CREANDO ACUERDOS
Una de las formas fundamentales de entendernos
es a través de los acuerdos que hacemos con los demás. Desde establecer normas
que todos aceptamos de una manera u otra, hasta convenios de comportamiento o definición
de arreglos en una relación de comunicación.
Por ejemplo, las leyes son parte de
acuerdos preestablecidos que aceptamos como sociedad. Por lo tanto, las
aprendemos y las cumplimos. En principio eso debe garantizar nuestro
funcionamiento, y establecer una normativa, para saber cómo dirimir diferencias. Puede ser que en algún momento decidan
cambiarse, y eso está bien. Ya que dicho cambio se hace a través de un acuerdo
entre las partes.
Sin embargo, cuando violamos un
acuerdo, se perjudica la confianza que forma parte constitutiva de dicho pacto. Y en ese momento es necesario buscar los
mecanismos que permitan restablecer el convenio y la certidumbre de la relación.
Entonces, es cuando aparecen el reclamo y la queja como mecanismos
catalizadores de los convenios establecidos.
Normalmente el acuerdo se establece
cuando hay una aceptación de por medio. Es decir hay un ofrecimiento u oferta,
o hay un requerimiento o pedido. Cuando se establece la aceptación explícita de
alguno de esos procesos entre el oferente y el receptor, se establece el
convenio, o como decimos en ontología del lenguaje, se establece la promesa.
Por supuesto, la promesa tiene una cantidad
de condiciones que deben cumplirse, para ser satisfecha, como por ejemplo,
tiempo, vigencia, condiciones, alcance, etc. En caso de haber cualquier violación
a dicho acuerdo, entonces aparece el reclamo, con lo cual se reconduce el
pacto, se establece uno nuevo, y se esperan los resultados.
Por ejemplo, supongamos una pareja que
se jura amor para siempre. Se establece una promesa, que debe ser cumplida por los
dos. Pero, ¿qué significa dicha promesa? Incluye una serie de condiciones y expectativas
de parte de los integrantes, por lo tanto, de existir alguna violación al
acuerdo establecido, se generara una crisis en la relación.
Uno de los graves problemas en las
relaciones, en correlación a los acuerdos establecidos, tiene que ver con la
forma en la que son realizados y si se conocen y se establecen todas las condiciones
de forma completamente explicita. Es decir, ¿se definió la fidelidad como parte
del acuerdo o se dio por sobreentendido? Se habló de la ayuda de cada miembro a
la sociedad común, o se establecen ciertas condiciones particulares para cada
miembro, o incluso diferenciadas. Por ejemplo, en ese caso, ¿quién es
responsable de cubrir la parte económica?, ¿quién se hace cargo de la atención a
los hijos en caso de que los haya? ¿De qué manera se van a establecer los
acuerdos para manejar las relaciones con terceros, llámese padres, suegros,
amigos, otros familiares? ¿Qué pasa con las agendas ocultas en la relación? Se puede
hablar de engaño o de violación a la confianza en caso de que las reglas no estén
lo suficientemente claras, o no haya habido sinceridad en el establecimiento de
las pautas.
Lamentablemente cuando existe de por
medio un sentimiento, a veces nos cuesta establecer de forma clara que es lo
que esperamos de la relación. Y eso constituye un error garrafal, ya que las
consecuencias se arrastrarán mientras exista la misma. Muchas veces, tenemos
parejas que conviven y no están satisfechas con lo que sucede, pero son
incapaces de decir claramente que les molesta, y qué necesitan cambiar para que
todo funcione. Muchas veces por este tipo de incomprensión se generan quiebres,
resultado de haber violentado los acuerdos establecidos, ya sean estos implícitos
o no. La responsabilidad normalmente es de ambos integrantes, ya sea por acción
u omisión, y las consecuencias no se harán esperar. Por lo tanto, es mejor establecer de forma
muy clara que es lo que se espera en el vínculo a ser establecido.
Como se ve, todo esto generan
situaciones que es necesario trabajar, es importante comprometerse a hacer lo
mejor posible para la otra parte, por supuesto, siempre y cuando eso haya sido
establecido como parte de los acuerdos de la relación. Si no es así,
probablemente habría que reconducir los mismos, y buscar puntos en común para
poder restablecer la comunicación y el desarrollo de la relación. Nunca es tarde, si existe buena voluntad y el
sentimiento apropiado, para revisar y mejorar las condiciones en las que está
funcionando la pareja.
Es difícil rehacer una relación cuando
se violentan los acuerdos. Sucede que
una de las partes, o las dos están molestas o heridas por el incumplimiento del
pacto establecido. Y es a veces un poco duro, para ambos, pero es necesario
fijar muy claramente las condiciones para poder avanzar y seguir adelante.
Esta situación que estamos conversando
en el caso de una pareja, se reproduce, casi exactamente de la misma forma, entre
los miembros de un equipo de trabajo. Por eso es importante establecer una
serie de condiciones que deben satisfacerse los grupos, que muchas veces pueden
definirse a través de la misión, visión, valores, objetivos y estrategias a
cumplirse. Si existe alguna violación a lo establecido, entonces es momento de
parar y reconducir la situación para alcanzar las metas deseadas.
En cualquier caso, cuando establecemos
convenios lo hacemos con la intención de obtener resultados, por lo cual es
importante definir muy claramente cuál es el alcance de dicho acuerdo.
Algunas ideas que debemos dejar sobre la mesa:
1. Es necesario ser explícito en todos los detalles que forman del acuerdo.
2. Es importante que la aceptación de las partes del convenio sea expresa.
3. En caso de algún reclamo, este debe ponerse sobre la mesa y ser revisado los convenios establecidos, en cuyo caso se puede reconducir totalmente.
4. Por cuestiones de salud y paz mental, no se pueden dejar los conflictos abiertos, a fin de generar quejas innecesarias que conducen al malestar y no a la solución del problema.
5. Debe privar la comunicación respetuosa entre las partes.
Preguntas:
1. ¿Haz establecido acuerdos en tu vida?
2. ¿Se han cumplido todos aquellos acuerdos en los que te has comprometido?
3. En tu caso, ¿elaboraste el reclamo de manera apropiada?
4. ¿Pudiste alcanzar respuestas satisfactorias?
5. ¿Crees que recondujiste el acuerdo de manera conveniente para todos?
Si tienes algún comentario u observación
en relación al tema, me gustaría leerte.
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