra de todo lo que había hasta entonces deseado e incluso aprendido... Sentía que si soltaba, lo que en realidad, le esperaba era un oscuro abismo de desamor y soledad.

 

¿”Deseo realmente la libertad y la autonomía como para arriesgar lo que tanto aprecio”? Se decía. ¿”Cómo puedo estar segura de que no caeré”? Tshunulama respirando profundamente, comenzó a explorar sus miedos y sus deseos ¿Qué era realmente lo que quería de la vida? ¿Cuáles eran sus verdaderos propósitos? ¿Para qué había nacido? Sin darse casi cuenta, su mente se ensanchaba...

 

Poco a poco, comenzó a sentir sus dedos más sueltos y conforme permitía que algo muy profundo aflojara su mano aferrada, también una corriente de paz y renacimiento brotaba en su alma...

 

Ya tan sólo quedaba un dedo asido fuertemente a la cuerda que la esclavizaba... una parte de ella le decía que ya debía haberse caído a ese abismo que tanto temía... sabía que soltar ese último dedo era algo que dependía exclusivamente de ella... intuía que sus miedos eran tan sólo fantasmas de su mente, recuerdos de viejas pérdidas, memorias de antiguas heridas que se agolpaban y confundían su cabeza.

 

Confiando en su intuición, aflojó el último dedo y, de pronto, observó que nada sucedía... comprobó que permanecía exactamente donde estaba... y entonces se dio cuenta atónita que había estado todo el tiempo sobre el suelo... todos sus miedos tan sólo habían sido vividos en su mente... podía salir, abrir puertas y ventanas, sentir el horizonte y respirar la fuerza de la vida que en su interior ya circulaba. Todo el Universo renacía en el rostro sonriente de una nueva Tshunulama.

 

Su corazón era libre y ya podía aprender a sentir qué era el verdadero amor y libertad que intuía su alma.


 

ALGUNAS IDEAS:

 

Cuando tenemos estos apegos emocionales, somos esclavos de nuestros pensamientos, que no permiten que liberemos los miedos y las dudas.  Tenemos tanto miedo de soltar, que se convierte en una atadura difícil de separar.  Lamentablemente, este vínculo nos conduce al sufrimiento, ya que mentalmente nos deja pegados a esa situación.

 

Cuando finalmente entendemos que tenemos el poder de liberarnos de esos miedos, que no pasa nada, y además, que la vida cambia por completo, es entonces cuando entendemos que estuvimos atados a una ilusión que nos mantuvo presos innecesariamente.

 

1.    ¿Qué es el apego? ¿Dónde reside? ¿a qué nos apegamos? Normalmente siempre vamos a encontrar que estamos atados a una manera de pensar que no nos permite avanzar.
2.    ¿Cómo podemos manejarlo? Podemos preguntarnos honestamente, ¿qué es lo peor que puede pasarnos si soltamos? Si somos capaces de ver ese miedo y lo que genera en nosotros, seremos capaces de seguir adelante.
3.    ¿Soltar el apego es como un duelo? Más bien es una liberación. Es una idea que hemos atesorado durante mucho tiempo, y que deja de tener utilidad. Desaparece. Podemos estar apegados a lo que creemos que somos, a un amor imposible, a un sueño inalcanzable, etc.
4.    ¿Cómo reconocemos que estamos apegados? En estos casos, hay un sufrimiento que nos mantiene pegados a esa sensación.
5.    ¿Somos conscientes del apego? No necesariamente. Puede incluso formar parte de una creencia profundamente arraigada en cada uno de nosotros.
6.    ¿El apego conduce al sufrimiento? Sin lugar a dudas.
7.    ¿Dónde está el sufrimiento? Solo se encuentra en nuestra mente.
8.    ¿Cómo podemos liberarnos del apego? Reconociendo que está presente, que nos limita, y que hay más posibilidades sin él, que con él.
9.    ¿Qué podemos hacer para soltarlo? En primer lugar, reconocerlo. Cuando lo hayamos hecho, lo que nos queda es liberarnos del apego. Quizás no podemos ver que lo tenemos, incluso puede ser una adicción muy fuerte que no sabemos de donde proviene. En ese caso debemos buscar ayuda.
10.  ¿Nos comprometemos cuando estamos apegados? No deberíamos hacerlo, ya que no vamos a tener una relación sana con el objeto del apego.
11.  ¿Qué relación tiene el apego con el miedo? Están indisolublemente conectados. El apego nos hace sentir la amenaza de la ausencia.

 

Mantenernos atados a una persona, un trabajo, una idea, a un pensamiento, a un juicio, a una creencia, etc., consumen una enorme cantidad de energía, y además nos mantiene en un continuo estado de sufrimiento que debilita nuestras defensas, nuestro cuerpo. Sólo por un momento imaginemos el poder que pudiéramos tener si elimináramos nuestros apegos, y empleáramos esa energía para tener una vida plena y satisfactoria.

 

Te invito a liberarte de tus apegos y creencias limitantes. Si no sabes cómo, simplemente pregúntame.

 

 

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sábado, 30 de julio de 2022

¿Qué nos vino a mostrar la Pandemia?

 






¿Qué nos vino a mostrar la Pandemia?

 

Nos vino a mostrar que la Transformación Digital llego para quedarse.

 

¿Qué es la Transformación Digital?

 

Si revisamos en internet nos dirá algo como lo siguiente: La transformación digital es un proceso que consiste en reorientar una compañía hacía la aplicación y el uso de las tecnologías emergentes. Este proceso como hemos dicho no supone simplemente aplicar tecnología a los departamentos porque la tecnología no hace nada por si sola.

 

Ciertamente, la transformación digital es una serie de procesos que se basan en el uso y manejo de la información de la forma más apropiada con la finalidad de optimizar la evolución de la organización.

 

Estamos asistiendo a una época de nuevas definiciones y cambios profundos en la forma como las empresas se manejan en el mercado. Por un lado, se dispone de más información que nunca antes en la historia, gracias al internet. Cualquier pregunta que tengamos, podemos acudir a los buscadores en la red, y encontraremos muchas posibilidades entre ellos. Esto hace que la información este a disposición de todos.

 

Esto por supuesto está afectando a las organizaciones de forma apreciable, ya que la información pasa de ser centralizada a manejarse en forma de redes, y al estar disponible para quien la necesite, modifica la estructura de la organización.

 

La información se ha democratizado de tal manera que puede ser utilizada en la organización por cualquiera de los empleados, y dependiendo de su análisis disponer de ella.  La información está disponible, lo que hagamos con ella es lo que hace la diferencia.

 

Tanto las telecomunicaciones como la informática y los diferentes estándares que han sido adoptados, han generado fuertes cambios en la forma de operar una organización. En estos momentos, vivimos una verdadera transformación, en la concepción de la operación, la forma de organizarse, así como en la forma de operar.  Las organizaciones están optimizando sus tamaños obteniendo muchos más beneficios que con las viejas estructuras. Esto también les da una mayor libertad de acción a cada uno de los empleados de la organización, quienes manejan la información, de forma que posibilita la generación de grandes beneficios.

 

Otro tanto sucede por ejemplo con el consumidor. Ahora conocemos de primera mano sus gustos, intereses, preocupaciones, y a la vez, podemos tener información valiosa que nos permite tomar decisiones relacionadas con la diferenciación, el manejo de los costos o la segmentación de los productos. Por otro lado, los expertos en el manejo de esa información, pueden convertir la misma en océanos azules que sirven como generadores de valor en las organizaciones que ahora pueden subcontratar procesos a través de la tecnología.

 

En este momento, las organizaciones se enfocan cada vez más a trabajar en su verdadero núcleo de negocio, dejando el resto por fuera, de modo que pueden sub-contratar personas o empresas para manejar esas necesidades de forma mucho más eficiente.

 

A través de las redes se tiene acceso a todo lo que sea necesario para el adecuado funcionamiento de la organización, y solo los procesos vitales serán los que la empresa hará por su cuenta.  Las organizaciones tienen a aplanarse de manera que van desapareciendo todas aquellas ideas de organizaciones funcionales gigantescas. Aquellas que no puedan hacerlo, desaparecerán como consecuencia de su propia miopía e ineficiencia para adaptarse a las nuevas situaciones del mercado.

 

La pandemia vino a mostrar lo necesario y útil que son los procesos digitales, ya que las organizaciones que pudieron crecer y progresar durante este periodo fueron aquellas que estaban en periodo de adaptación o transición hacia la transformación digital. Las que no estaban listas para dar el salto, se quedaron a la espera de una nueva posibilidad, y ya deben estar pensando en las nuevas alternativas que le quedan a futuro.

 

Como consecuencia se redefine el concepto de liderazgo. Ya el líder se comporta como un emprendedor, o dueño de un proyecto, y no trabaja con el concepto de los líderes de la época industrial. Ahora es una especie de coach que acompaña a su equipo en el desarrollo de todo aquello que conduzca a alcanzar las metas del negocio.

 

Por otro lado, el teletrabajo llego para quedarse como una forma alternativa de empleo. Quizás aún no hemos descubierto todas las posibilidades que nos ofrece esta solución, pero sin duda alguna es una posibilidad nada despreciable para el futuro.

 

Los grandes espacios de las organizaciones van camino a desaparecer. Cada vez más las oficinas serán espacios abiertos o zonas de co-working para poder realizar trabajos en equipo cuando haga falta. La comunicación será fundamental, ya  que es la única manera de coordinar actividades. Invertir en esta competencia será una prioridad. Aparecerán más aplicaciones que nos harán la vida más fácil. Los procesos repetitivos van a desaparecer, y el uso de la inteligencia humana quedara para la creación de soluciones, mientras que la Inteligencia Artificial se ocupará en forma efectiva de los procesos repetidos.

 

Nunca antes como ahora estuvo disponible la posibilidad de emprender, crear o construir algo nuevo. Los emprendedores serán el tejido de las organizaciones futuras, formando equipos pequeños con actividades muy específicas y especiales generadoras de valor.

 

Al estar la información disponible, todos tendremos acceso a ella. Como dije antes, el problema no va a ser la información, sino la manera como la usemos. Elementos como la página web, los blog, el contenido, llenaran el espacio de la información, entregando posibles soluciones a aquellos que se atrevan a buscarlas.

 

La era de la disrupción digital que conduce a la disrupción creativa llegó. Ahora es necesario que asumamos una disposición apropiada para enfrentarnos a las nuevas posibilidades que se nos abren en el futuro.

 

Mucho de lo que aprendimos en la administración sigue siendo válido, pero compartir, manejar, aprovechar la información es lo que marcara la diferencia.  Y para eso será necesario que los gobiernos inviertan cada vez más en educación, infraestructura, equipos, etc., si quieren que sus países se enrumben en la dirección adecuada. Ya el gobierno digital por ejemplo es un hecho, y será completamente innecesaria la burocracia, que no contribuyen a crear valor en el país. El concepto de creación de valor tendrá que imponerse en la administración pública, a pesar de que traten de justificarse con organizaciones sociales. Justamente la información nos permitirá conocer donde se están empleando nuestro dinero y con qué intención. Hoy día muchos de los problemas que suceden en los distintos países tiene que ver con la desconexión entre los políticos gobernantes y la sociedad en general, que anda en una fase de transformación acelerada.  Los problemas sociales llegarán en un futuro, mientras nos distraemos en querellas inútiles. Mientras la sociedad está obligada a cambiar, muchos políticos siguen jugando con las mismas estrategias del pasado. Puede que en algunos casos se mantengan, pero tarde o temprano la brecha será tan grande que el cambio social los arrasará.  Aceptar la innovación, la transformación y la evolución es necesario.  Ya la batalla por el petróleo dejara de tener sentido en los próximos años. Tener mucho petróleo en el suelo, no servirá de mucho. Garantizar la educación, el desarrollo y el crecimiento de las organizaciones es lo importante. Estos cambios ya lo estamos viendo en Asia y probablemente en corto plazo en Europa, como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania.  Sin duda alguna USA no escapara a estas nuevas tendencias de cambio.

 

Aquellos que creen que la disrupción es únicamente a nivel empresarial, les digo que es a nivel social. El tejido social está cambiando, las generaciones nuevas están haciéndose cargo, y tienen una visión del mundo completamente diferente. Podrás mantenerte por la fuerza por un tiempo, pero no para siempre. Las crisis como las que produjeron la 1ra y 2da guerra mundial, que generaron un cambio radical en el manejo de la economía están por aparecer en estos momentos. La pandemia ha sido un catalizador fundamental. La guerra de Rusia y Ucrania es otro. Los resultados están a la vista.

 

Espero que podamos ver los cambios a corto plazo.

 

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viernes, 1 de julio de 2022

DESPEDIDA BAJO LOS MANGOS

 




DESPEDIDA BAJO LOS MANGOS

 

Cuando Aurora se despidió de su hermana en el puerto de Gijón sabía que pasarían muchos años antes de volver a verla. Mientras agitaba el pañuelo frente al inmenso barco con rumbo a Caracas, un sentimiento difuso de vacío le hizo comprender que aquello no era un simple adiós, que los ojos aguados por la incertidumbre de la separación tardarían años, probablemente décadas, en volver a ver la imagen de su pequeña Filo. “Quizá cuando vuelva a verla –pensó Aurora en ese momento-, nuestros cabellos sean tan blancos como los de la abuela.”

 

En aquellos años una carretera tortuosa de apenas veinte kilómetros separaba el puerto de su casa. A pesar de esta distancia, el trayecto de regreso le pareció eterno. En cada parada se bajaban y subían pasajeros a los que miraba con acusación por retrasar la llegada a su casa. Ella ansiaba llegar para encerrarse en la habitación más apartada de la casa de comidas, y llorar lejos de la gente y de esas curiosas beatas que deseaban apoyarla rezando por el buen destino de su hermana en el nuevo continente. Aurora sabía que Filo estaría mejor en Venezuela que en España, ajena al miedo imperante de la posguerra. Además, su cuñado podría recuperar la dignidad y el derecho a trabajar como perito mercantil, algo que aquí le habían negado sin explicaciones ni concesiones.

 

Los años pasaron y Aurora fue creando con Ramo, otra de sus hermanas, un hogar alrededor de El Colón, la vieja casa de comidas frente al parque del pueblo en la que todos los martes cerraban tratos los visitantes del mercado local. Entre aquellas cartas que nunca dejaron de llegar de Caracas, un día Filo anunció a sus hermanas su primer embarazo; y luego el nacimiento de la niña, Elena; más tarde llego al mundo Manuel Antonio: y la niña comenzó el colegio, comulgó, fue al instituto y, a pesar de las huelgas en el país, logro recibirse en la Universidad de Caracas. El niño estudio arte y se casó, y se fue a buscar una vida mejor en Miami, y allí tuvo un hijo, el pequeño Juan. Y según las líneas de la vida un día murió Manuel, el esposo noble. Y Filo se quedó allí, con su hija al otro lado del océano.

 

A pesar de lo que decía la perfecta caligrafía de sus cartas, Aurora sabía que su hermana le tenía terror al avión y no creía posible, ni siquiera en sueños, que llegase a plantearse el regreso a España. La vida siguió su rumbo sin contratiempos en la antigua casona sobre El Colón, hasta que, poco a poco, Ramo fue permitiendo que su vida se apagase y, velada por una monja clarisa, una mañana se dejó morir. Quizás entonces, por primera vez, Aurora pensó que no tenía sentido continuar así, sola y separada de su hermana Filo, pero no quiso escuchar las propuestas de su sobrina Elena para llevársela a Caracas.

 

Los años fueron dejando huellas y Aurora sufrió algunos ataques de salud, algunos leves y otros los suficientemente graves como para dañar su corazón y dejarla sentada en una silla de ruedas. Quizás entonces, intuyendo que debería ser ella la que tendría que dar el paso si quería volver a ver a su hermana Filo, llamó a su sobrina para decirle que quería viajar a Caracas. Tras las oportunas revisiones y chequeos médicos, el cardiólogo aseguro no temer por su vida. Era consciente de que su paciente superaba los ochenta años, que viajaría inválida y sedada, pero sabía que la imagen de su hermana era suficiente para avivar una fuerza motivacional capaz de impulsar su organismo hasta llegar al destino.

 

Durmió durante casi todo el trayecto y al llegar a la casa caraqueña, Elena empujo la silla de ruedas de su tía hasta el jardín en el que estaba esperándolas Filo. La mirada entre las dos hermanas fue profunda y enigmática, y nadie podrá saber si se miraron para reconocerse así, ancianas, o se vieron como dos jovencitas que hace casi sesenta años se despidieron en el puerto de Gijón. Hablaron, rieron, discutieron, recordaron durante horas su breve vida en común y su amplia vida en la distancia. A pesar de las quejas por el calor, Aurora había recuperado la salud hasta tal punto que solamente sus dosis de medicamentos le recordaban las molestias cotidianas que sufría en España antes de partir.

 

Apuraban el anochecer hablando y madrugaban con la ansiedad del que no quiere perder un minuto del día porque sabe que tiene pendientes muchas actividades, hasta que una mañana, cuando ya habían departido sobre sus pasados y presentes, cuando tenían la sensación de que, en el fondo, no había pasado el tiempo porque hablaban como cuando eran adolescentes, Aurora cerro los ojos y falleció en su silla protegida del sol caribeño por una hilera de mangos.

Tomado del libro: Las Claves de la Motivación de Antonio Blanco Prieto.

 

 

COMENTARIOS


Desde comienzos de su existencia, el hombre ha sido un ser nómada, que se mueve en manadas.  Es por eso que la experiencia de emigración ha existido a lo largo de la historia. Sin embargo, y en los últimos dos siglos, los catalizadores de estos movimientos migratorios han sido los conflictos políticos y las guerras, que han generado que los seres humanos se desplacen a otros lugares del planeta en búsqueda de tranquilidad y posibilidades de progreso.

 

La historia nos cuenta la migración de Filo y su esposo, como consecuencia de la guerra civil española, a un país del otro lado del océano, Venezuela. Y cómo a lo largo de más de sesenta años, a pesar de mantener contacto constante, no se pudieron reencontrar hasta que su hermana Aurora toma valientemente, y ya en el ocaso de su vida, la decisión de reunirse con su hermana para compartir sus últimos momentos.

 

Narra el encuentro y las historias infinitas que habían acumulado a lo largo de sesenta años de ausencia. Y rescato un bello pasaje que dice: “La mirada entre las dos hermanas fue profunda y enigmática, y nadie podrá saber si se miraron para reconocerse así, ancianas, o se vieron como dos jovencitas que hace casi sesenta años se despidieron en el puerto de Gijón.”

 

Soy hijo de un inmigrante italiano, que vino a Caracas empujado por la guerra en busca de nuevos horizontes. Desde que llegó hizo todo lo posible por salir adelante, aun cuando en algunos momentos fue doblegado por las circunstancias. Sin embargo, nunca cedió en su propósito de avanzar.  Y aunque fuera difícil siempre hizo lo necesario para cuidar a su familia.  Recuerdo algunas situaciones duras que le tocó vivir, como cuando fallecieron su madre y su padre en Italia; fui testigo silencioso de sus lágrimas y su tristeza. Los tuvo que llorar a la distancia y en el tiempo, porque no había manera de comunicarse con su familia. La última vez que vio a sus padres, fue cuando salió de su pueblo lleno de sueños e ilusiones. Se enteró por cartas que le llegaron a través de los amigos, semanas después de que había sucedido.  A lo largo de mi vida vi el esfuerzo de mi padre por salir adelante en esta tierra desconocida, que abrazó como si fuera suya. Siempre con la esperanza de reencontrarse nuevamente con la familia en algún momento futuro.  Muchas veces lo acompañaba a escuchar las historias de otros paisanos, más afortunados, que traían detalles de sus visitas a su pueblo.  Siempre con emoción y alegría se sentía involucrado en cada una de esas historias.  Trabajó mucho, hasta que finalmente logró hacer el esfuerzo necesario para viajar con toda su familia, porque no quería dejar a nadie atrás en esa experiencia del reencuentro.

 

Fui testigo del encuentro entre mi padre y sus hermanos, 28 años después de la partida de mi padre de su tierra. Cuando finalmente sucedió, las conversaciones entre mi padre y sus hermanos eran eternas, tenían tantas cosas que contarse que 24 horas eran insuficientes para ponerse al día.  Recuerdo que mi padre me dijo una vez, que un extranjero siempre es un extranjero, tanto en su propio país como en el exterior. Y se daba cuenta de eso, estando en esa tierra que lo vio nacer, pero con la mirada puesta en aquella tierra que abrazó para siempre. Y pudo regresar una vez más, unos años antes de morir, pero ya no se sentía italiano. Se sentía venezolano como el que más, y murió en esta tierra que tanto quiso, al lado de la familia que formó.

 

Nunca antes me había planteado emigrar hasta hace poco, porque conviví con la profunda herida del inmigrante.  Una herida que deja una profunda tristeza y soledad en quien la sufre, y que sin quererlo, también te la transmite.  Mi padre no vino a aprovecharse de estas tierras, vino a trabajar. Y se superó; desde que llegó puso sus manos, su conocimiento y sus habilidades al servicio de esta tierra, de la que se sentía orgulloso.  Tuvo el coraje de superar sus miedos, el idioma y enfrentar con optimismo todo lo que le toco vivir. Fue un ejemplo de superación para nosotros sus hijos.

 

Sin embargo, en esta nueva era la emigración a veces es una solución. En mi caso, ya mi familia cercana ha emigrado, buscando calidad de vida y seguridad.  La calidad de vida que nuestro país le ofrece a los profesionales es pésima, en comparación con la que pueden encontrar en otros países en donde si valoran su trabajo.  Entiendo perfectamente su deseo de emigrar en búsqueda de nuevos horizontes.  Por otro lado, es cierto que no es lo mismo emigrar a los 30 años, que emigrar después de los 60 años. Estamos hablando de situaciones completamente distintas. Y como siempre he dicho, uno conoce muy bien a su país, y siempre habrá alguna mano dispuesta a ayudarte en cualquier trance que te toque vivir.

 

Emigrar es siempre un duelo, tanto para el que se va como para el que se queda.  Y quizás lo único que nos queda es resignarnos a vivir con compasión y agradecimiento cada etapa que nos toca vivir. La vida es un eterno aprendizaje desde que llegamos hasta que nos toque salir de este plano. Somos unos viajeros incansables en este universo de experiencias.

 

Si algo de esta historia o comentarios resonó contigo, puedes contactarnos o dejarnos un mensaje. Gracias

 

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En Coaching-Negocios, estamos para apoyarte en tu crecimiento, desarrollo personal u organizacional, ayudándote a generar los cambios que necesitas, agregarle valor a tu vida y a tu negocio, ayudándote a alcanzar tu máximo potencial. Hacemos consultas en forma presencial o en línea. Nos adaptamos a tus horarios, para trabajar el tema que te interese.  Contáctanos vía correo a coachingnegocios1@gmail.com. También puedes escucharnos, los martes de 9:00 am a 10 am, por Radio Capital 710 AM (www.radiocapital710.com).  Puedes seguir mis cuentas de Instagram @coaching.negocios, twitter @cyber_negocios,  y próximamente la página web www.coaching-negocios.com.


jueves, 30 de junio de 2022

¿Cómo hago para moverme desde A hasta B?

 



¿Cómo hago para moverme desde A hasta B?

 

Normalmente nos preguntamos: ¿Qué me impide alcanzar mis metas? Hago todo lo necesario, todo lo que me dicen, y sin embargo sigo estando en una situación que me incomoda y no me permite seguir avanzar. Como puedo pasar de este estado donde me encuentro, a un estado de mayor posibilidades en el futuro. ¿Hay alguna manera? ¿Acaso soy yo el único que se hace estas preguntas?

 

No te ha pasado que estas en una situación A, y quieres moverte a una situación B que te ofrezca más oportunidades. Supongamos por un momento, que estas en un empleo que no te satisface por completo. Quieres tomar la decisión de dejarlo, pero te aterra quedarte sin trabajo ya que tienes muchos compromisos que cumplir. Sin embargo, cada minuto que pasas en tu trabajo te parece un suplicio, y te preguntas: ¿Cómo puedo hacer para dejar este trabajo y conseguir uno nuevo en donde me sienta mejor? ¿Qué debo hacer?

 

Si no tomas alguna decisión, puede que te quedes rumiando tu malestar, y te llenes de rabia por no poder salir de esa situación que te hace sentir incómodo. A la larga tu bajo rendimiento y probablemente tu actitud, hará que otro tome la decisión por ti, en cuyo caso, de no estar preparado puede que aquella decisión que no quisiste tomar a tiempo te afecte ahora.

 

Entonces, quizás deberías preguntarte, ¿dónde quiero ir? ¿A cuál estado quiero moverme? ¿Ese estado me garantiza un mayor bienestar? ¿Qué debo hacer para moverme a ese estado? ¿Qué debo aprender? ¿Qué debo cambiar?

 

1.    Definir las Metas: Lo primero es saber dónde estoy y hacia dónde quiero ir. En este caso estoy fijando el objetivo, la meta.  De la misma manera debo definir exactamente las sensaciones que estaría sintiendo en cada estado.

2.    En qué estado me encuentro:¿Cuáles son las pruebas que determinan la diferencia entre el estado presente y el estado futuro? Esto tiene dos posibilidades:

a.    Incongruencia: en el cual se determina que no están presentes las evidencias determinadas, por lo cual se retorna al punto de operación y se emprenden nuevas acciones o recursos.

b.    Congruencia: en la cual observas la presencia de evidencias predefinidas, lo cual implica el siguiente paso: Salida.

3.    Operación: es todo lo que haces para conseguir tu objetivo, tales como búsqueda o creación de recursos, acciones, los cuales se renovaran, cambiaran y aplicaran mientras se mantengan las incongruencias. Mientras más flexibles seamos, con más posibilidades contaremos.

4.    Salida: Cuando el resultado satisface las evidencias del estado deseado entonces se sale del proceso y el mismo finaliza.

 

En este proceso de cambio hay que definir claramente cuál es el objetivo del mismo. Definir nuestras razones para ir de un estado presente a un estado futuro de más posibilidades.

 

Definir claramente las evidencias sensoriales del estado actual y del estado futuro. Proceder a elaborar un plan de acción, que claramente defina los pasos o las estrategias para salir de un estado y llegar al otro.

 

Y finalmente, hacer el seguimiento correspondiente a cada una de las acciones realizadas, y verificar que estén cumpliendo su propósito.

 

Cuando hablamos de las evidencias sensoriales, es necesario definir los juicios que nos afectan en cada estado, presente y futuro. Como sabemos esos juicios determinan las acciones que podemos realizar en cada uno de esos estados. Por consiguiente, el cambio de juicios es importante para generar acciones más poderosas.

 

En el caso que desarrollamos al principio, por ejemplo, está presente el miedo a no conseguir un empleo rápidamente que me permita pagar mis gastos. El asistido siente inseguridad de tomar esa decisión y, por lo tanto, afecta su rendimiento. Trabajar el juicio, significa ver donde apareció y cómo podemos cambiarlo para convertirlo en un palanca de acción, más poderoso.

 

¿Qué genera el cambio del Estado Presente al Estado Futuro?

 

Fundamentalmente hay dos posibilidades que podemos llamar fuerzas internas o externas. Veamos:

Fuerzas Internas. Las fuerzas internas son aquellas que generan movimiento en nosotros. Son situaciones que no nos satisfacen y que queremos cambiar. En este caso es muy probable que la iniciativa de cambiar de estado venga de nuestro interior. Por eso le llamamos fuerzas internas. Cuando nosotros nos decidimos a cambiar, somos capaces de generar aquello que hace falta para movernos de A hacia B.

 

Fuerzas Externas.  Otras veces el cambio es resultado de transformaciones externas que nos llevan a movernos de un estado a otro para poder seguir adelante.  Esos cambios no son propiciados por nosotros. En el caso del ejemplo, que citábamos al comienzo, al no tomar la decisión de cambiar del trabajo que no le gustaba, la empresa termina la relación con el empleado. Muchas veces lo que sucede es que estos cambios son imprevistos, y por eso nos preocupan y generan miedo. Sin embargo, de nosotros depende alcanzar la movilidad que necesitamos, y superar los juicios que limitan nuestra transformación.

 

Zona de Confort.

 

Entendemos como zona de confort aquel espacio en donde estamos acostumbrados a movernos, y nos sentimos tan cómodos, que nos movemos con total confianza, porque es perfectamente conocido. ¿Qué sucede cuando aparece una incomodidad o hay un cambio? Pues esto nos obliga a movernos de la zona de confort, y en muchos casos a ampliarla. Podemos decir que hay dos tipos de zona de confort hacia donde podemos movernos. Una primera es la conocida, que es aquella en la que normalmente nos encontramos. La segunda es una zona de expansión, y es el espacio donde podemos establecer nuevos aprendizajes. Como dice Leonardo Wolk en su libro El Arte de Soplar Brasas, esta zona implica una herida narcisista, ya que exige una declaración de “no sé”, que puede herir nuestra autoestima. Sin embargo, eso también nos puede llevar a pensar “hay algo que no sé, pero quiero aprender”, y en este caso el aprendizaje lo entendemos como un proceso de transformación.

 

Es importante para aprender tener adecuados contextos de amor, confianza, confiabilidad, respeto, compasión, humildad, donde la declaración de “no sé” sea concebida como una oportunidad. “No sé, pero me comprometo a aprender”. Esta es la actitud de un potencial líder

 

El Quiebre o el conflicto.

 

Cuando algo nos preocupa, nos inquieta, nos genera incomodidad, decimos que estamos frente a un quiebre.  Normalmente nosotros nos movemos en transparencia. ¿Qué significa eso? Que nos movemos de forma automática, es decir casi sin pensarlo. Por ejemplo, estamos acostumbrados a manejar, sin estar pendiente de todos los detalles del manejo. Sin embargo, si conseguimos algún incidente en el camino, agudizaremos todos nuestros sentidos para resolverlo. En este caso, esa incidencia generará un quiebre o inquietud en nosotros que nos obligara a hacer uso de todos nuestros recursos para resolver la situación. Y es allí cuando cambia nuestra forma de ver el mundo, ya sea a través de un aprendizaje de habilidades y competencias o de uno transformacional.

 

El Aprendizaje.

 

En todo este proceso también está involucrado el Aprendizaje. Aprender es Actuar. Esto nos permite actuar de manera diferente a como lo veníamos haciendo, y a ser capaces de ampliar nuestra zona de confort. El Aprendizaje también es activo y dinámico ya que nos permite cambiar de forma constante cuando lo necesitamos. En nuestro oficio podemos hablar de dos tipos de aprendizajes que nos ayudan a crecer. Un aprendizaje que ayuda a ampliar nuestras habilidades y competencias, para mejorar nuestro desempeño. Otro que permite transformarnos porque es capaz de cambiar la forma como vernos las cosas. En este caso, podemos evaluar juicios o creencias que limitan nuestra capacidad de resolver problemas. A este Aprendizaje le llamamos transformacional, porque en este caso el observador quien es dueño del mismo, se transforma en el proceso, y se convierte en un individuo con más posibilidades.

 

Y ahora:


¿Alguna de estas ideas ha resonado contigo? Te has hecho preguntas como:

¿Cómo puedo mejorar mi desempeño?

¿Cómo puedo salir de esta situación incómoda?

¿Qué me impide alcanzar mis metas?

¿Qué limita mi capacidad de acción?

¿Cómo puedo manejar mis conflictos con las personas?

¿Cuáles son esos juicios o creencias que me están limitando?

 

Si es así, estás listo para una sesión de coaching.  Hacerla te puede cambiar la vida cuando te das cuenta qué es lo que te está frenando. Sólo con la primera  sesión puedes tener la posibilidad de ver soluciones diferentes. Si te interesa profundizar puedes seguir adelante. Ya estás listo para iniciar tu proceso de cambio.

 

CONTACTO

 

En Coaching-Negocios, estamos para apoyarte en tu crecimiento, desarrollo personal u organizacional, ayudándote a generar los cambios que necesitas, agregarle valor a tu vida y a tu negocio, ayudándote a alcanzar tu máximo potencial. Hacemos consultas en forma presencial o en línea. Nos adaptamos a tus horarios, para trabajar el tema que te interese.  Contáctanos vía correo a coachingnegocios1@gmail.com. También puedes escucharnos, los martes de 9:00 am a 10 am, por Radio Capital 710 AM (www.radiocapital710.com).  Puedes seguir mis cuentas de Instagram @coaching.negocios, twitter @cyber_negocios,  y próximamente la página web www.coaching-negocios.com.





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