La inflación y agentes económicos
La inflación es un fenómeno monetario
que impacta financieramente a las empresas y a las personas. Como dijimos en el
artículo anterior es la perdida de la capacidad adquisitiva de la moneda, como
consecuencia de variables que afectan los precios. Afecta directamente los
activos y pasivos de cada individuo económico.
En estos casos, desde el punto de vista
contable, hay dos tipos de partidas a considerar, las monetarias y no
monetarias. Las partidas monetarias son por ejemplo: la partida de Efectivo,
Caja y Bancos, la partida de Cuentas por Cobrar, Cuentas y Documentos por Pagar,
Pasivo Largo Plazo, etc. Las partidas no
monetarias son por ejemplo: Inventario, activos fijos, capital, etc. Cada una
de estas partidas es afectada de manera diferente por la inflación.
Una de las primeras partidas afectadas
es el inventario, debido a que los costos de la materia prima, productos en
proceso y terminados, van en aumento como consecuencia de la elevación de
precios. Esto implica un ajuste constante del inventario y del precio de venta.
Por otro lado, las cuentas por cobrar necesitan ser ajustadas rápidamente, de
lo contrario, cuando sean recaudadas, difícilmente permitirán la reposición de
la mercancía vendida. Esto nos obliga a
una revisar el funcionamiento de la tesorería para garantizar el flujo de
efectivo necesario para las operaciones de la organización. Pasa por procesos
de ajuste, como por ejemplo la reducción del tiempo y volumen de las Cuentas
por Cobrar, el desarrollo de una estrategia de compra más agresiva y ajustada a
las necesidades de la organización, con productos de alta rotación y reduciendo
gastos innecesarios.
Otra partida afectada como resultado
del impacto de la inflación es la de los activos fijos, ya que los mismos
pierden valor como consecuencia de los aumentos de precio. Recordemos que estos
activos están siendo afectados por la depreciación, con precios de referencia
del pasado, que ya no significan nada con el ajuste de costos consecuencia del
impacto inflacionario. La reposición de esos activos fijos a futuro generará
desembolsos de capital como resultado de haber depreciado a precios del pasado.
La inflación te obliga a poner la lupa
en el funcionamiento de las empresas desde todo punto de vista, y a realizar
revisiones constantes de la rotación de productos, con la finalidad de poder
mover rápidamente el inventario. De la misma forma, es necesario establecer
mecanismos de capitalización, a fin de ajustar el capital de acuerdo con lo
esperado. Es todo un reto financiero. En este caso, una salida es hacer un modelaje
financiero que permita enlazar, compaginar e integrar los resultados de los
distintos departamentos y estados financieros.
Las empresas multinacionales, por ejemplo, se enfrentan a escenarios
complicados, y tendrán que hacer inversiones en el desarrollo de estos
prototipos financieros, ya que como resultado de un fenómeno mundial, es posible
que tengan que consolidar valores provenientes de distintos países con
distintas tasas de cambio, interés, impositivas y de inflación.
Otro factor que es aún más importante
para las organizaciones, es el efecto que sobre las personas tiene la
inflación, que definitivamente las impacta de forma negativa. Por un lado los
precios aumentan a velocidades desaforadas, y los sueldos se mantienen
constantes o crecen muy lentamente. Es importante que las empresas, en aras de
mantener su operatividad realicen una revisión de los sueldos y salarios
acordes con los procesos que se están viviendo. Por ejemplo, un aumento en un
escenario estable para un profesional en Alemania de un 3% de su salario, fue
importante a finales del año pasado. Pero con un ajuste de más de un 25% en los
precios de los productos de consumo y de casi un 100% en el precio de los
combustibles, claramente ese empleado está en desventaja, usando sus ahorros y
perdiendo dinero de forma acelerada, para poder mantener su nivel de vida.
Definitivamente esto va a conducir, a futuro, a negociaciones mucho más
agresivas por parte de los empleados para poder mantener sus niveles de
ingreso. Por otro lado, ahorrar deja de
tener sentido cuando los precios aumentan de forma tan dramática, ya que lo que
te pagan los bancos por tus ahorros es mucho menos de lo que se pierde en
capacidad de compra. Realmente es una mezcla letal que termina afectando el
patrimonio de las personas.
Por supuesto, no tardan en aparecer
aquellos que se ofrecen como gurús de inversiones, que dicen tener el secreto
para mantener el valor de tu dinero. Puede ser que en las primeras de cambio,
inversiones en el sector inmobiliario, metales o criptomonedas, sean adecuadas
para elevados capitales. Pero también sabemos que la inflación a largo plazo,
puede causar una depresión en la economía, y como consecuencia generar una
reducción de la demanda que conduzca a una caída de precios en ese sector. Así
que hay que tener cuidado con fórmulas mágicas que supuestamente garantizan mantener
la rentabilidad de tu patrimonio.
La cara fea de la inflación es que
conduce a la quiebra y cierre de empresas, genera desempleo, perjudica la
capacidad adquisitiva de los individuos, corroe el capital de los agentes económicos,
disminuye la competitividad, destruye valor, etc. Realmente es un cáncer cuando
se instala en la economía de los países, y como tal es necesario tomar medidas drásticas
para resolver la situación lo antes posible.
Definitivamente la inflación es un
fenómeno dinámico que se comporta como uno de los impuestos más dañinos y agresivos,
afectando rápidamente el patrimonio de los individuos económicos, y
empobreciéndolos. Toma el dinero de tu
bolsillo para entregárselo a los políticos, que al final son los únicos
responsables, al NO resolver la situación.
Es necesario establecer un plan de ajuste económico apropiado para controlar
la oferta monetaria, subir la tasa de interés, reducir los impuestos y mantener
una tasa de cambio competitiva. Obviamente, esto obliga a los políticos a tomar
medidas impopulares (que por supuesto a ellos no les gustan), pero es la única
manera de enfrentar y resolver el problema.
No hay ningún misterio en cuanto a la solución. La inflación es un
problema harto conocido y resuelto desde hace bastante tiempo. Hay muchos
estudios económicos que muestran cuales son los mecanismos necesarios para
resolver ese problema.
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