¿QUE ENTENDEMOS POR SALUD?

 

¿Qué ENTENDEMOS POR SALUD?

 

“En 1946 la Organización Mundial de la Salud aseguró que la salud era “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

Esta definición ha sido empleada durante mucho tiempo y es un buen referente cuando hablamos del tema de la Salud.

Sin embargo, leyendo al Dr. Carlos Jaramillo en su libro COMO, nos hace la siguiente acotación para el significado de la palabra: la salud es un estado de vitalidad positiva, de bienestar, en el que podemos sentirnos plenos, en armonía con nuestro cuerpo y nuestra mente; un estado en el que estamos totalmente conectados con nosotros mismos. Me gusta explicarlo así porque, por oposición, la enfermedad nos despersonaliza, nos hace sentir que habitamos un ser ajeno; así me lo han dicho centenares de pacientes: “Ya no sé quién soy, doctor. Vivo dentro de un cuerpo que ya no es mío”.  

 

Y eso es lo que pasa cuando nos sentimos enfermos, sentimos que estamos en un cuerpo que no es el nuestro. Por eso, nos sentimos mal. La Salud es un estado de equilibrio. Es un estado de equilibrio dinámico, entre dos extremos, la salud y la enfermedad. Si se quiere ambos estados conviven y se van ajustando a lo largo del tiempo.

 

Los médicos se debaten entre dos tendencias, aquella que simplemente ataca los síntomas, y trata de eliminarlos; y la tendencia de aquella medicina que trata de buscar y atacar el origen de la enfermedad, para conseguir una verdadera sanación.  Esta última, conocida como medicina holística o integral, ha ido ganando adeptos en nuestros tiempos. Y fundamentalmente tienen que ver con reconocer al Ser Humano como un Ser Integral formado por varias dimensiones completamente interconectadas.

 

Por ejemplo, los medicamentos son ayudas externas, son bastones, un soporte valioso, pero, la salud se construye desde el momento en que abre los ojos en la mañana hasta el instante en que inhala, exhala y agradece, al irse a la cama. La salud dependerá de sus hábitos. La salud no se prescribe; la salud se vive.  Estamos en este plano para aprender a vivir. Disfrute el espacio y el tiempo que tiene disponible.

 

Me gustaría agregar un pensamiento del Dalai Lama:

 

“Lo que más me sorprende del hombre occidental es que pierden la salud para ganar dinero, después pierden el dinero para recuperar la salud. Y por pensar ansiosamente en el futuro, no disfrutan el presente, por lo que no viven ni el presente ni el futuro. Y viven como si no tuviesen que morir nunca, y mueren como si nunca hubiesen vivido.”

 

Y me pregunto: ¿Y dónde queda la salud para ese hombre? ¿Cuál es el espacio para el disfrute de él y su familia? Por eso, a veces decimos que vivimos en una sociedad alienante.

GUERRA EN EL SIGLO XXI

 

GUERRA EN EL SIGLO XXI

 

Es difícil estar de espaldas a lo que sucede en el mundo. Como una vez dijera Friedrich Nietzsche: Nada humano me es ajeno.

Y qué podría ser más preocupante que un conflicto como el que estamos viendo en Europa en este momento. Lejos de decir quién puede tener o no razón en el conflicto, quien es el agresor y quien es el agredido, no puede sino preocuparnos que una persona pueda tomar la decisión sobre la vida de miles de personas, sin que sufra las consecuencias.

A pesar de que estamos en el siglo XXI, y hemos avanzado bastante en relación a la barbarie, todavía hoy tenemos que ver barbaros que por un pedazo de tierra o por una ideología barata, son capaces de asesinar seres humanos sin remordimientos.  Eso sí, ellos nunca son capaces de pelear, envían a otros inocentes a hacerlo.

No soy especialista en el tema internacional, y mucho menos en la escalada de conflictos bélicos o en el tema de Rusia y Ukrania. Pero si creo en la soberanía de los pueblos, y en este caso hay un pueblo agredido que tiene derecho a ser soberano, tal como lo ha sido desde hace más de 20 años. Si creemos en la libertad, como nos enseñó Bolívar, debemos ser coherentes, y defender la libertad en cualquier lugar que pueda ser amenazada.

Ya vimos desde hace dos años, el poder de la globalización.  Nada humano me es ajeno, vuelvo a repetir.  Lo que sucede en un punto de este planeta, inmediatamente tiene repercusión en otro. Pero parece que los líderes de los distintos gobiernos aun no lo han entendido. Y tarde o temprano tendrán que ser reemplazados. Fijémonos como apenas a días de haberse iniciado el ataque militar, la cantidad de países que se han involucrado de una forma u otra en el conflicto. Nada es tan fácil como parece.

Eso apenas está comenzando, y aún no hemos medido la devastación y las consecuencias económicas que traerá este conflicto, pero sin duda van a ser muchas. Las secuelas del mismo están por verse, y en poco tiempo comenzaremos a sentir las repercusiones de esta desacertada decisión de hacer una guerra en pleno siglo XXI. La pregunta a hacer en el futuro es ¿Por qué no se agotaron los medios diplomáticos para evitar el conflicto armado? ¿Cuál es el papel de las instituciones en el mundo? ¿Cuál es el papel de las supuestas potencias que tienen la potestad de declarar la guerra a países más pequeños en el mundo? ¿Cuál es el derecho que ellas tienen para decidir sobre la vida de millones de personas impunemente? Estas preguntas están por responder.

Lo triste de esta situación, es que esto puede escalar a dimensiones nunca antes vistas por la humanidad. No sabemos cuáles son los verdaderos planes, ni los escrúpulos de los involucrados, o las repercusiones. Pero al final de esto, todos vamos a participar en el conflicto de una forma u otra. Aún no hemos entendido el poder que tiene la globalización y la información.

Si hay algo que destacar es la cantidad de información que está fluyendo por las redes, que se han convertido en el medio informativo por excelencia. Sin embargo, cuáles de esas informaciones son verdaderas o falsas, es harina de otro costal. Hay usuarios de las redes que creen que esto es un show y fundamentalmente hacen reportes vacíos de lo que sucede. O están ganando seguidores ¿? Hay otros que creen que esto es una fiesta de fotos, y vemos imágenes por todos lados, y a veces me pregunto, ¿qué estoy viendo? ¿Qué es verdad? ¿Qué es mentira? ¿Una guerra en fotografías?

La verdad es que lo que sucede no es algo tan banal como una película, o una serie de Netflix, o de cualquier otro canal de diversión. Esto es la vida real, y no debe ser mediatizada. Es noticia, pero no es juego. Hay personas, seres humanos que se están arriesgando, y que van a desaparecer o a sufrir como consecuencia de la ambición desmedida de unos pocos. Otros tienen que abandonar sus hogares, familia y huir a otros países para poder seguir vivos. Rezo por que reine la consciencia, la ecuanimidad y el equilibrio en la humanidad, y que esta situación se resuelva rápidamente y de manera beneficiosa para todos nosotros.

Estamos aquí para servir y apoyar a todos aquellos que así lo requieran. Creo en el Ser Humano, y que saldremos fortalecidos de esta película de terror que nos ha tocado vivir.

EL OFICIO DEL COACHING

 

EL OFICIO DEL COACHING

 

Ayer un amigo me pregunto ¿qué es eso que llaman Coaching? ¿De dónde salió ese nombre? ¿Qué significa? Con mucho gusto me senté con él y trate de explicarle qué es lo que para mí significa el Coaching, y porque en los últimos años ha acaparado mi atención.

 

Coaching es una experiencia de aprendizaje que se trabaja a través de una conversación estructurada, entre dos o más personas.  La palabra viene de un anglicismo, Coach, que se aplica fundamentalmente al entrenador deportivo, y cuyo objeto es acompañar y desarrollar al máximo las capacidades de los deportistas.  Detrás de cada uno de esos deportistas de élite que tanto admiramos, existe un coach que ha estudiado el detalle de cada jugador y ha aplicado las técnicas apropiadas para convertirlo en una estrella. El Coach es un Agente de Cambio que desarrolla el máximo potencial de su cliente.

 

Así se popularizo ese nombre y se fue aplicando inicialmente en temas de negocios, y luego ha abarcado toda una amplia gama de ejercicio desde el trabajo con el Ser, parejas, de vida, salud, empresas, organizaciones, etc.

 

Por supuesto, ha habido desarrollos y técnicas interesantes que han convertido al Coaching en un oficio de servicio. Además, es importante que el Coach trabaje mucho en su interior para poder servir de forma apropiada al otro.

 

En el argot del Coaching decimos que cuando el asistido nos trae un quiebre, de alguna manera refleja un tema pendiente de trabajo. Con el tiempo, aprendemos a reconocer asuntos que nos son afines e importantes para nosotros, y que merecen atención previa o un trabajo adicional.

 

En el acompañamiento al otro descubrimos también que tenemos que manejar emociones, tanto las nuestras como las de nuestro cliente, de forma que nos entregue la información necesaria, para resolver las inquietudes del asistido de forma apropiada. Por supuesto, hace falta un trabajo interior previo y estar preparado ante lo que se presente. Nos obliga a estar actualizados en varios temas, dependiendo de cuál sea nuestra área principal de atención.

 

La labor del Coach no se improvisa. Se trabaja a consciencia. Se hace con el propósito de darle al cliente el mayor beneficio posible de la sesión. Y por supuesto, dependiendo de cómo se desarrolle la conversación, podrán trabajarse inquietudes cada vez más profundas en el asistido, que le permitirán ampliar sus posibilidades de crecimiento y desarrollo en los distintos espacios en los cuales se desempeña.

 

Recordemos que el Coaching no es terapia, ni tampoco receta fórmulas mágicas para resolver problemas.  Es trabajar el aprendizaje y buscar el “darse cuenta” del asistido, que le permita empoderarse y descubrir nuevas formas de hacer las cosas. A esto se le da el nombre de Aprendizaje Transformacional.  Y este aprendizaje se logra desde la contención amorosa y la ausencia de juicios, que permite al cliente asumir sus inquietudes con total transparencia. El proceso de Coaching es para asistido, y nuestra labor como Coach es estar allí para él, para atenderlo y lograr su crecimiento personal.

 

Anteriormente el Coaching se manejaba como una conversación que tenía lugar en una oficina, o en un salón privado en donde podrían reunirse para conversar sobre el tema en cuestión. Hoy, y gracias a la maravilla de la tecnología, podemos hacer sesiones de Coaching desde nuestros laptops o teléfonos inteligentes, con personas en distintos espacios.  Y esto introduce una nueva manera de ver las cosas que es lo que conocemos ahora como Coaching Digital, o pudiéramos decir de la era digital. Cada vez más, la tecnología nos ayuda a ver nuevas posibilidades que permiten expandir nuestras capacidades.

 

Si aún no has tenido la oportunidad de participar en una sesión de Coaching, te invito a hacer la prueba, y ver el cambio que se produce en ti al ver el mundo de forma diferente. Como decimos en el Coaching, cuando somos capaces de interpretar el mundo de otra manera, nuestra manera de ver el mundo cambia completamente.

 

Lo único que nos separa de nuestras metas son nuestros juicios limitantes. Y lo único que impide que trabajemos esos juicios es que nos decidamos a hacerlo.  Simplemente agarra de tu mano la oportunidad de cambio.

EL COACHING AMOROSO

 

EL COACHING AMOROSO.

 

El acompañamiento amoroso del Coach permite que la sesión de Coaching se convierta en una experiencia de aprendizaje. Ese acompañamiento se da desde la cercanía, la confianza, la transparencia del proceso que permite ir descubriendo en el asistido nuevas posibilidades, nuevas competencias.

Ese acompañamiento amoroso permite trabajar desde el respeto, la legitimación, y de un lugar libre de juicios, aquellas inquietudes que tiene el asistido. De esa manera, se va abriendo en ese espacio la confianza y la disposición del coachee para aprender del proceso, y atreverse a ir cada vez más profundo.

Sin lugar a dudas en el desarrollo de la sesión, podemos acercarnos a temas delicados que tocan fibras sensibles del asistido. Sin embargo, aquí aparece la contención compasiva del coach, quien debe ser capaz de seguir adelante y llevar a buen término la sesión.

Y no es que el coach se convierta en una persona insensible, todo lo contrario. El coach trata de ser el espejo de su asistido desde la mayor conexión y sensibilidad, apreciando desde su mirada lo que sucede, con la mayor de las consideraciones, a fin de ofrecerle una interpretación apropiada.

Nosotros los coach no hacemos terapia. Ese no es nuestro trabajo. Desde el universo del aprendizaje queremos mostrar alternativas. Y tratamos de que el asistido pueda darse cuenta de ellas. De forma que descubra nuevas maneras de hacer las cosas que ya está haciendo, pero desde otro espacio de consciencia. Por eso, me identifico cuando se define al Coach como Agente de Cambio.

Hace tiempo pensaba que la zona de confort era como un espacio que te limitaba, y entendía que ampliarla de alguna manera significaba dar un salto que te podía conectar con algo más grande, separado de la actual. Sin embargo, hoy entiendo que ese salto lo que hace es ensanchar tu experiencia, tu conocimiento, tu conciencia. Cuando la zona de confort crece, te permite manejar, además de las viejas competencias, nuevos y más poderosos aprendizajes. Eso es lo que al final esperamos de una sesión de Coaching.

LA CAJA DE PANDORA

 

¿QUE PASA CUANDO ABRIMOS LA CAJA DE PANDORA EN EL COACHING?

 

Muchas veces cuando estamos en sesiones de Coaching en el proceso de articular quiebres, vemos apenas el quiebre superficial que trae el asistido. Sin embargo, si atinamos a articular el quiebre correctamente y vamos indagando de forma vertical, nos damos cuenta de que pueden aparecer otras inquietudes más profundas e importantes que la que se está trabajando. A esto le llamo abrir la Caja de Pandora. Se presentan ante nosotros varias posibilidades, que nos ofrecen distintas alternativas.  Una de ellas es re-articular el quiebre, otra podría ser guardarlo para una próxima sesión. Como Coaches tenemos que ver que es lo que sucede, y cual de esos quiebres que ahora aparecen puede ser el responsable del quiebre inicial, o seguir profundizando con el que comenzamos y dejar los otros para sesiones posteriores.

Lo importante de ver estas inquietudes y entender que son juicios más emociones presentes en el asistido, es que los mismos son generadores de quiebres quizás más sutiles, pero cuando tratamos de entenderlos nos falta alguna pieza, o alguna declaración que no hemos encontrado aún.

El quiebre maestro, o quiebre profundo está claramente relacionado con una emoción. Y como digo, siempre puede ser declarado como un titular de prensa, por ejemplo, miedo a la incertidumbre, miedo a perder el control, miedo a ser traicionado, tristeza por la perdida, me siento culpable por los resultados, estoy avergonzado por lo que hice, etc. De alguna forma, si indagamos lo suficiente podemos descubrir la raíz del quiebre que muchas veces tiene que ver con algún miedo. Y ese miedo, normalmente es aprendido, como resultado de alguna interpretación equivocada a un evento que sucedió en la infancia. De allí nace la historia.

¿Qué tanto tienes que profundizar para llegar a ese quiebre maestro? Pues, lo que te permita el asistido. El asistido es el dueño de la sesión de Coaching y tú como coach eres tan solo un canal a través del cual él va a aclarar una situación o realizar un aprendizaje transformacional. Él es el que decide cuándo es suficiente. Y hay que entender que esto funciona de esta forma.

Idealmente,  a través de una breve indagación en la articulación, podemos tratar de determinar ese quiebre profundo. Y de allí avanzar con cautela en las preguntas. Pero si eso no sucede, la indagación posterior va a ayudar a conseguir eso que está inquietando al asistido, y es donde podemos seguir profundizando en la indagación.

Finalmente, determinar la incompetencia en la interpretación es resultado de cómo desde mi mirada yo veo la situación del asistido. ¿Qué es lo que yo siento que le hace falta aprender? Y cuando interpreto, con el mayor de los respetos le entrego mi mirada para ver si eso le hace sentido.

Podemos tratar varios quiebres en una sesión de Coaching. Pero no es recomendable. A veces cuesta el “darse cuenta” de una sola incompetencia. Poco haríamos trabajando dos o más. Por respeto al asistido y a su proceso, y esta es mi opinión, es preferible dejarlo para otra sesión, aun cuando se lo puedo hacer ver al final de la sesión de Coaching, que está haciendo en este momento.

En resumen, la caja de Pandora o la caja de sorpresas es algo que vemos comúnmente en sesiones de Coaching. Y es algo con lo que nos vamos a encontrar muchas veces.

CLARIDAD DIAFANA

 

CLARIDAD DIÁFANA.

 

¿Quién soy Yo verdaderamente?

¿Dónde estoy?

¿Qué tengo?

¿Qué creo?

 

En ese Yo soy está incluido todo aquello que me perturba ciertamente. Ese Yo soy, ese EGO ha creado la ilusión de la separación. Esta ilusión es un sistema de pensamiento organizado que establece su existencia, pues parte de ella. Por lo tanto, lo que hace es validarla.

La separación nos dice que estamos aislados del resto del mundo. Y ese estar aislados nos convierte en seres completamente vulnerables. Eso nos hace sentirnos deprimidos, solos, abandonados, en desasosiego, ansiosos, preocupados, desamparados, infelices, y con una enorme sensación de sufrimiento.  Es el Miedo el que abre sus alas al sentirnos completamente a merced de lo que pueda suceder. Y como el miedo emplea los mecanismos que tiene en sus manos para justificarse, echa mano de todo lo que encuentra para mantener activa esa ilusión.

No existe separación, existe la creencia de que la ella existe. Contradictorio es creer que algo que existe no existe, y viceversa, recordemos de Un Curso de Milagros:

Nada Real puede ser amenazado.

Nada Irreal existe.

En eso consiste la Paz de Dios.

Cuando le damos existencia a algo, y creemos que eso existe, vemos las consecuencias de algo que no existe. Tu santidad y sanación tiene que ver con aquello que es Real en ti.

Ríete de los pensamientos de miedo, ya que ellos son inventados por ti. No tienen por qué molestarte, ya que no existen. Profundiza en ti, busca la verdad. Tus miedos derivan de tus dudas, y ellas provienen de aquello que viviste e interpretaste de forma inapropiada o inadecuada.

Hay eventos que sientes que te marcaron. Esos eventos te hicieron sentir mal. Eso significa para ti, cosas diferentes cuando sucedieron a lo que significan hoy en día. Tú eres perfecto tal como eres. Hay muchas cosas que puedes hacer, crecer, evolucionar, desarrollar, tan solo con atreverte.

Es importante hacer introspección y verificar que fue lo que sucedió. En primer lugar hay todo lo que se hace tiene intenciones positivas. Por lo tanto, nada de lo que te haya sucedido fue realizado con maldad. La apreciación tuya es lo que cambia el significado de lo sucedido.

Por ejemplo, si tu madre sufrió tempranas perdidas ella será sumamente protectora, porque siente la necesidad de proteger aquello que quiere. No lo hace en el sentido negativo, sino por el miedo a perder lo que tiene y a  atravesar la perdida como resultado de esa situación. Por lo tanto, para ella es natural sobre proteger. Que eso sea bueno o malo desde el punto de vista de quien es protegido, es otra situación, pero sin duda alguna no hay mala intención en esa situación.  Por supuesto, el aprendizaje que tendrás ante esos eventos es diferente, a que tu madre te enseñara a trabajar con la confianza. Pero en este caso, es el miedo el que aparece, y el que controla la situación de alguna manera, generando un aprendizaje inadecuado.

También el sentimiento de pérdida está vinculado a la existencia de la separación. Por lo tanto, sin duda alguna esa separación es parte de tu vida, ya que lo aprendiste, así como los miedos asociados.

En ese caso, ¿Qué puedes hacer? Te corresponde trabajar el miedo y el aprendizaje y entender que no hay nada que te pueda proteger de ese miedo, a menos que desaparezca la razón de la existencia de mismo. Y eso es fácil, es tratar de restablecer el sentido de lo aprendido en ese momento, y estar dispuesto a hacer el esfuerzo de soltar las cargas que has llevado hasta ese momento.

ALGUNOS ALCANCES DEL COACHING

 

ALGUNOS ALCANCES DEL COACHING:

 

Apenas hemos avanzado un poco en el proceso del Coaching. Ha sido un proceso de integración de disciplinas que ha venido a marcar una diferencia en la forma de visualizar o hacer las cosas.  Sin embargo, como todo conocimiento, el Coaching está en proceso de evolución. Y esa evolución está marcada por cual es la dirección hacia donde nos enfocamos. El cuerpo de conocimiento está cambiando y ajustándose a las nuevas realidades, pero en si el enfoque se mantiene, lograr ser un agente de cambio y desarrollar el potencial de las personas que necesitan una nueva forma de hacer las cosas.

Y esta nueva forma de hacer las cosas está basada en el aprendizaje, en descubrir nuevas maneras de hacer las cosas y en la ampliación de la zona de confort de los individuos.  Las nuevas formas de hacer las cosas dependen del aprendizaje de cada individuo, y por supuesto de reconocer que es aquello que no le permite alcanzar sus objetivos.  Una cosa interesante es que las limitaciones no están en el individuo, sino en aquellas cosas que ha aprendido que no le permiten ser lo que él es verdaderamente.

De la misma manera, ampliar su zona de confort, tiene que ver conmoverse de forma mucho más amplia que como lo hace regularmente, y esos límites de su zona de confort, son resultado de sus propios miedos y limitaciones.

Algo que rescato del libro Un Curso de Milagros, es cuando habla de que solo existen dos emociones, el Amor y el Miedo, y nos dice que, el Miedo no es más que falta de Amor. Entonces, estamos hechos de una sola emoción, el Amor, que se mueve en dos extremos, uno en el cual se expresa de forma esplendorosa, y el otro extremo en el cual se esconde de manera total.  En ese extremo en donde se esconde el amor aparece el miedo con toda su fuerza. Y en ese proceso de ir de un extremo al otro es donde van apareciendo los distintos tipos de emociones. Como he escuchado decir, el miedo es una emoción mutable, se transforma en cualquier tipo de emoción, hasta llegar al amor.

Estas emociones, escriben nuestra biografía. En nuestra biografía están marcadas las señales que han dejado nuestras emociones. En nuestra forma de andar, en nuestro cuerpo, en nuestras dolencias, en la forma en que comemos, en nuestras emociones presentes, nuestras ansiedades, preocupaciones, obsesiones, etc. Todo se muestra desde nuestro cuerpo. Si podemos leer esas energías, sabremos lo que nos quieres decir nuestro cuerpo, donde tiene problemas. Donde tiene energías en exceso o en defecto y cuáles son las partes del cuerpo que han sido afectadas.

¿Cómo hacemos para liberarnos de esas energías estancadas en nuestro cuerpo?

Ya el Coaching no es simplemente una conversación estructurada y organizada. Sin duda, sigue siéndolo. Pero cada vez es algo más grande y más poderoso. En primer lugar sirve para generar un contexto que nos acerca al asistido para conocer sus inquietudes, y esto a su vez nos permite ir más allá, desde el punto de la mentoría o de la asesoría.