COACHING - LO PASADO... PISADO

 

SOLO VEO EL PASADO 

(UCDM-L.7).

 

Al principio nos cuesta entender esta idea. Sin embargo, cuando nos damos cuenta, vemos que nuestras ideas se encuentran enfocadas en el pasado.  Cuando pensamos en algún objeto, en lo que vemos, en lo que creemos, en lo que está en nuestra mente, entendemos que nuestras ideas están referidas al pasado.

 

De hecho construimos el futuro usando como referencia al pasado.  De forma que, por ejemplo, imaginamos el futuro como una extensión del pasado. Cuando eso no sucede, nos sentimos incomodos. En parte, no nos permitimos abrirnos a la creatividad y descubrir lo que el mundo tiene para ofrecernos.  Nos empeñamos en hacer de nuestra vida una copia de lo que ya hemos vivido, representando el futuro como una malograda extensión del pasado.

 

Esto es resultado, en parte de la idea que tenemos del tiempo, ya que nuestro aprendizaje está referido a algo que vivimos o que hicimos en algún momento.  Toda referencia de nuestra experiencia, tiene que ver con alguna situación que vivimos en el pasado.  El inconveniente es cómo podemos entender que las situaciones cambian y que si queremos que eso suceda, tenemos que interpretar la vida de forma diferente de lo que ya la vivimos.

 

En parte, esta forma de ver el mundo tiene que ver con la manera como hemos aprendido a razonar.  Nos cultivamos con experiencias vividas en el pasado. Por ejemplo, vemos una taza, y buscamos en nuestra memoria todo aquello que sabemos de una taza:

·         Sirve para tomar bebidas.

·         Tiene un asa por donde se agarra.

·         Es suave al tacto.

·         Puede aguantar altas temperaturas.

·         Podemos colocar nuestros labios en el borde de la taza.

·         Puede quebrarse si se cae.

·         Es de distintos materiales.

·         Algunas de ellas significan algo especial para nosotros.

·         Las podemos usar como regalos.

·         Podemos recibirlas como regalos.

·         Etc.

Entonces, cuando vemos algo que se parece una taza, le damos todas esas características, basadas en nuestra experiencia previa, y podríamos preguntar ¿estamos viendo realmente la taza?, o ¿Estamos viendo la imagen que tenemos en nuestra mente acerca de la taza?

 

Nos hemos educado a pensar de forma completamente lógica, es decir, pensamos en términos de causa-efecto, en otras palabras, creamos proposiciones que generan una causa, y el efecto resultante es la conclusión de dicho razonamiento. Entendemos que  si las proposiciones del argumento son verdaderas, y el razonamiento del mismo es correcto, entonces nuestra conclusión es verdadera.  Y eso lo extendemos en todas nuestras aplicaciones.

 

Por tanto, tenemos una forma de pensar lógica que conecta la causa con el efecto, y de alguna manera en los últimos años nos ha llevado de la mano a generar resultados lógicos, ya que las observaciones o inferencias forman parte de las proposiciones que luego integramos en los argumentos, para poder tener una conclusión determinada. Esto también forma parte integral de nuestra forma de pensar, ya que por ejemplo, entendemos que el pasado debe suceder antes del futuro, lo cual, nos impide imaginarnos ¿cuál podría ser nuestro futuro creado?

 

Si entendemos que la realidad es neutra, podemos pensar que existen infinitas posibilidades de que suceda cualquier cosa, en ese espacio-tiempo. Lo que acontece es que estamos acostumbrados que solo ocurra aquello que creemos que debe acaecer y que se parece, por ejemplo, al pasado conocido. No le damos la oportunidad a la realidad de conectarse con las nuevas y múltiples alternativas disponibles. Dentro de esas alternativas disponibles por ejemplo puede estar la sanación de una enfermedad, si somos capaces de cuestionar nuestras creencias y entender que todo es posible. O podemos crear nuestro futuro, imaginando qué cosas queremos tener en él.

 

Si nos atamos al pasado, estaremos condenados a repetirlo. Ya que lo único que entenderemos por realidad es aquello que reproduce lo conocido. Sin embargo, si nos comprometemos a cambiar, es muy posible que encontremos respuestas diferentes a las mismas preguntas de siempre.

 

Me encanta la forma como los niños enfrentan el día, con una mirada nueva y listos para ser sorprendidos por todo lo que ocurre, abiertos como esponjas, dispuestos a develar las sorpresas del día, a sentirse felices con cualquier situación que les toque vivir.

 

PREGUNTAS:

1.    ¿Cómo enfrentas tu diario devenir?

2.    ¿Estás dispuesto a crear nuevas oportunidades en tu vida?

3.    ¿Cómo enfrentas el nuevo día?

4.    ¿Con nuevas intenciones?

5.    ¿Con miedos?

 

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