COACHING BIOENERGÉTICO
TOMANDO BUENAS DECISIONES.
Recuerdo haberme comprado una
camioneta rústica vieja, solo por el recuerdo que me traía de las aventuras que
vivía con mis padres. Fue una pésima
decisión, porque ni me trajo a mis padres de vuelta, ni sirvió para tener
aventuras. Finalmente, tome la decisión
más inteligente, luego de pensarlo, que fue salir de la camioneta, y quedarme
con los bellos recuerdos.
A mis 65 años, si hay algo de lo que
me arrepiento, es de no haber tomado decisiones apropiadas en el momento
adecuado. Creo que todos hemos pasado
por allí. Muchas veces, sin quererlo,
asumimos compromisos o tomamos caminos, condicionados por aprendizajes del
pasado.
¿QUÉ SUCEDE CUANDO
TOMAMOS DECISIONES?
Tomar una decisión implica que estamos
frente a una encrucijada, con al menos dos posibilidades: A y B. Si no existieran, simplemente no habría
decisión. A su vez, quizás en este momento no sepamos que cada una de ellas
conduce a otras decisiones: C y D, E y F. y así hasta el infinito. Eso es lo
que se denomina un árbol de decisión.
Muchas veces, una determinación se
genera cuando se presenta un quiebre en nuestra forma de ver el mundo. En ese momento, tenemos que tomar espacio,
revisar qué está sucediendo y qué sería lo más apropiado para resolver la
situación que tenemos al frente. Lo más adecuado seria tomar una decisión sesuda,
de manera que evaluemos los pros y contras de lo que está por suceder. Sin embargo sin darnos cuenta tomamos la
decisión de manera apresurada (sin consultarlo con la almohada), y los
resultados no son justamente los mejores.
La peor manera de tomar una decisión
es estar emocionalmente alterado. Cualquier emoción que tengas en ese momento,
puede hacer que tú decisión no sea la más apropiada. Estará condicionada por tus aprendizajes.
¿POR QUÉ NOS PASA
ESTO?
Cuando estamos bajo la influencia de
una emoción en particular, podemos sentirnos amenazados, menospreciados, injustamente
tratados, engañados, traicionados, tristes, etc. Las decisiones que tomemos
estarán orientadas a protegernos de aquello que creemos puede perjudicarnos.
Parece simple, pero no es. Muchas veces tomamos decisiones, de la mano
de lo que sucede en un momento dado. Sin detenernos a pensar en las
consecuencias o en las posibilidades que se esconden tras ese compromiso.
Habrá quien opine que somos fríos, o
que pensamos mucho las cosas. Pero es preferible que lo hagamos de esa manera,
a tener que enfrentarnos a decisiones que fueron consecuencia de la situación
que vivimos (o recordamos) en un momento dado.
Inclusive, se pueden desatar heridas
de la infancia, trayendo como consecuencia reacciones inconscientes, que no toman
en cuenta lo que ocurre realmente. Están siendo activadas por aprendizajes
pasados que reflejan nuestras heridas.
Las heridas de la infancia se pueden
resumir en cinco tipos:
1. El abandono.
2. El rechazo.
3. La injusticia.
4. La traición.
5. La humillación.
Cada uno de nosotros, de acuerdo con
Lise Bourbeau, autora del libro: Las Cinco heridas que impiden ser uno mismo,
traemos aprendizajes de la infancia, consecuencia de nuestras particulares apreciaciones
de lo que sucedió o entendimos. No significa que eso haya sucedido tal como lo
recordamos, sino fue la manera como lo interpretamos en aquel momento.
Estas evocaciones generan reacciones
inconscientes ante escenarios parecidos, y conducen a decisiones, como consecuencia
de aprendizajes que no reflejan la situación actual.
No solamente estas heridas, sino
nuestra particular domesticación familiar, cultural, social, religiosa, etc., afectan
nuestras decisiones, razón por la cual es importante resolverlo de la manera más
conveniente posible
Como seres humanos tenemos libertad
de elegir, la cual es un derecho divino.
Nuestras decisiones son tomadas en libertad, mas no necesariamente en
plena consciencia. Y es allí donde tenemos que trabajar.
“Nadie puede aprender lo que es la
libertad si está sometido a cualquier clase de tiranía, y la perfecta igualdad
de todos los Hijos de Dios no se podría reconocer si una mente ejerciese
dominio sobre otra.”
UCDM Cap. 8, IV, 6. 7
¿QUÉ SIGNIFICA
TRABAJAR EN ESTE CASO?
Lo más prudente antes de tomar una
decisión es meditarlo a solas, y revisar si realmente estamos procediendo de la
mejor manera, cuáles son las opciones, además de sopesar las consecuencias de
nuestras acciones.
Mucha gente piensa que el karma
existe. Y en este caso, el karma es resultado de nuestras propias acciones. Es
allí donde necesitamos profundizar, ya que somos responsables de lo que hacemos
y de los resultados de nuestros actos. Estos pueden afectar no solo a las
personas involucradas otros sino también a terceros.
Estar conscientes para tomar una
decisión significa deslastrarse de todos los conceptos y prejuicios que
traemos, buscando la forma de resolver la situación a través de una decisión lo
más imparcial y conveniente posible.
¿Qué podemos recomendar para
resolver estas situaciones?
Podemos ofrecer tres simples recomendaciones,
desde el coaching bioenergético para ayudar a encontrar posibles respuestas.
1.-
Respiración.
Una de las técnicas importantes en
estos casos es la Respiración Consciente.
Para ello es conveniente contar las inhalaciones y exhalaciones que
realizas, hasta llegar a treinta (30) de cada una. Estas respiraciones deben ser
profundas, tratando de llenar y vaciar completamente los pulmones. Si nos detenemos por un instante, y
respiramos profundo, es posible que nos ahorremos algunas malas decisiones.
2.-
Meditación.
La meditación es otra técnica que
permite tomar decisiones más adecuadas.
Cuando meditamos, nos damos cuenta de que vemos en la mente pensamientos
que corren de un lado al otro. Esos pensamientos, por supuesto, no muestran la
realidad. La realidad es otra cosa.
Las decisiones que tomamos impactan
la realidad, o la forma como la interpretamos. De allí la importancia de poner
distancia entre aquello que queremos hacer o decidir, con los pensamientos que
de alguna ocupan nuestra atención en ese momento.
La respiración puede llevarte a un
estado momentáneo de meditación. Cuando prestas atención a las inhalaciones y
exhalaciones, tu mente dejará de vagar entre pensamientos, y se relajará,
tratando de correr el velo que en ese momento nubla tu entendimiento.
3.-
Sesión de Coaching.
Muchas decisiones nos llevan a lo que
llamamos quiebres. Cuesta decidir, porque sentimos afectadas nuestras creencias.
En estos casos, una sesión de coaching puede ayudarte a avanzar en el proceso,
y engendrar una rica conversación para ver las alternativas que puedes considerar
al tomar dicha decisión, que posiblemente no habías considerado en su momento.
De allí que cualquiera de estas
ideas, particulares o acompañadas, son válidas para la toma de decisiones.
CONCLUSIÓN
Podemos pensar en un momento dado, que
puede resultar costoso tomarse el tiempo para evaluar esas decisiones. Pero el costo final de las malas decisiones
puede ser considerable, como por ejemplo: tomar una mala decisión de trabajo,
vincularse al socio inapropiado, casarse con la persona inadecuada, mudarse sin
medir las consecuencias, cambiar de empleo, cambiar de carrera, tomar
decisiones sin tomar en cuenta a los demás, etc.
La intención de estas notas es
ayudarles a través de mi experiencia, a que cometan menos errores. Ojala yo
hubiera aprendido a tomar decisiones más sólidas en mi vida, mas llenas de
consciencia que de emociones. Aquí estoy para acompañarlos en sus procesos.
CONTACTO:
Mi nombre
es Francisco De Lisa. Trabajo en
Desarrollo de Negocios hace más de 35 años.
Me dedico a apoyar, asesorar, entrenar, hacer mentoría y coaching, a
individuos, emprendimientos y organizaciones.
Mi pasión es ayudarte a evolucionar y progresar. De hecho, mi interés es crecer contigo. Cada
sesión, facilitación o entrenamiento es un regalo que nos damos mutuamente. Si
algo de lo que comenté te hizo sentido, y crees que puedo ayudarte, contáctame
por francisco@coachingbioenergetico.com.
Si te
interesa formarte en estas ideas de Coaching Bioenergético, estoy preparando un
entrenamiento para aquellos que deseen aprender nuevas herramientas. Contáctame indicando tu interés.
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