SEGURIDAD DIGITAL.
Hace unos días hicimos un Instagram
Live en donde conversamos sobre la Identidad Digital, programa en el cual
hicimos mucho énfasis en el cuidado que hay que tener en relación a nuestros
datos, los cuales están circulando por todo internet.
Asimismo, llamamos la atención en
cuanto a ciertas previsiones importantes, desde un punto de vista particular,
en relación con la información que entregamos. Entre ellos tocamos los
siguientes puntos:
1. No entregue su información personal a nadie.
2. No responda correos que estén en la carpeta “spam” o que no provengan de una fuente confiable.
3. En caso de que le soliciten información, verifique su procedencia, y piénselo dos veces, si es posible tres, antes de responder.
4. No entregue sus datos a usuarios no verificados o sin autorización.
5. Recuerde no usar una sola clave. Tenga un conjunto de claves y si es posible emplee alguna aplicación que le permita guardar diferentes claves para cada uno de sus accesos.
6. Recuerde que su identidad digital es vulnerable, y en caso de que alguien tome posesión de ella, pierde los accesos a su propia información.
7. Preste atención con la información que entrega y a quien.
8. Tenga cuidado con los contactos que realiza a través de las diferentes aplicaciones y páginas de internet.
9. Este pendiente de a quién le envía información personal. Sea reservado con aplicaciones que crean comunidad, ya que somos sensibles a las mismas. Me refiero a aplicaciones como Facebook, Instagram, WhatsApps, MercadoLibre, ebay, etc.
Estas escuetas previsiones son, por
decir lo menos, necesarias y posiblemente hagan falta muchas más. Sin embargo,
a veces aparecen situaciones imprevistas. Por ejemplo, nos acabamos de enterar
que el Banco de Venezuela, fue objeto de un ataque de cyber seguridad, lo cual
afecta ciertas bases de datos de dicha organización.
No se le ha dado la importancia
debida, ya que se hace énfasis en que la plataforma sigue funcionando igual. Lo
preocupante es qué va a pasar con esa data si cae en manos inescrupulosas. Y ese es uno de los peligros de esta era y de
la identidad digital.
En primer lugar, esta situación es un
llamado de alerta a aquellas instituciones que no tienen sus sistemas de
seguridad informática debidamente atendidos.
Hubo una fisura por donde se filtró el hacker y genera esta situación,
que lo menos que puede llamar es a la calma.
La información que maneja el banco es delicada y debe ser resguardada adecuadamente.
En segundo lugar, y dados algunos
comentarios que he leído en cuentas de aplicaciones como twitter, en donde
mencionan la situación, hay usuarios que desconocen por completo las
implicaciones que este tipo de situación puede generar. Desde una corrida a hechos posteriores
vinculados al hurto de la información o accesos no permitidos en otro tipo de
cuentas.
En tercer lugar, tratar de llamar a
la tranquilidad diciendo que las operaciones siguen funcionando de forma
normal, es una manera de aquietar las aguas, pero no resuelve la desconfianza
que genera una intervención delictiva de esta naturaleza. Lo mínimo es afirmar que se está haciendo
todo lo necesario por resolver esta situación a la brevedad, y que el Banco
asume la responsabilidad por cualquier consecuencia que pueda derivarse como resultado
de esas acciones delictivas, generado por un error en el resguardo de la data.
Robar la data en un banco, hoy en día,
es prácticamente robar sus activos, ya que la información que maneja el banco
es el activo más importante. El dinero
va y viene. La confianza no. Y por
supuesto, es un llamado de atención a todo el sector, así como a aquellas
empresas, por ejemplo, de telecomunicaciones e instituciones de gobierno
digital, que manejan información delicada de sus usuarios.
Ojala que esta campanada de alerta
genere una reacción que obligue a tomar medidas importantes en el resguardo de
la data y de la información digital de los clientes.
Nosotros como usuarios, estamos
completamente desasistidos ante este tipo de ataques, ya que por más que
tomemos previsiones, no podemos reaccionar ante situaciones que escapan de
nuestro control y responsabilidad. Lo único
que podemos hacer es disminuir los riesgos, evitando aquellas organizaciones
que no asuman el debido resguardo de la información entregada.
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