ÉXITO O FRACASO
Los únicos seres sobre el planeta que están preocupados por el éxito o el fracaso somos los Seres Humanos. Y fundamentalmente eso ha sido aprendido. Ningún otro ser sobre la Tierra le importa el éxito o el fracaso, que a su vez está vinculado al ¿qué dirán? Y en esa eterna búsqueda de alguna de esas dos palabras, nos olvidamos de lo simple que es vivir.
Desde el origen del tiempo, hemos diferenciado nuestros intentos. Hemos luchado en la búsqueda de alguna de esos dos estados. Desde la mitología cristiana nos venden la idea del pecado, el cual sucede cuando sucumbimos a comer una manzana. O en otras culturas, se nos habla de la iluminación, y las batallas que hay que librar para alcanzarla, derrotando a los demonios emocionales que nos consumen y afectan. Nuestra sociedad habla de los ganadores y perdedores, pero por supuesto, esa es una imagen que se vende para alimentar el mercadeo y aumentar el consumismo. Inclusive, ahora hablamos de propósito, ¿pero acaso nuestro único propósito no es vivir? Es decir, venimos a realizar una misión, y si no la cumplimos entonces ¿estamos fracasando? ¿A que venimos?
Quizá nos convendría más bien disfrutar las cosas tal como aparecen, y dejarnos llevar por la corriente de la vida. Admirar la belleza del proceso desde el nacimiento a la muerte, e integrarse a esa vivencia disfrutando la experiencia. Una flor simplemente se abre para mostrar su belleza, y no está pendiente de nada más; cuando termina su ciclo marchita y muere, para volver a alimentar con sus pétalos mustios la tierra de donde proviene, y generar de nuevo vida en un ciclo interminable de aparecer y desaparecer. Un animal simplemente nace y con sus posibilidades disfruta su vida, vive en el agua, se arrastra por el piso, vuela, come carroña, corre, se esconde, caza, se reproduce, envejece y muere, volviendo a la tierra o al agua de donde salió. Y se mantiene ese ciclo infinito de la vida y muerte, de la transformación continua y constante, del cambio sin fin.
Quizás de tanto querer buscarle explicación a las cosas, se nos va la vida entre las manos. La vida es maravillosa, no tiene mayor explicación. Simplemente existimos, sin mayores inconvenientes. Existimos para Ser. Cada uno de nosotros es parte importante del Universo, de hecho, si no fuese así, el Universo no seria igual. Y el Universo tiene su rumbo, su camino, su propio sentido. Y dentro de ese movimiento, nosotros asumimos nuestra cuota de participación. Nos toca fluir en la corriente de la vida. Dejemos que esa Inteligencia Infinita que ha existido desde el principio de los tiempos nos guíe.
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