CREENCIAS LIMITANTES

 

Busca los confines espirituales en tu interior. Lo que tu eres es mucho más grande que cualquier otra persona o cosa que jamas hayas anhelado.

Paramahansa Yogananda

 

Vivimos con creencias o juicios limitantes resultado de la manera como hemos aprendido a ver el mundo. Estas creencias están en nuestro interior, y nos afectan, a veces, sin darnos cuenta. Son las que no nos dejan avanzar, no permiten que hagamos realidad nuestros deseos o sueños.  Nos limitan de forma innecesaria, y a veces completamente inconsciente. Es necesario hacer un análisis profundo para deslastrarse de juicios que lo que hacen es generar miedos innecesarios, y sobre todo perturbar tu propia paz interior.

 

Algunas de esas creencias son:

·        Creo que siempre debo tener la razón.  Porque si tengo la razón soy más fuerte que el otro (un juicio). A veces puede ser todo lo contrario.  Así que tener la razón, no lleva a ningún lado.

·        Creo que debo ser responsable por todos aquellos que se acercan a mí. Soy un hombre de palabra, mi palabra es un compromiso (Otro juicio). En cuantos problemas me he metido por no hacer las afirmaciones apropiadas en el momento justo. Y de nuevo no aceptar que me equivoco.

·        Me cuesta aceptar que me equivoco, ya que creo que de esa manera pierdo el respeto del otro (siguen los juicios).

·        Quiero que me respeten, y exijo que los demás lo hagan (De donde sale este juicio).  Al punto de buscar problemas por el gusto.

·        No puedo perdonar a quien me hace daño. El que me la hace me la paga (otro juicio más), viejo dicho, con malos resultados. En una guerra siempre las dos partes salen perdiendo.

·        Me creo especial. Mi importancia personal me precede.

·        Entre la importancia personal, el respeto y creer que siempre tengo la razón, me convierto en una persona terca, inflexible y limitada.

 

Detrás de estas creencias lo que hay es miedo, en sus distintas formas, miedo al fracaso, miedo al rechazo, miedo a equivocarme, miedo a atreverse, etc. El miedo es una emoción completamente mutable, y es capaz de convertirse en cualquier otra de forma muy rápida.

Imagínate vivir tu vida libre de miedos y de limitaciones generadas por esos miedos, ¿Cómo te sentirías?

¿Cuál es tu miedo más profundo?

¿Cuál es tu miedo más recurrente

¿Cuáles son las cosas a las que te atreves y cuales no harías?

¿Qué haces cuando tienes miedo? ¿Lo enfrentas? ¿Lo sueltas?

Imagina por un momento que no existe miedo a nada, ¿Qué te atreverías a hacer?

¿Crees que es posible?

 

Es posible que necesites ayuda para verlos y trabajarlos. Para eso estamos nosotros, para apoyarte en tu crecimiento y en el desarrollo de tu potencial. Es mi trabajo acompañarte en el camino de ver tus posibilidades, con respeto y con pasión.  Y de tratar de descubrir tu potencial y todo el Universo que te espera.

 

Síguenos también por Instagram en @coach.digital.vzla, en twitter por @coachdigitalvzl y en nuestro blog https://coach-digital.blogspot.com. O comunícate por nuestro e mail fdelisau@gmail.com.

 

NUESTRA PARTICULAR INTERPRETACIÓN DEL MUNDO.

 

 

“Si las puertas de la percepción estuviesen límpidas, todo aparecería tal y como es…Infinito.”

William Blake

La Realidad es completamente Neutra.

La Realidad no tiene ninguno de los atributos que nosotros le asignamos.  A través de las cinco ventanas, o canales de percepción es que la información del exterior llega a nuestro cerebro y es procesada. La pregunta es:

¿Cómo procesamos esa información?

La procesamos a través de lo que está almacenado en nuestro cerebro, en forma de Aprendizajes.  Puede ser que algunos de esos aprendizajes nos limiten y otros nos empoderen.  Y es allí que tenemos un potencial inmenso para desarrollar nuevas posibilidades en nuestro actuar.

Por lo tanto, lo que te sucede no es responsabilidad del otro, es simplemente la forma como tú lo percibes lo que te afecta. Es tu interpretación la que hace la diferencia. Al final tu eres el único responsable de esa interpretación acerca de lo que hace o te hace (según tu) el otro.

Por ejemplo, es posible que alguien no te salude, y eso no implica absolutamente nada, simplemente se distrajo, se olvidó, no está acostumbrado, existen muchas explicaciones. Pero si tu aprendiste que si no te saludan es porque existe algún problema contigo, esa situación dará mucho que pensar en tu cabeza.

Cada quien es como es, y eso está muy bien. Tú eres como eres, y también eso está bien. Por ejemplo, el concepto de honestidad puede estar relacionado con algunos juicios particulares para ti, mientras que otra persona puede tener una interpretación diferente.  Y eso también es válido.  Fíjate que acabo de introducir la palabra “juicio” que de alguna forma significa una forma particular de ver el mundo. Por ejemplo, en Venezuela, se acostumbra a hablar de la “viveza criolla”, que no es más que una picardía que justifica cuando alguien se aprovecha de otro.  Pero eso lo que nos hace a veces, es ser irresponsables con los demás, y por supuesto lesiona la confianza de las relaciones.

Nuestros juicios son formas muy particulares de ver el mundo, que tenemos, resultado de nuestros aprendizajes anteriores. Esos juicios interpretan las señales que llegan a nuestro cerebro, y como de alguna manera están asociados a una emoción, determinan nuestra respuesta ante los estímulos exteriores. Por lo tanto no vemos la realidad como es, sino que vemos lo que percibimos filtrado a través de nuestros juicios y emociones almacenadas.  Por supuesto, esto introduce muchas distorsiones en la forma como interpretamos el mundo, que por supuesto, tienen que ver con la forma como aprendimos, lo cual no es bueno o malo, pero podemos decir que nos valida o invalida ante diferentes situaciones.

Por lo tanto, en cualquier relación, lo que percibes del otro, no es lo que el otro es, sino es lo que tú interpretas del otro, lo cual es muy diferente. Y puede ser que tu interpretación este completamente equivocada, razón por la cual probablemente tendrás episodios complicados en la relación. 

Toda relación está basada en la confianza, pero así como esa confianza se va creando entre las personas que intervienen en la relación, aumenta o disminuye de acuerdo con las interacciones entre ellos. La confianza es sumamente frágil, y así como aparece, desaparece, a veces mucho más rápido, cuando existen razones dentro de tu interpretación que lo justifiquen.

Puede ser que te equivoques en tu interpretación. Eso está bien.  Es la tuya y como tal es importante respetarte. No puedo cambiar lo que tú piensas o como tú piensas. No puedo cambiar tus juicios a menos que tú lo decidas. Eso es parte de un compromiso que haces contigo mismo, y que te lleva a desarrollar un esfuerzo sostenido para hacerte cargo de tus juicios.

Es posible que necesites ayuda para verlos. Para eso estamos nosotros, para apoyarte en tu crecimiento y en el desarrollo de tu potencial. Es mi trabajo acompañarte en el camino de ver tus posibilidades, con respeto y con pasión.  Y de tratar de hacer como el aguilucho, abrir las alas y descubrir todo el Universo que esta frente a él.

 

 

Síguenos también por Instagram en @coach.digital.vzla, en twitter por @coachdigitalvzl y en nuestro blog https://coach-digital.blogspot.com. O comunícate por nuestro e mail fdelisau@gmail.com.

 

“LA FABULA DEL AGUILUCHO”

 

Erase una vez un granjero que, mientras caminaba por el bosque, encontró un
aguilucho malherido. Se lo llevó a su casa, lo curó y lo puso en su corral, donde pronto aprendió a comer la misma comida que los pollos y a comportarse como estos.

Un día, un naturalista que paseaba por allí le preguntó al granjero:

-¿Por qué éste águila, el rey de todas las aves y pájaros, permanece encerrado en el corral con los pollos?

 

El granjero contestó:

-Me lo encontré malherido en el bosque, y como le he dado la misma comida que a los pollos y le he enseñado a ser como un pollo, no ha aprendido a volar. Se
comporta como los pollos y por lo tanto no es un águila.

 

El naturalista dijo:

-El tuyo me parece un bello gesto, haberle recogido y haberle curado y cuidado.
Además, le has dado la oportunidad de sobrevivir y le has proporcionado la
compañía y el calor de los pollos del corral. Sin embargo, tiene corazón de águila y
con toda seguridad, se le puede enseñar a volar. ¿Qué te parece si le ponemos en
situación de hacerlo?

 

El granjero contestó:

-No entiendo lo que me dices. Si hubiera querido volar lo hubiese hecho. Yo no se lo he impedido.

El naturalista dijo:

-Es verdad, tú no se lo has impedido, pero como tú muy bien decías antes, como le enseñaste a comportarse como los pollos, por eso no vuela. ¿Y si le enseñamos a volar como las águilas?

El granjero contestó:

-¿Por qué insistes tanto? Mira, se comporta como los pollos y ya no es un águila, que le vamos a hacer. Hay cosas que no se pueden cambiar.

 

El naturalista dijo:

-Es verdad que en estos últimos meses se está comportando como los pollos, pero tengo la impresión de que te fijas demasiado en sus dificultades para volar. ¿Qué te parece si nos fijamos ahora en su corazón de águila y en sus posibilidades de volar?

El granjero contestó:

-Tengo mis dudas, porque ¿qué es lo que cambia si en lugar de pensar en las
dificultades, pensamos en las posibilidades?

El naturalista dijo:

-Me parece una buena pregunta la que me haces. Si pensamos en las dificultades,
es más probable que nos conformemos con su comportamiento actual. Pero ¿no
crees que si pensamos en las posibilidades de volar esto nos invita a darle
oportunidades y a probar si esas posibilidades se hacen efectivas?

El granjero contestó:

-Es posible.

El naturalista dijo:

-¿Qué te parece si probamos?

El granjero contestó:

-Probemos.

Animado, el naturalista al día siguiente sacó al aguilucho del corral, lo cogió
suavemente en sus brazos y lo llevó hasta una loma cercana. Le dijo:

 

-“Tu perteneces al cielo, no a la tierra. Abre tus alas y vuela. Puedes hacerlo.”

Estas palabras persuasivas no convencieron al aguilucho. Estaba confuso y al ver desde la loma a los pollos comiendo, se fue dando saltos a reunirse con ellos. Creyó que había perdido su capacidad de volar y tuvo miedo.

Sin desanimarse, al día siguiente, el naturalista llevó al aguilucho al tejado de la granja y le animó diciendo:

 

-“Eres un águila. Abre las alas y vuela. Puedes hacerlo.”

El aguilucho tuvo miedo de nuevo de sí mismo y de todo lo que le rodeaba. Nunca lo había contemplado desde aquella altura. Temblando, miró al naturalista y saltó una vez más hacia el corral.

Muy temprano, al día siguiente, el naturalista llevó al aguilucho a una elevada
montaña. Una vez allí lo animó diciendo:

-“Eres un águila, abre las alas y vuela”.

El aguilucho miró fijamente los ojos del naturalista. Este, impresionado por aquella
mirada, le dijo en voz baja y suavemente:

-“No me sorprende que tengas miedo. Es normal que lo tengas. Pero ya verás cómo vale la pena intentarlo: Podrás recorrer distancias enormes, jugar con el viento y conocer otros corazones de águila. Además estos días pasados, cuando saltabas pudiste comprobar, qué fuerza tienen tus alas”.

El aguilucho miró alrededor, abajo hacia el corral, y arriba, hacia el cielo.

Entonces, el naturalista lo levantó hacia el sol y lo acarició suavemente. El aguilucho abrió lentamente las alas y finalmente con un grito triunfante, voló alejándose en el cielo.

Había recuperado por fin sus posibilidades.

 

Que importante es esta hermosa conclusión: Había recuperado por fin sus posibilidades.  Es como cualquiera de nosotros, hemos aprendido algunas cosas, y a veces estamos como el aguilucho, acostumbrados a comer como los pollos y no nos damos cuenta de que podemos volar como las águilas.  Y para descubrir nuestras posibilidades, a veces tenemos que tener a alguien que sea capaz de acompañarnos y ayudarnos con su mirada a descubrir eso que esta escondido dentro de nosotros, en nuestro interior. Esa fortaleza, esa capacidad, ese talento.

 

Permíteme acompañarte y descubrir ese maravilloso ser lleno de posibilidades que eres tú. Permítete descubrir todo el poder que tienes en tu interior.  Sé cómo el aguilucho, abre tus alas y vuela hacia el Infinito, con todo tu poder.

 

Síguenos también por Instagram en @coach.digital.vzla, en twitter por @coachdigitalvzl y en nuestro blog https://coach-digital.blogspot.com. O comunícate por nuestro e mail fdelisau@gmail.com.

 

EL CONTROL O EL MIEDO A SER TRAICIONADO.

 

Sn duda alguna muchas veces nos hemos encontrado con personas que no pueden vivir sin soltar el control. Son incapaces de fluir con la vida. Todo tiene que ser de la manera como ellos lo planifican o lo desean. Vivir con ellos o tratar de compartir con ellos es muy complejo, porque definitivamente quieren tener bajo su control cualquier situación.  Y la vida no admite controles.

 

Esto les impide hacer lo más importante, disfrutar de la vida. Viven siempre amargados y no saben por qué. Viven pendientes del reloj y son obstinados con los horarios y no entiendes por qué. Es así, porque sienten que cuando no controlan pueden suceder cosas que a ellos no les gustan. No se dejan sorprender por el Universo. De hecho no les gustan las sorpresas. Son capaces de negociar, siempre y cuando sea bajo sus condiciones.

 

En algún momento, alguna situación en su vida sucedió algo que los saco de contexto, que los hizo sentirse frágiles. Y eso es lo que los hace aferrarse al control. Son incapaces de dejarse fluir, y hacen infeliz a cualquier persona que esté cerca de ellos, porque o hace lo que ellos dicen, o no pueden soportarlo.  Al punto que tratan de imponer sus condiciones a como dé lugar, ya que eso es lo único que les interesa, porque es lo que los hace sentirse seguros.

 

Es insoportable vivir con ese tipo de personas controladoras, porque son asfixiantes. Se convierten en los verdugos del reloj, en los directores de tu vida, y las cosas tienen  que ser como ellos dicen, o no son.  Y la forma de establecer el control, muchas veces es de manera muy sutil. Son personas inteligentes, que quieren parecer liberales o desapegados, pero nada más alejado de esa realidad. Lamentablemente, estas personas tarde o temprano enferman de rabia y de tristeza, porque cuando pierden el control lloran su pérdida y sienten que se cometió una injusticia.

 

Aléjate de los controladores patológicos que lo único que quieren es limitar tu potencial de desarrollo e impedir que te conviertas en una amenaza para ellos; cuando despiertas a tu potencial, y te das cuenta de lo que son, al verse descubiertos, no pueden controlar la pérdida del poder y tampoco la sensación de sentirse descubiertos y frágiles, son capaces de explosiones de rabia desproporcionada.

 

 

 

 

VIVIR EN GUERRA, DESGASTA.

 

Faltando poco para terminar el Máster Coach, en uno de los ejercicios de Indagación, uno de mis mentores me hizo una pregunta: ¿Cuál es la razón por la que vives en guerra? ¿Sientes que la vida es una guerra constante? ¿Te has dado cuenta de que vives en guerra?

 

Debo confesar que estas preguntas me sentaron de un solo golpe. Y me hicieron reflexionar, tanto que por dos días estuve confundido y tratando que todas las piezas encajaran en su sitio. Es como cuando tienes un rompecabezas, y te das cuenta de cómo deben calzar las piezas, pues así mismo me sentía yo.  Empecé a reflexionar acerca de mi vida y de cómo había permanecido desde hacía tiempo en una batalla constante, inútil, vacía, por todo y por nada. Era como el Quijote peleando contra molinos de viento. Y esos molinos de viento eran mis juicios, mis hábitos, mis patrones, mis creencias, apostadas a lo lejos y agazapadas en las trincheras, dispuestas a atacar en cuanto me descuidara.

 

Y comencé a soltar, a dejar ir, cada juicio, cada hábito, cada creencia. Uno por uno he seguido tratando de soltarlo, aunque confieso que no es nada fácil. Todos nuestros juicios nos dan una visión distorsionada de la realidad, la que hemos aprendido, la que conocemos, y ante la que nos sentimos vulnerables cuando nos abrimos a la verdad.  Cargamos con unas pesadas armaduras innecesarias creyendo que nos protegen de una realidad, que supuestamente nos agrede sin cesar.

 

En esa delgada línea que separa la espiritualidad del coaching, es como una cuerda en las que nos movemos, como equilibristas en las alturas de nuestros juicios; tememos caer y hacernos daño. Sin embargo, la verdad está allí, como una red protegiéndonos de la ilusión y de maya. Solo tenemos que confiar.

 

Confieso que no es fácil, soltar y dejar ir. No es fácil reemplazar un sistema de creencias basado en juicios, en competencia, en ganancias y pérdidas, a un sistema de creencias más cooperativo, más amable, más humano. Un sistema en donde no estás separado del otro, sino que eres parte de él, tanto como él es parte de ti. Duele. Pero lo que duele es ver la ilusión quebrándose en mil pedazos. Lo que duele es parir la realidad. Vaciarte de ilusión. Ya nunca más va a ser lo mismo, ahora te toca ver el mundo con una mirada más humana, más serena, y entender que todo es lo que tiene que ser.

 

Y esta nueva mirada, este nuevo Yo, se lo debo al Coaching.

¿Cuántos de nosotros no vivimos en una guerra innecesaria y sin fin?

¿Qué esperas para terminar con esa guerra y vivir en Paz?

 

Gracias

MENTALIDAD PROACTIVA - vs- MENTALIDAD REACTIVA

 

 

 

MENTALIDAD PROACTIVA – vs – MENTALIDAD REACTIVA

 

En el mundo de los juicios, son nuestras creencias las que potencian o limitan las posibles soluciones en el espacio en el que nos movemos. Uno de esos juicios, por ejemplo, tiene que ver con asumir una mentalidad proactiva vs una mentalidad reactiva.  ¿Qué sucede en cada situación?

 

Hay distintas maneras de resolver los problemas, y eso tiene que ver con la forma como se enfrentan las situaciones. Puedes enfocarte de forma que encuentres una posible solución de la misma, usando innovación, creatividad y teniendo una actitud responsiva ante el problema. O puedes ver la situación como imposible de resolver. En el primer caso, estarás asumiendo una visión proactiva, buscando soluciones, y en el segundo caso, tu visión será más reactiva, te mantendrás a la espera de que la situación se resuelva.

 

Bajo esa mirada, el enfoque proactivo conduce a buscar soluciones, es decir, nos lleva a ver los problemas como retos que podemos tratar de resolver de alguna forma. Los problemas no son irresolubles, son cuestionamientos a nuestra forma de entender el mundo. Eso abre infinitas posibilidades ya que con dicho enfoque, podemos encontrar respuestas, y aunque no resuelva el problema, por los menos nos enseña, que ese camino no era el apropiado.

 

En la mentalidad proactiva asumimos el control de la situación lo cual conducirá a mejores resultados. Cuando nos quedamos a la espera, nuestras posibilidades de solución, se reducen. En el caso de la mentalidad reactiva, estamos condicionados por las soluciones que están disponibles, lo cual nos deja poco margen de maniobra, y limita nuestras posibilidades de obtener resultados.  

 

Mentalidad Proactiva	Mentalidad Reactiva
Variedad de soluciones	Respuestas limitadas
Generamos nuestras posibles respuestas	Esperamos que se resuelva la situación
Tenemos margen de maniobra	Margen de maniobra limitado
Tenemos el control de la situación	La situación nos controla.
Mayor libertad de acción	Limitada capacidad de movimiento.
Eres responsable de la solución	La responsabilidad no está en tus manos.
Usa la Imaginación y la Creatividad	Soluciones probadas.
Construye nuevas historias	Se apega a las viejas historias.
Disposición critica	Acepta las imposiciones

 

 

La decisión de tener una mentalidad proactiva está en tus manos, el control de la situación, depende de ti. A la hora de enfrentar el problema, date cuenta que la realidad es neutra, que no debe haber implicaciones personales en las posibles alternativas de solución, y que puedes decidir cómo manejar los problemas sin que esto genere mayores quiebres.

 

Recuerda que somos seres interpretativos, que nos movemos en mundos con infinitas historias personales, y que los juicios que hacemos nos empoderan o limitan. Trata de vaciar de juicios la realidad y busca las alternativas de solución más convenientes al problema.

 

Un gerente proactivo evalúa soluciones y enfrenta a los distintos escenarios que se le presentan. Busca alternativas y las somete a prueba. No se estanca ante situaciones, apela a la creatividad y al ingenio para generar nuevas respuestas a nuevos o a viejos problemas.  Un gerente reactivo, espera que las soluciones se presenten. Se queda estancado en viejos patrones que no ofrecen la respuesta adecuada a los nuevos retos que se enfrentan.

 

 

Síguenos por Instagram: @coach.digital.vzla; Blog: https://coach-digital.blogspot.com