¿Cómo hago para moverme desde A hasta B?
Normalmente nos preguntamos: ¿Qué me impide alcanzar mis metas? Hago todo lo necesario, todo lo que me dicen, y sin embargo sigo estando en una situación que me incomoda y no me permite seguir avanzar. Como puedo pasar de este estado donde me encuentro, a un estado de mayor posibilidades en el futuro. ¿Hay alguna manera? ¿Acaso soy yo el único que se hace estas preguntas?
No te ha pasado que estas en una situación A, y quieres moverte a una situación B que te ofrezca más oportunidades. Supongamos por un momento, que estas en un empleo que no te satisface por completo. Quieres tomar la decisión de dejarlo, pero te aterra quedarte sin trabajo ya que tienes muchos compromisos que cumplir. Sin embargo, cada minuto que pasas en tu trabajo te parece un suplicio, y te preguntas: ¿Cómo puedo hacer para dejar este trabajo y conseguir uno nuevo en donde me sienta mejor? ¿Qué debo hacer?
Si no tomas alguna decisión, puede que te quedes rumiando tu malestar, y te llenes de rabia por no poder salir de esa situación que te hace sentir incómodo. A la larga tu bajo rendimiento y probablemente tu actitud, hará que otro tome la decisión por ti, en cuyo caso, de no estar preparado puede que aquella decisión que no quisiste tomar a tiempo te afecte ahora.
Entonces, quizás deberías preguntarte, ¿dónde quiero ir? ¿A cuál estado quiero moverme? ¿Ese estado me garantiza un mayor bienestar? ¿Qué debo hacer para moverme a ese estado? ¿Qué debo aprender? ¿Qué debo cambiar?
1. Definir las Metas: Lo primero es saber dónde estoy y hacia dónde quiero ir. En este caso estoy fijando el objetivo, la meta. De la misma manera debo definir exactamente las sensaciones que estaría sintiendo en cada estado.
2. En qué estado me encuentro:¿Cuáles son las pruebas que determinan la diferencia entre el estado presente y el estado futuro? Esto tiene dos posibilidades:
a. Incongruencia: en el cual se determina que no están presentes las evidencias determinadas, por lo cual se retorna al punto de operación y se emprenden nuevas acciones o recursos.
b. Congruencia: en la cual observas la presencia de evidencias predefinidas, lo cual implica el siguiente paso: Salida.
3. Operación: es todo lo que haces para conseguir tu objetivo, tales como búsqueda o creación de recursos, acciones, los cuales se renovaran, cambiaran y aplicaran mientras se mantengan las incongruencias. Mientras más flexibles seamos, con más posibilidades contaremos.
4. Salida: Cuando el resultado satisface las evidencias del estado deseado entonces se sale del proceso y el mismo finaliza.
En este proceso de cambio hay que definir claramente cuál es el objetivo del mismo. Definir nuestras razones para ir de un estado presente a un estado futuro de más posibilidades.
Definir claramente las evidencias sensoriales del estado actual y del estado futuro. Proceder a elaborar un plan de acción, que claramente defina los pasos o las estrategias para salir de un estado y llegar al otro.
Y finalmente, hacer el seguimiento correspondiente a cada una de las acciones realizadas, y verificar que estén cumpliendo su propósito.
Cuando hablamos de las evidencias sensoriales, es necesario definir los juicios que nos afectan en cada estado, presente y futuro. Como sabemos esos juicios determinan las acciones que podemos realizar en cada uno de esos estados. Por consiguiente, el cambio de juicios es importante para generar acciones más poderosas.
En el caso que desarrollamos al principio, por ejemplo, está presente el miedo a no conseguir un empleo rápidamente que me permita pagar mis gastos. El asistido siente inseguridad de tomar esa decisión y, por lo tanto, afecta su rendimiento. Trabajar el juicio, significa ver donde apareció y cómo podemos cambiarlo para convertirlo en un palanca de acción, más poderoso.
¿Qué genera el cambio del Estado Presente al Estado Futuro?
Fundamentalmente hay dos posibilidades que podemos llamar fuerzas internas o externas. Veamos:
Fuerzas Internas. Las fuerzas internas son aquellas que generan movimiento en nosotros. Son situaciones que no nos satisfacen y que queremos cambiar. En este caso es muy probable que la iniciativa de cambiar de estado venga de nuestro interior. Por eso le llamamos fuerzas internas. Cuando nosotros nos decidimos a cambiar, somos capaces de generar aquello que hace falta para movernos de A hacia B.
Fuerzas Externas. Otras veces el cambio es resultado de transformaciones externas que nos llevan a movernos de un estado a otro para poder seguir adelante. Esos cambios no son propiciados por nosotros. En el caso del ejemplo, que citábamos al comienzo, al no tomar la decisión de cambiar del trabajo que no le gustaba, la empresa termina la relación con el empleado. Muchas veces lo que sucede es que estos cambios son imprevistos, y por eso nos preocupan y generan miedo. Sin embargo, de nosotros depende alcanzar la movilidad que necesitamos, y superar los juicios que limitan nuestra transformación.
Zona de Confort.
Entendemos como zona de confort aquel espacio en donde estamos acostumbrados a movernos, y nos sentimos tan cómodos, que nos movemos con total confianza, porque es perfectamente conocido. ¿Qué sucede cuando aparece una incomodidad o hay un cambio? Pues esto nos obliga a movernos de la zona de confort, y en muchos casos a ampliarla. Podemos decir que hay dos tipos de zona de confort hacia donde podemos movernos. Una primera es la conocida, que es aquella en la que normalmente nos encontramos. La segunda es una zona de expansión, y es el espacio donde podemos establecer nuevos aprendizajes. Como dice Leonardo Wolk en su libro El Arte de Soplar Brasas, esta zona implica una herida narcisista, ya que exige una declaración de “no sé”, que puede herir nuestra autoestima. Sin embargo, eso también nos puede llevar a pensar “hay algo que no sé, pero quiero aprender”, y en este caso el aprendizaje lo entendemos como un proceso de transformación.
Es importante para aprender tener adecuados contextos de amor, confianza, confiabilidad, respeto, compasión, humildad, donde la declaración de “no sé” sea concebida como una oportunidad. “No sé, pero me comprometo a aprender”. Esta es la actitud de un potencial líder
El Quiebre o el conflicto.
Cuando algo nos preocupa, nos inquieta, nos genera incomodidad, decimos que estamos frente a un quiebre. Normalmente nosotros nos movemos en transparencia. ¿Qué significa eso? Que nos movemos de forma automática, es decir casi sin pensarlo. Por ejemplo, estamos acostumbrados a manejar, sin estar pendiente de todos los detalles del manejo. Sin embargo, si conseguimos algún incidente en el camino, agudizaremos todos nuestros sentidos para resolverlo. En este caso, esa incidencia generará un quiebre o inquietud en nosotros que nos obligara a hacer uso de todos nuestros recursos para resolver la situación. Y es allí cuando cambia nuestra forma de ver el mundo, ya sea a través de un aprendizaje de habilidades y competencias o de uno transformacional.
El Aprendizaje.
En todo este proceso también está involucrado el Aprendizaje. Aprender es Actuar. Esto nos permite actuar de manera diferente a como lo veníamos haciendo, y a ser capaces de ampliar nuestra zona de confort. El Aprendizaje también es activo y dinámico ya que nos permite cambiar de forma constante cuando lo necesitamos. En nuestro oficio podemos hablar de dos tipos de aprendizajes que nos ayudan a crecer. Un aprendizaje que ayuda a ampliar nuestras habilidades y competencias, para mejorar nuestro desempeño. Otro que permite transformarnos porque es capaz de cambiar la forma como vernos las cosas. En este caso, podemos evaluar juicios o creencias que limitan nuestra capacidad de resolver problemas. A este Aprendizaje le llamamos transformacional, porque en este caso el observador quien es dueño del mismo, se transforma en el proceso, y se convierte en un individuo con más posibilidades.
Y ahora:
¿Alguna de estas ideas ha resonado contigo? Te has hecho preguntas como:
¿Cómo puedo mejorar mi desempeño?
¿Cómo puedo salir de esta situación incómoda?
¿Qué me impide alcanzar mis metas?
¿Qué limita mi capacidad de acción?
¿Cómo puedo manejar mis conflictos con las personas?
¿Cuáles son esos juicios o creencias que me están limitando?
Si es así, estás listo para una sesión de coaching. Hacerla te puede cambiar la vida cuando te das cuenta qué es lo que te está frenando. Sólo con la primera sesión puedes tener la posibilidad de ver soluciones diferentes. Si te interesa profundizar puedes seguir adelante. Ya estás listo para iniciar tu proceso de cambio.
CONTACTO
En Coaching-Negocios, estamos para apoyarte en tu crecimiento, desarrollo personal u organizacional, ayudándote a generar los cambios que necesitas, agregarle valor a tu vida y a tu negocio, ayudándote a alcanzar tu máximo potencial. Hacemos consultas en forma presencial o en línea. Nos adaptamos a tus horarios, para trabajar el tema que te interese. Contáctanos vía correo a coachingnegocios1@gmail.com. También puedes escucharnos, los martes de 9:00 am a 10 am, por Radio Capital 710 AM (www.radiocapital710.com). Puedes seguir mis cuentas de Instagram @coaching.negocios, twitter @cyber_negocios, y próximamente la página web www.coaching-negocios.com.