A MIS QUERIDOS ESTUDIANTES
(SOBRE TODO LOS DE LÓGICA)…
En primer lugar agradezco la oportunidad y la experiencia que significa para mí poder darles clases. Es una decisión del Universo que yo esté aquí con ustedes, y disfruto la experiencia enormemente.
La práctica docente es muy gratificante y retadora, ya que exige trabajar los diferentes matices de la relación profesor-alumno. Y para mi es significativa, ya que el contacto con los estudiantes, enriquece y estimula mi forma de pensar. Siento que debo estar en modo de Aprendizaje Continuo. Sus preguntas, actitudes y comportamientos reflejan lo que esta nueva generación tiene para ofrecer en el futuro. Por supuesto, esto implica un compromiso de mi parte que trato de asumir de la mejor manera. Y en el caso particular de cursos en línea, luego de la trayectoria que hemos transitado, siento que estamos bastante preparados.
Por supuesto, la relación profesor-alumno es una relación en dos direcciones. Me refiero al significado que tiene tanto para ustedes como para mi asumir las responsabilidades y compromisos que corresponden, en este caso a las evaluaciones asignadas. Y sobre este tema quiero ahondar un poco dada la importancia que para mí tiene el tema de la ética y la responsabilidad en el futuro de una sociedad.
Entendemos por ética aquella serie de valores compartidos, que podemos decir que son intrínsecos en nuestros comportamientos, resultado de nuestros aprendizajes a lo largo de nuestra vida. Son aquellos valores fundamentales basados en el respeto, en la búsqueda de la verdad, en la transparencia, y en asumir compromisos. Tanto de un lado como del otro, es importante asumir un comportamiento ético que refleje justamente aquellos valores que compartimos. De mi parte, asumo el pacto de entregarles el material ofrecido a tiempo, respetar sus horarios de clase, y los acuerdos establecidos en relación a las evaluaciones pautadas, entregadas con suficiente antelación y de las cuales se les mantiene constantemente informado. Es más, el Plan de Evaluación de la materia se entrega el primer día de clase con la intención de que estén al tanto del procedimiento y de las reglas de juego.
Por otro lado, hablemos de la responsabilidad. Vamos a jugar con esta palabra por un instante y dividámosla en dos partes: responder con habilidad, que conduce a respons-habilidad. Podemos decir que es la habilidad de responder a los retos, compromisos y obligaciones que adquirimos en nuestro diario caminar. Si asumimos un compromiso ya sea tácito o explicito, y somos éticos en nuestro comportamiento, es importante dar respuestas, en otras palabras, tener la habilidad de responder. Las reglas están claramente establecidas; ¿Qué impide el cumplimiento de las mismas?
Como dice Stephen Dolley: “El que quiere hacer algo, conseguirá la manera; el que no, conseguirá una excusa”.
Alguien me dice que trabaja en el horario de clases. Lamentablemente esa persona sabía que ese horario le coincide con la clase. Si en su caso particular sabía que había una evaluación pautada para ese momento, ¿Cuál es la razón de reclamar algo que ella acepto desde un principio? Otro estudiante me dice que le dio a cerrar el examen, pero la aplicación se cerró antes de la hora. Si eso es así, probablemente en su caso particular se abrió antes de la hora. Si tienes una (1) hora para hacer el examen, cual es la razón por la que esperó al último minuto para entregar la evaluación. Otra persona me indica que respondió bien pero que la aplicación no tomo la respuesta, y solicita que le haga la modificación luego de la entrega. Lamentablemente no puedo cambiar ese resultado, ¿Qué impide que los demás estudiantes hagan la misma solicitud? ¿Es justo? La vida no es justa después de todo.
Les tengo una noticia estimados alumnos, la vida no es como queremos, ni hace lo que nos provoca. La vida sigue su curso con la mayor elegancia. No espera por ninguno de nosotros, ni hace favores especiales. Menos aun cuando ustedes, estudiantes del área de la Salud, son responsables de nada menos que de la calidad de vida de sus pacientes. ¿Qué harían entonces en esos casos con su responsabilidad? ¿Tendrían capacidad de respuesta, o esperarían que otras personas respondieran por ustedes? ¿O buscarían excusas?
La Universidad es en parte un entrenamiento, para lo que viene después, que es la inserción en el mercado laboral. En donde no hay excusas. Hay responsabilidades. Y de ustedes depende asumir con lógica, ética y responsabilidad sus obligaciones. A veces las clases se prestan no sólo para impartir o recibir un conocimiento específico, sino para asumir una enseñanza que nos beneficiará el resto de nuestras vidas. Los invito a preguntarse: ¿Qué puedo aprender de esta situación?
Quedo en deuda con ustedes por todo lo que me enseñan. Y estoy a su orden para escucharlos siempre con la mejor disposición.
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