LA DESTRUCCIÓN DE VALOR GENERADA POR LA INFLACIÓN.
No hay duda alguna que uno de los
efectos más perniciosos de la inflación es la forma como destruye valor. Y, ¿Cómo
lo hace?
El aumento de precios y la pérdida generalizada
de la capacidad adquisitiva de la moneda, genera un factor que afecta las
utilidades generadas en la empresa, y los sueldos y salarios de las personas. La tasa de inflación se comporta como una
tasa de interés negativa que afecta las utilidades.
Normalmente, en situaciones de inflación,
en las empresas, se reducen las cuentas por cobrar con la finalidad de evitar la
pérdida constante de valor. De la misma manera, la valoración de inventarios,
se ve afectada, ya que deben ajustarse, para evitar vender generando utilidad
negativa, como resultado de los ajustes del precio de compra. Eso puede llevar
a sobrecargarse de inventarios, para las ventas que tiene la empresa, generando
ineficiencias. Sin embargo, desde el punto de vista operativo, es una manera de
protegerse de los efectos de la inflación.
Cuando vivimos en situaciones de distorsión
cambiaria, los efectos son aún más dañinos, ya que no existe manera de drenar
apropiadamente la liquidez de la moneda.
Por otro lado, si la empresa tiene
deudas, a corto, mediano o largo plazo, tienes suerte si las tasas de interés no
están indexadas a la inflación. De otra forma te conviene hacer los arreglos
necesarios para poder cumplir con tus objetivos financieros y mantener las
ganancias ajustadas.
Una de las situaciones que más afectan
a las empresas, es que la información contenida en los estados financieros, no
tienen muchas veces ningún sentido; dichos estados deberían estar ajustados por
inflación para que puedan tomarse en cuenta.
Que tengas más dinero en cantidad, no garantiza de ninguna manera que
tengas mayores utilidades que el periodo contable anterior. Simplemente, estas
utilidades están afectadas por la inflación, y si no logras hacer las correcciones
necesarias, lo más probable es que la información que estas manejando no sea real,
y entregues información incorrecta a los inversionistas de la empresa.
La inflación se comporta como uno de
los impuestos más recesivos y agresivos que puede haber en una economía. Sin piedad
ni permiso, mete la mano en el bolsillo de los contribuyentes, y como estos
ajustes de precios se reflejan en toda la economía por igual, los servicios que
debe ofrecer el estado a sus ciudadanos son cada día de peor calidad. Es por eso que el estado hizo el ajuste a
moneda dura (petros), de toda la carga impositiva. De la misma forma que la
empresa privada necesita ajustar sus finanzas, lo mismo sucede con las
instituciones públicas.
Sin embargo, el más afectados es sin
duda el ciudadano de a pie, el trabajador, el empleado, quien ve reducido su
ingreso, como consecuencia de la acción desmedida de la inflación. Y de hecho,
es el último de la cadena en poder hacer ajustes, ya que depende de unos
ingresos, que la mayoría de las veces no se ajustan a la misma velocidad que la
inflación, y en la mayoría de los casos, estos ajustes dependen de variables
fuera de su control, para que realmente sean importantes y pueda recuperar su
capacidad adquisitiva. Por otro lado, los ahorros de las personas naturales, se
diluyen como el agua en un ambiente inflacionario, ya que las tasas de interés que
paga el sector financiero usualmente están por debajo de la tasa de inflación,
en cuyo caso, mantener el dinero en el banco, conlleva a la perdida de la capacidad
adquisitiva de ese dinero, a menos que la tasa de interés que pague la institución,
esté por encima de la tasa inflacionaria.
Sin duda alguna, la calidad de vida se
ve afectada ya que cada vez el individuo compra menos y paga más, lo cual
repercute en la necesidad de hacer ajustes.
El último eslabón de la cadena en este caso es el consumidor, el que paga
los ajustes por inflación, y las malas políticas económicas del estado, quien
es el único responsable. Con esto no
quiero decir que en la cadena de producción y comercialización no haya
responsables o especulación, pero es importante mencionar que la política monetaria
está en manos del Gobierno, y no hay otro responsable más allá de él mismo.
En un próximo artículo hablaremos de cómo
hacer para protegerte de la inflación.
CONTACTO
Si quieres seguir recibiendo
información o te pareció valioso este artículo, nos lo puedes hacer saber a
través de un comentario a nuestro botón de contacto, nos puedes seguir en este
blog, o en nuestra página web www.coaching-negocios.com. Con gusto te
mantendremos informado de nuestros artículos y noticias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario