¿QUE SON LAS
PROFECÍAS AUTO-CUMPLIDAS?
Nos encontramos muchas veces que algo
que creemos va a suceder de cierta manera, simplemente ocurre, sin que tengamos
forma de entender como lo sabíamos.
Nuestras creencias actúan creando
patrones que solo nosotros podemos ver, y todo lo que vemos nos indica la forma
como esas creencias se reproducen. Dichos
patrones están auto contenidos. Esto se debe a que la trayectoria neuronal está
perfectamente definida, generando así las típicas respuestas que esperamos.
Puedo pensar, por ejemplo, que algo va
a salir mal. Sin lugar a dudas, esa profecía en lo que sea que estemos haciendo,
sale de esa manera. No importa cuánto bienestar exista en nuestra vida, solo
nos enfocaremos en aquello que creemos que va a salir mal.
O todo lo contrario, podemos hacer una
profecía de que todo va a salir a pedir de boca, y por consiguiente, nuestra percepción
estará enfocada en aquellos aspectos completamente positivos de nuestra
experiencia, y con seguridad todo saldrá tal como lo planificamos.
En ambos casos, podemos decir que
nuestro inconsciente actúa de forma de demostrarnos que estamos en lo correcto.
Si no llegase a suceder aquello que creemos, pondríamos en duda parte de
nuestra historia personal. Por lo tanto, aquello que ocurre está garantizado
por nuestro inconsciente, a fin de mantener la coherencia de nuestra historia.
Entonces, podemos decidir entre el
malestar y el bienestar. Pero como somos
inteligentes, decidimos enfocarnos en el bienestar.
De allí el poder de las afirmaciones,
pedimos lo que queremos y dejamos que el Universo nos vaya indicando el camino
apropiado. Veremos cómo se presentan distintas
posibilidades; como nuestra atención está colocada en aquellos aspectos que nos
interesan, estaremos orientados a alcanzar aquello que nos habíamos propuesto.
Tenemos dos tipos de pensamientos
promotores:
1. La vida está a mi favor.
2. La vida está en mi contra
En cualquiera de los dos casos, este
pensamiento se establece desde edad temprana, y solo podemos cambiarlo si somos
firmes y constantes al trabajar con ellos.
Hay distintos tipos de práctica que me
pueden indicar si la vida está a mi favor o en mi contra. Cuando me doy cuenta
que la mayor parte de mi vida esta signada por el bienestar, entiendo que “la
vida está a mi favor”. Si por el contrario, me enfoco en aquellos aspectos que
no son de mi gusto, es muy probable que solo vea aquellas situaciones que me
molestan y me repita de forma desconsolada: “la vida está en mi contra”.
A veces me encuentro con personas que
tienen el síndrome de la víctima, o del no merecimiento, el de nada es lo suficientemente
bueno, todo el mundo los engaña, están
deprimidos, viven en guerra con el mundo, o sienten que su vida es un completo
drama. Para ellos obviamente la vida está en su contra. Y la pregunta que sigue
es: ¿Qué causó esa percepción en tu vida? Las raíces de esas percepciones están en las
heridas que los afectaron en la infancia, y que se pueden resumir en cinco
posibilidades:
1.
Herida
de abandono.
2. Herida de rechazo.
3. Herida de humillación.
4. Herida de traición.
5. Herida de injusticia.
Cada una de ellas está alimentada por
el miedo, que se muestra agazapado de distintas maneras en cada una de esas
heridas. Pero sin duda alguna, tiene que ver con los siguientes miedos, ya sea
uno de ellos o alguna combinación:
1. Miedo a perder.
2. Miedo al rechazo o al éxito.
3. Miedo a no ser lo suficientemente bueno.
4. Miedo a no ser valorado.
5. Miedo a la pérdida.
6. Miedo a ser traicionado.
7. Miedo al poder.
El miedo siempre está acompañado por
el juicio de la “amenaza” ya sea nuestra integridad, a nuestra persona, a lo
que tenemos, queremos o creemos. Por lo
tanto, hay que revisar como esa amenaza nos está afectando, o de qué manera lo
estamos interpretando.
Cuando somos capaces de verlo, podemos
soltar esas cadenas que nos atan a los miedos, y convertir las situaciones de
la “vida no está a mi favor”. La vida es
bienestar; solo aquello que nos afecta es lo que creemos que nos molesta de
forma ineludible.
SER à HACER à TENER.
Tenemos dos posibles mentalidades:
1. Mentalidad del Hacedor.
2. Mentalidad del Triunfador.
Normalmente, en esta sociedad se nos
enseña a trabajar con la mentalidad del Hacedor, es decir, aquella mentalidad
que se enfoca en el Hacer para poder Tener.
Esta es la mentalidad del trabajador, la cual es manipulada por la
sociedad con la finalidad de disponer de mano de obra barata alcanzar sus
metas. Este enfoque es el de hacer, hacer y hacer hasta lograr los objetivos. Este
enfoque se orienta a que nos dediquemos toda la vida a trabajar, y dejemos de
emplear nuestra capacidad creativa para alcanzar lo que deseamos. Somos peones
de la sociedad, ya sea que trabajemos para otros o para “nosotros mismos”. Vivimos
para pagar y ser carne de cañón de los triunfadores. Pero no importa; somos los consumidores ideales
para todos aquellos productos que quieren vendernos, la mayoría de ellos inútiles.
Sin embargo, con la finalidad de manipularnos y alienarnos, hábilmente, han
logrado que seamos dependientes de ellos, y nos ayuden a pensar en lo que
alcanzaremos siempre “el día de mañana”, nunca el día de hoy. Nos llenan de
miedos de forma constante, y a través de ellos nos manipulan persistentemente. Como
borregos, somos conducidos de la vida a la muerte, alienados, engañados, sintiéndonos
felices por aquello que hemos alcanzado.
En cuanto a la mentalidad de triunfador,
pocos lo tienen o la desarrollan. Hay quienes aparentan ser triunfadores, pero
son unos buenos asalariados. Los triunfadores
son aquellos que miran lo que quieren alcanzar, no la forma de alcanzarlo. El trabajo
para alcanzarlo, lo dejan en manos de los trabajadores a quienes les encanta
hacer. Ellos son los creadores,
innovadores, inversionistas, políticos, soñadores, artistas, que ven más allá
de sus propias narices y se dan cuenta rápidamente de lo que necesitan para
alcanzar sus sueños. Se proponen una meta y la alcanzan a través de su visión de
logro. Se enfocan en el Ser. Cuando son
capaces de cambiar lo que son, alcanzan sus metas.
Los triunfadores son apenas un 2% de la
sociedad. El resto está integrado por los hacedores o trabajadores. ¿A cuál
grupo deseas pertenecer?
PREGUNTAS:
1. ¿Cuáles son tus profecías auto cumplidas?
2. ¿Qué te impide alcanzar tus sueños?
3. ¿A qué te enfocas: al Ser, al Hacer o al Tener?
Nuestro trabajo es empoderarte. Apoyamos tu crecimiento y desarrollo personal para que alcances tus metas, Te acompañamos en tu proceso de crecimiento y te ayudamos a crear las herramientas que necesitas para poder ampliar tus horizontes.
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