EL PERDÓN COMO HERRAMIENTA DE CORRECCIÓN DE LA INTERPRETACIÓN EQUIVOCADA.
A veces no entendemos el significado
del Perdón. Es una herramienta fabulosa para borrar aquellas interpretaciones erróneas
que nos conducen a elaborar juicios equivocados, que limitan nuestra expansión.
Por ejemplo, cuando hacemos un juicio
de valor sobre una persona, en función de lo que para nosotros representa dicha
persona, no estamos siendo completamente transparentes. De hecho estamos
encerrados en nuestro Ego, en nuestras propias limitaciones, y de acuerdo a cómo
nosotros entendemos el mundo, estamos interpretando la persona que tenemos
enfrente.
Cuando juzgamos equivocadamente, no
estamos limitando al otro, sino, a nosotros mismos. Esto hace que entreguemos
el control de nuestras respuestas y reacciones a la otra persona, y por lo
tanto, inmediatamente nos convertimos en la victima de nuestros propios
juicios. Fijémonos en lo que significa
este juego malévolo, juzgamos al otro, generamos una creencia errónea, y al
final, somos nosotros quienes nos auto sancionamos y limitamos nuestras
posibilidades, nunca es el otro. Al final,
nos condena nuestra propia interpretación.
Si entendemos que nuestra visión de
la situación puede estar equivocada, o que es una particular interpretación que
no se ajusta a la realidad, entonces abrimos un abanico de oportunidades, que
nos permiten entender el comportamiento de la otra persona, y empoderarnos de
la situación para liberarnos de la misma.
Por ejemplo, recuerdo que durante mucho
tiempo juzgue duramente a alguien, por la forma como me sentí tratado, durante
una relación cercana. Recientemente entendí, que la forma de tratarme no tenía
nada que ver conmigo, sino con el miedo que tenía a que yo pudiera hacerle daño,
aunque nunca tuviera la intención de hacerlo. Al darme cuenta de eso, solté mi interpretación
y entendí que no era yo, y que además no podía hacer nada para resolverlo, ya
que no dependía de mí, sino de sus propios miedos. Ahora que lo entiendo, fluyo
en la situación, y acepto el aprendizaje con humildad.
Cuando eres capaz de soltar y
empoderarte, puede tomar decisiones para generar nuevas posibilidades y
respuestas que te ofrecen miles de generosas alternativas.
Ayer conversaba con un amigo, en relación
al tema de culpar a nuestros padres por las situaciones que estamos
atravesando, y de hecho se ha creado una corriente en esa dirección. Esto ha
dado como resultado terapias y nuevos análisis en relación al tema de las
relaciones familiares. No digo que no existan heridas de la infancia, pero si
somos seres adultos y responsables, es nuestro trabajo liberarnos de esas
heridas, ejecutando un trabajo interior. Nuestros padres hicieron lo mejor que
pudieron, y lo hicieron desde el más profundo amor que nos tenían. Ellos también
arrastraban sus propios demonios. El camino fácil es responsabilizar a mis
padres de mis errores, pero eso limita mi capacidad de acción y de tomar
decisiones. Si aprendí mal, en algún momento, es necesario corregirlo, y para
eso hay muchas herramientas: terapias, coaching, desarrollo y crecimiento
personal, etc.
No puedo, luego de 10, 20, 30 o 40
años, seguir culpando a mis padres por lo que me sucede. De hecho, ellos no son
responsables. El único responsable soy Yo. Y en este momento, asumo el control
de la situación y decido cambiar, porque me hace falta y es necesario, para
generar más posibilidades y nuevas miradas. Además, honro a mis padres, por el
inmenso amor y compromiso que tuvieron conmigo, al cuidarme y darme lo que
ellos pensaron que fue lo mejor. Seguir adelante y mejorar continuamente es mi
responsabilidad.
Y aquí conectamos con el Perdón,
como ese elemento que permite corregir nuestra percepción o interpretación, y además,
nos abre un mundo de posibilidades.
El Perdón es una herramienta
poderosa, porque te permite entender que aquello que tú creíste que sucedió, realmente
no sucedió. Además, cuando lo enfocas desde
las tres dimensiones del perdón:
A. Te perdono …
B. Te pido perdón …
C. Me perdono …
Te permite soltar con liviandad. En mi
experiencia, lo que más cuesta es perdonarte, ya que es ver hacia adentro y
darte cuenta de tu error. Cuando lo consigues, tu evolución es muy poderosa.
Cuando puedes verlo claramente y
liberar tus pensamientos limitantes, recibes un poder y una paz como nunca
antes, ya que eres capaz de valorar la realidad tal como es. Cuando ciertamente
entiendes que la realidad es neutra, y que el mundo no está ni a tu favor ni en
tu contra, intuyes que debes aprender a fluir suavemente con lo que sucede, con
sinceridad, simplicidad, serenidad y con independencia interior.
Si sientes que te hace falta una conversación
para aprender a liberarte de esas cargas innecesarias, te ofrezco un espacio
para conversar y entregarte las herramientas que necesitas para crecer y
evolucionar. De ti depende.
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