LA EDUCACIÓN ELEMENTO DE TRANSFORMACIÓN.
Para
nadie es un secreto que un elemento potenciador del desarrollo de los pueblos
es la Educación. Sin embargo, al igual que muchos otros oficios, la educación
ha tenido que ajustarse, debido a los cambios que se están sucediendo en el
mundo.
Le
educación comenzó en la era industrial buscando multiplicar las competencias de
los niños, y conseguir así personal preparado para trabajar en las industrias
tal como se hacía necesario en aquel momento, bajo el modelo maestro -
estudiantes. Sin embargo, con los cambios de tecnología, la educación ha tenido
que ajustarse y convertirse hoy en día en elemento potenciador del desarrollo
de la capacidad de Ser Humano.
Es
necesario cambiar no solo la forma cómo se imparte, sino también la manera como
enseñamos y los objetivos que buscamos.
Han aparecido novedosos elementos que permiten automatizar y optimizar
la forma de impartir la educacion.
Anteriormente,
hablar de educación de adultos, por ejemplo, no era un tema importante. Sin
embargo, recientemente la educación para adultos se ha convertido en un
elemento fundamental, ya que es necesario entrenar y reentrenarse continuamente,
a fin de mantenerse activo en el exigente mercado laboral. Como muestra, las instituciones de educación
superior han ido ajustando sus ofertas y programas, al punto de que hoy tenemos
variedad de cursos, talleres, diplomados, master, postgrados, etc., para un público
ávido de conocimientos.
También,
la educación en ese dinamismo tecnológico, ha ido rompiendo barreras, y hoy encontramos
ofertas y programas de crecimiento que provienen de distintos países. Conectados a internet, tenemos a nuestra
disposición información y educación de distintas fuentes, en cualquier lugar
del mundo. Desde aplicaciones educativas específicas, pasando por otras como
YouTube, Google, etc., hasta reuniones en línea vía ZOOM, con expertos en un área
determinada.
La
tecnología digital ha llegado para quedarse, y se puede convertir en un gran
aliado o en un enemigo. Aliado si podemos emplearla en nuestro beneficio,
encontrando la información necesaria desde un teclado de computador. Enemigo,
si nos dejamos seducir por la enorme variedad de contenido disponible, que
muchas veces funciona como distractor de nuestra atención. Además de que es necesario, quizás más que
antes, emplear los instrumentos que las mismas aplicaciones nos ofrecen, para organizarnos
en términos de tiempo; de otra manera, podemos perderlo de forma tonta.
Uno
de los objetivos de los procesos de educación actuales deberían ser
transformarnos, de manera que podamos aprender a comunicarnos mejor, a
transmitir y comunicar información, a cuestionar paradigmas, ser capaces de manejar
el lenguaje emocional, etc. Partimos del principio de que la educación actual
debe ser inclusiva, porque somos observadores distintos y válidos, lo cual
implica el respeto al otro y a sus circunstancias.
Sin
entrar a cuestionar el significado que se le ha querido dar a la palabra
inclusivo, sobre todo en sistemas que buscan la división, separación, y el
adoctrinamiento, cuando hablamos de incluir en este contexto, hacemos
referencia al respeto al otro, desde sus propias vivencias. Desde el punto de vista ético, debemos
respetar al otro tanto como queremos ser respetados.
Asimismo,
todas nuestras diferencias tienen un origen muy simple, y son resultado de los
aprendizajes en la vida. Esos aprendizajes no son fijos, y pueden cambiar en el
tiempo, ajustándolos a las necesidades del momento. Cuando permitimos que
patrones muy rígidos controlen nuestra vida, los mismos limitan nuestras
posibilidades de crecimiento.
Entendamos
que la educación es un vehículo para la creación de bienestar, y para ayudar al
desarrollo del Ser Humano. Quizás la habilidad más importante esté relacionada
con desarrollar la capacidad de aprendizaje y adaptación a las nuevas
circunstancias.
En
un mundo en donde de acuerdo con la Universidad de Stanford, 47% de los empleos
serán reemplazados por robots y computadoras en los próximos 15 a 20 años, es
necesario reinventarse. Y por supuesto
con nuevas generaciones, que podemos llamar nativos digitales, para los cuales
los cambios serán cada vez más drásticos.
¿Qué podemos hacer?
Desde
mi mirada, aprovechar la riqueza de recursos disponibles, que al ser empleados
de manera inteligente, nos permitirán conectarnos más y mejor, para alcanzar
nuevos desafíos. Es parte de nuestro compromiso
como educadores, estar abiertos a las nuevas tecnologías, utilizarlas y enseñar
sus pros y sus contras.
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