miércoles, 15 de marzo de 2023

HABLEMOS DE INTEGRIDAD

 



HABLEMOS DE INTEGRIDAD.

 

Tomamos la definición de Internet:


“Una persona íntegra es aquella que siempre hace lo correcto; que hace todo aquello que considera bueno para la misma sin afectar los intereses de otros individuos. La palabra integridad proviene del latín integrîtas, -ãtis​, pero el vocablo se deriva del adjetivo integer.


En este caso tomamos la idea: Una persona íntegra es aquella que siempre hace lo correcto. Tendríamos que preguntarnos, ¿Cuál es el significado de correcto para esa persona? Entonces, entraríamos en una discusión bizantina.

 

Digamos que lo correcto, es aquello que te hace sentir bien contigo mismo. Y es que la integridad, al igual que la ética, tiene que ver con hacer lo correcto y con el respeto del otro, tal como esperas que te traten a ti mismo.

 

¿Qué sucede cuando dejas de ser integro?

¿Quién sale afectado?

 

En estos casos cuando dejas de ser integro, el que sale afectado eres tú, ya que fuiste capaz de transigir tus valores por algo que puede representar una recompensa inmediata, pero que a la larga, puede traducirse en muchos inconvenientes.

 

Podemos entender, que la integridad tiene que ver, con el amor propio y el respeto que te tengas a ti mismo. Cuando dejas de ser íntegro, dejas de respetarte, lo cual significa que te menosprecias, y lo que es peor, eres capaz de perjudicarte innecesariamente.

 


Vivimos en una sociedad que ha transigido en muchos valores, lamentablemente. Muchos conceptos morales han pasado al desuso, y nos hemos convertido en cómplices de situaciones que no nos gustan, como resultado de la falta de integridad.

 

Queremos que todo sea rápido y fácil, vivimos apurados. El amor tiene que ser rápido, también las relaciones de pareja, la riqueza, el éxito, etc. Le damos importancia a palabras, como dinero, triunfos, dejando en entredicho otras importantes como amor, paz, tranquilidad.  Vivimos en una sociedad que intercambia valores por moneditas de oro; cuando jugamos ese juego, lamentablemente podemos salir muy lastimados.

 

Cuando dejamos de ser íntegros, y recordemos que esto tiene que ver con nuestro libre albedrío, nuestras decisiones, de cómo interpretamos las situaciones, estaremos sometidos a las consecuencias de la falta de integridad, que acabará afectándonos a nosotros mismos.

 

Por ejemplo, si todos roban, ¿eso justifica que yo robe? O más bien, de acuerdo a mis valores, ¿debería de alejarme? ¿Qué sucede si no lo hago? Si me hago la vista gorda. Lo más probable es que tarde o temprano, aunque no lo quiera, esa situación termine afectándome, en primer lugar, porque me convierte en alguien que no soy yo.  Si me hago la vista gorda cuando otros roban, no podré quejarme cuando me lo hagan a mí, ya que soy parte de ese sistema deshonesto.

 

La integridad tiene que ver conmigo, con hacer las cosas de forma correcta de acuerdo con mi interpretación. Pero esa interpretación afecta mi mirada, y como tal, puedes contagiar a otros y alcanzar un estado de bienestar, resultado de compartir ideas de beneficio mutuo, o un estado de malestar, cuando te identificas con situaciones que te pueden pasar factura. La decisión está en tus manos, en eso que llamamos libre albedrío.

 


Usamos doble rasero para tomar decisiones, y decimos que ciertas cosas se deben hacer de tal o cual manera, por ejemplo, somos complacientes con la corrupción, o con la falta de respeto a los demás, a los mayores o a los niños.  Pero exigimos que se nos respete nuestros derechos. ¿No les parece una posición completamente incoherente? Pues simplemente es así.

 

Por ejemplo, si no respeto a mi pareja, ¿puedo esperar respeto por parte de ella? ¿Qué sucedería si ella deja de ser integra? Al final, cuando te conviertes en lo que no eres, ¿Qué proyectas fuera de ti? Pues, lo que no eres.  Y, ¿quién va a reflejarte eso que no eres o no te gusta? La respuesta es: Aquellas personas que están más cerca de ti; tu pareja, tus padres, tus hijos, tus socios, tus amigos, etc. En otras palabras, vas a convertir tu vida en aquello que no quieres, que no eres, simplemente por no tener la valentía de tomar la decisión apropiada y mantener tu posición de integridad.

 

Otro ejemplo, nuestros políticos han optado por el camino de la falta de ética e integridad, y usan el engaño como una herramienta de control, para congraciarse con sus electores.  Entonces, vemos los juegos del poder, que por cierto, está muy desprestigiado ante la mirada de la población.  Tarde o temprano esa falta de integridad, terminará afectándolos más de lo que ellos se imaginan.

 

PREGUNTAS

1.   ¿Qué es para ti ser integro?

2.   ¿Qué pasa cuando dejas de respetarte?

3.   ¿Qué es para ti el libre albedrío?

4.   ¿Cómo lo entiendes?

5.   ¿Cómo lo aplicas?

 

CONTACTO:

Si quieres seguir recibiendo información, te pareció valioso este artículo, o quieres que tratemos un tema en particular, nos lo puedes hacer saber a través de un comentario en nuestro blog. Nos puedes seguir ya sea por aquí, www.gerenco.blogspot.com, o en nuestra página web www.coaching-negocios.com. Con gusto te mantendremos informado de nuestras novedades, artículos y noticias.


HABLEMOS DEL SIGNIFICADO DE TRANSPARENCIA

 


HABLEMOS DE TRANSPARENCIA.

 

Entendemos por transparencia el fluir de la vida. Cuando éste cambia de repente, decimos que tenemos un quiebre o un cambio en la transparencia.

 

Por ejemplo, imaginemos que vamos al Automercado, y planificamos la compra. Esto implica prepararnos para realizar la actividad, donde tenemos que: hacer una lista de lo que necesitamos, disponer de dinero para pagar, transporte, etc.

 

En otras palabras, prevemos lo que puede suceder de acuerdo con nuestras experiencias anteriores de comprar en el automercado. Si todo sale de acuerdo con lo planeado, esto simplemente nos mantiene en ese estado de “transparencia”, con el cual, comenzamos nuestra actividad.

 

Pero imaginemos por un momento, que hicimos todos nuestros preparativos previos, pero que cuando salimos del automercado para ir a la casa, al finalizar la compra, el carro no prende. Y cuando empezamos a chequear a que se debe, nos encontramos con que no tiene gasolina. Inmediatamente, esta situación nos saca de la comodidad y transparencia del momento, y nos envuelve en una serie de nuevos pensamientos para tratar de resolver el inconveniente.

 

Buscamos desesperadamente una bomba de gasolina cercana. Pensamos si podemos empujar el carro hasta la bomba. O si pedimos a los bomberos que nos surtan gasolina en un bidón (que en muchos lugares es ilegal, pero esto es una emergencia). Nos culpamos preguntando por que no revisamos la aguja cuando salimos de casa. ¿Por qué estamos tan distraídos? O nos criticamos por permitir que esto sucediera. En ese momento, nuestra transparencia desaparece, y entramos en un estado en que debemos buscar la forma de resolver el problema, y alcanzar una transparencia diferente, que ya no será la misma que la inicial, pero que sin duda, habrá generado un aprendizaje para nosotros.

 


Eso que llamamos quiebre de la transparencia, ocurre normalmente en nuestras vidas, cuando las cosas no salen de acuerdo a lo que pensamos. El flujo de nuestros pensamientos se interrumpe y desaparece el estado de transparencia. Entramos entonces en un estado de nuevos retos. Cuando algo nos saca de allí, decimos que estamos ante un quiebre de la transparencia.

 

No sé si habrán tenido la experiencia, por ejemplo, de hacer un viaje a un lugar desconocido, o por primera vez. Cuando hacemos esas travesías, nos encontramos en un estado diferente, dispuestos a todo lo que sucede, no estamos pensando qué debe pasar o cómo deben suceder las cosas.  Estamos abiertos a la experiencia. Sin embargo cuando vamos esperando que algo en particular suceda, es posible que nos encontremos con situaciones que enfrentan a nuestras creencias establecidas.

 

Otro ejemplo sucede cuando salimos de nuestra zona de confort. En esos casos, pueden suscitarse crisis, debido a que nos sentimos perdidos fuera de aquello que consideramos cómodo y confortable. En la zona de confort nos sentidos tranquilos, fuera de ella, podemos entrar en conflictos.

 

Cuando se generan dudas acerca de nuestras creencias entramos en el modo de búsqueda. Recordemos que las creencias que consideramos muy sólidas, no son más que pensamientos a través de los cuales hemos dado explicaciones anteriormente. Pero ello no significa que sean verdad. Probablemente son válidos, es decir, se cumplen ante ciertas condiciones, pero no necesariamente siempre.

 

Cuando esto sucede, entramos en un estado de duda, y comenzamos a buscar explicaciones para tratar de ajustar el alcance de nuestra creencia, para no tener que descartarla por completo. Nos apegamos a los pensamientos creyendo que estos van a ser verdad siempre.  Una de las situaciones más difícil de aceptar y cambiar, es ese apego desmedido por nuestras ideas que se refleja en comportamientos, que no permiten o reducen nuestra capacidad de cambio.

 

Un beneficio de la duda es que estimula la indagación.  Y esa lucha que se presenta cuando no se cumplen nuestras creencias, es lo que da lugar al aprendizaje.

 

Como decía mi maestro Blas García Núñez: “duda hasta que dudes de tus propias dudas”. El ejercicio de la duda te lleva a cuestionar muchas situaciones, y la validez de tus pensamientos o juicios en relación a ello. De esa manera se abren nuevas posibilidades que te permiten descubrir nuevos modos de explicación de la realidad.

 

Los paradigmas de nuestra realidad son válidos hasta que encontremos nuevos juicios que contengan a los anteriores, o encontremos explicaciones particulares a esos sucesos. Es así como avanzamos, a través de cuestionar continuamente aquello que sabemos, que nos hace sentir incomodos en un momento dado.

 

Nuestra visión de la realidad está construida empleando modelos que establecen axiomas, sobre los cuales se elaboran dichos modelos. Cuando uno cualquiera de esos axiomas, se pone en duda, debemos reorganizar la estructura de dicha explicación.

 


Esto sucede en nuestros casos personales. Nuestros modelos de realidad se basan en creencias, tan profundas, que muchas veces las tenemos escondidas en el inconsciente.  A veces, nos toca desenterrar esos juicios profundos a fin de poder buscar nuevas alternativas de explicación de lo que sucede. Lo interesante de este proceso es que es completamente dinámico, y el cambio en una creencia, afecta inmediatamente al resto de las creencias asociadas, dando así la oportunidad a la apertura y crecimiento de nuestras posibilidades.

 

Como reflexión final quizás deberíamos preguntarnos ¿qué somos?; lo que recordamos o lo que verdaderamente somos.  Nuestra vida se basa en historias que hemos construido, que a veces nos gustan, pero otras no tanto. Por lo tanto, somos las historias que nos contamos. Y ellas solo significan algo para nosotros. Cuando somos capaces de ser críticos en relación a dichas historias, podemos perdonar y sanar.  Pero esto será tema de otro artículo. 

 

PREGUNTAS:

1.   ¿Qué reflexiones se abren con este artículo?

2.   ¿Cuáles son esas creencias que te cuesta soltar?

3.   ¿Qué te impide soltarlas?

4.   ¿Qué pasa cuando sales de tu zona de confort?

5.   ¿Qué historias te cuentas?

 

CONTACTO:

Si quieres seguir recibiendo información, te pareció valioso este artículo, o quieres que tratemos un tema en particular, nos lo puedes hacer saber a través de un comentario en nuestro blog. Nos puedes seguir ya sea por aquí, www.gerenco.blogspot.com, o en nuestra página web www.coaching-negocios.com. Con gusto te mantendremos informado de nuestras novedades, artículos y noticias.


martes, 14 de marzo de 2023

RELACIONES PODEROSAS

 


RELACIONES PODEROSAS.

 

Si algo es fundamental en nuestra vida es la capacidad de manejar relaciones. El hombre es un ser relacional. Vivimos a través de relaciones. Desde que nacemos estamos inmersos en relaciones de distintos tipos, de familia, de hermanos, de amigos, de parejas, sociales, de trabajo, etc.

 

Vivo en el otro, porque el otro es un reflejo de mí. El otro está allí para conocerme, y mostrarme la forma como proyecto sobre él al mundo.  Por lo tanto toda relación es un aprendizaje que nos ayuda conocernos mejor.

 


De allí la importancia de las relaciones, sobre todo cuando estas son muy cercanas. Las relaciones como las que tenemos con una pareja, nuestros hermanos, padres o inclusive un socio, reflejan mucho de quienes somos, nuestros miedos e inseguridades y generan enormes aprendizajes. Cuando nos hacemos conscientes de dichos nexos, entonces sabemos que ocupándonos, podemos trabajar en nosotros mismos y crecer.

 

Parte fundamental de nuestras relaciones tienen que ver con la forma como nos comunicamos. ¿Cómo escuchamos? ¿Cómo hablamos? ¿Cómo nos hacemos cargo de nuestras conversaciones? ¿Cómo establecemos acuerdos?

 

Para establecer Relaciones Poderosas, y obtener el mayor beneficio posible de la misma en cuanto a aprendizaje mutuo, es necesario que nos demos cuenta, en primer lugar, del significado que cada nexo tiene en nuestra vida. Debemos darle a cada una de ellas, el valor y el significado que se merecen. Eso nos ayuda a honrar el aprendizaje que tenemos que vivir con el otro.  Adicionalmente, es importante que seamos capaces de manejar las habilidades y competencias que nos permiten entablar una comunicación poderosa con la otra parte. La comunicación dice mucho de nosotros, y la forma como la implementamos habla de la calidad de nuestro ser.

 

Algo que debemos que reconocer es que la otra parte de la relación está viviendo su propio proceso. Cuando comprendemos que es así, entendemos que no eres tú, sino su particular interpretación de la relación lo que define su mirada. Cuando se consigue el claro conocimiento del aprendizaje que ambas partes pueden lograr, aprovechando la experiencia, se enriquece el proceso y se genera una retroalimentación beneficiosa para ambos.

 

¿Con qué cuidado que debemos manejar en la relaciones?

¿Cómo debemos trabajar?

¿Cuáles son los factores que intervienen en una relación poderosa?

 

Algunas características de las relaciones poderosas son las siguientes:

1.   Honestidad.

2.   Consciencia.

3.   Confianza.

4.   Madurez emocional.

5.   Respeto por el otro.

6.   Impermanencia.

7.   Integridad.

8.   Planes en común.

9.   Deja que tu corazón te guíe.

10.               Compromiso.

 

1.- Honestidad. Una relación en donde no estén claras las condiciones para cada uno de los integrantes, es una relación sin futuro. Cuando alguien se involucra en una relación esperando que el otro resuelva sus problemas o llenes sus expectativas, muy difícilmente esta relación superara los problemas que tarde o temprano se van a presentar.  Todavía recuerdo a alguien con quien tuve una relación, y sus palabras cuando estábamos terminando hace veinte años fueron: “es que tú no tienes la plataforma que yo necesito”, me hicieron entender que no había nada que buscar, sino más bien que soltar. Por cierto, todavía anda buscando alguna “plataforma”.  A veces también tienen que ver con las llamadas “Agendas Ocultas” en la relación, es decir, aquellas cosas que quiero conseguir pero no digo. Eso es un engaño.

 

2.- Consciencia. Involucrarse en una relación implica estar dispuesto a entregarlo todo por el bienestar de la misma. Lo primero es entender el trabajo que conlleva mantener la relación a flote y llevarla a puerto seguro. Eso es un trabajo arduo que exige lo mejor de ambas partes para alcanzar las metas que ambos se han fijado.  Debemos dejar de lado el piloto navegar con sentido, haciéndonos cargo de lo que ambos tenemos y de obtener lo mejor para los dos.

 


3.- Confianza.  La relación es un espacio de confianza mutua, en donde en muchas ocasiones somos capaces de desnudar nuestra alma. Nuestros anhelos, sentimientos, sueños, miedos quedan al descubierto. Es por eso que esperamos que nuestros secretos estén en buenas manos. Cuando se pierde la confianza, se pierde la esperanza de que esa relación progrese.

 

4.- Madurez Emocional. La relación de pareja exige que ambas partes tengan una gran madurez emocional, y sean capaces de manejar apropiadamente sus emociones.  Somos seres emocionales y relacionales, pero debemos ser capaces de reconocer nuestras emociones, manejarlas y hacernos cargo de las mismas. La forma como ellas pueden intervenir y perjudicarnos, si no somos capaces de controlarlas. Si no sabemos manejarlas, podemos aprender a hacerlo a través de un trabajo personal y profundo, reconociendo cuando estas emociones afloren a la superficie. Es allí cuando otros factores como la consciencia, la honestidad y el respeto intervienen apoyando la relacion.

 

5.- Respeto por el otro. Ya hemos hablado de lo importante que es darnos cuenta que el otro tiene su propio proceso, y entender que muchas cosas que suceden no tienen que ver conmigo sino con la forma como el otro aprendió a verlo.  Aquí interviene la madurez de entender que ese proceso lo debe manejar el mismo, quizás ayudado, quizás no.  Saber estar allí, dispuesto a pesar de que el otro no lo solicite, es una muestra de ese respeto. Muchas veces no entendemos lo necesario de los espacios de soledad, creemos que esos espacios nos alejan, pero todo lo contrario, son parte de nuestra forma operar. Si convivo contigo, también lo hago con quien tú eres y con el significado que las cosas tienen para ti.

 

6.- Impermanencia. Todo pasa; esto también pasará. Cuando entendemos que una de las cosas fundamentales de la vida, el cambio, está presente en las relaciones, nos damos cuenta de que nada permanece. Ni una alegría, o un disgusto, una rabia, un logro, una pena, etc.  Dependiendo del significado de la relación, hay cosas que podemos dejar pasar, y otras que no. Hay cosas que debemos entender que estarán allí, porque alguna de las partes no tiene la madurez para soltarlo. En ese caso, conviene preguntarse ¿cómo afecta la relación?

 

7.- Integridad. A pesar de que los valores y creencias sean juicios que podemos cambiar, no es posible que vivamos en una situación en donde sintamos que no hay integridad.  Si mi socio es deshonesto, por ejemplo, probablemente trabajaré con él, pero esto me hará sentir incómodo. En este caso, lo mejor es soltar. Nuestros valores pueden cambiar, si y solo si nosotros lo decidimos y asumimos la responsabilidad por ellos. Pero si no lo hemos hecho, nos costara aceptar comportamientos que enfrenten nuestros valores.  Alguien me contó una vez que tenía una pareja de quien sabia estaba sustrayendo material de una oficina. Le pregunté ¿Cómo te sientes tú? Me dijo que se sentía incomoda, y que a pesar de que se lo había dicho, esta persona no le daba mayor importancia al hecho. Le pregunte: ¿Qué te dice tu corazón? Su respuesta fue: No me gusta.  Al poco tiempo, esa situación llevo a la ruptura con la pareja, y posteriormente, la otra persona fue descubierta y despedida de esa oficina sin mayores derechos. Seamos íntegros con nuestra manera de pensar. Hay valores que son intrínsecos a nuestro ser y que debemos respetar para sentirnos cómodos. Si el otro no lo hace, pues simplemente no nos está reconociendo como un legítimo otro.

 

8.- Planes en común. Una relación sin un plan es una relación sin futuro. Sea la que sea. Desde una relación entre amigos, en donde estudiamos, jugamos, salimos, compartimos, etc., a una relación social en donde alimentamos parte de nuestro crecimiento cultivando la relación. Cuando las relaciones dejan de tener objeto, simplemente se marchitan.  Pero es importante reconocer que los planes implican atención y esfuerzo por alcanzarlo, y de alguna manera ese compromiso es de ambas partes.

 

9.- Deja que tu corazón te guíe. Aunque no lo creamos, nuestro corazón es como una brújula que nos orienta por el camino apropiado. Cuando escogemos un colega con quien trabajar lo hacemos desde el corazón, y le damos nombres, me cae simpático, es trabajador, está preparado, es excelente compañero, etc. Esas son justificaciones que tu mente elabora para explicar por qué tu corazón tomó esa decisión.  De la misma forma, cuando tu corazón te diga, por allí no es, simplemente recoge las amarras y sigue tu camino, aunque duela, pero es en tu beneficio. Tarde o temprano te darás cuenta.

 

10.- Compromiso. Toda relación poderosa está llena de compromisos. La palabra en inglés es “commitment”, que significa determinación, promesa, certeza, involucramiento. No es lo mismo el compromiso de la gallina con el desayuno que el compromiso del cerdo.  La gallina pone los huevos que forman parte del desayuno, pero el cerdo pone el jamón. La gallina está comprometida, pero el cerdo está involucrado. Una relación necesita de involucramiento para que tenga sentido. De otra manera podemos establecer acuerdos para colaborar mutuamente, y posiblemente la relación funcionara por un tiempo, pero nunca será una relación poderosa.

 

Las relaciones poderosas pueden convertirse en incondicionales con el tiempo. En una relación de ese tipo es importante estar involucrado en la misma. A veces la ceguera del enamoramiento nos hace creer que eso es lo que está sucediendo en la relación, pero cuando dejamos que el tiempo pase, nos damos cuenta de que el enamoramiento se desvanece y solo queda la relación, que puede ser pesada o no dependiendo del empeño que nosotros asumamos en la misma.

 


No hay relaciones imposibles. Con trabajo y compromiso, muchas de ellas salen adelante. Si abrimos espacios de comunicación, es muy posible que consigamos llegar a acuerdos que beneficien a ambas partes. Tener relaciones saludables es nuestra responsabilidad, ya que las relaciones saludables garantizan una vida equilibrada.

 

PREGUNTAS.

De lo que hemos conversado:

1.   ¿Algo te hace sentido?

2.   ¿Cómo son tus relaciones?

3.   ¿Podemos decir que tienes relaciones poderosas?

4.   ¿Qué faltaría para llevarlas a ese nivel?


CONTACTO:

Si quieres seguir recibiendo información, te pareció valioso este artículo, o quieres que tratemos un tema en particular, nos lo puedes hacer saber a través de un comentario en nuestro blog. Nos puedes seguir ya sea por aquí, www.gerenco.blogspot.com, o en nuestra página web www.coaching-negocios.com. Con gusto te mantendremos informado de nuestras novedades, artículos y noticias.


viernes, 10 de marzo de 2023

ENVEJECIENDO FELIZMENTE

 



LAS VENTAJAS DE ENVEJECER

 

Puedes, si quieres, enviármelo de vuelta. Te reirás cuando veas el mensaje de respuesta.

 

Nunca cambiaría a mis increíbles amigos, mi maravillosa vida, mi amada familia, por menos canas o por un vientre más plano.

 

A medida que crecí, me volví más amable, y menos crítico conmigo mismo.

 

Me convertí en mi propio amigo...

 

No me culpo por comer galletas adicionales, o por no hacer mi cama, o por comprar algo tonto que no necesitaba.

 

Tengo derecho a ser desordenado o extravagante.

 

Vi a muchos queridos amigos abandonar este mundo demasiado pronto, antes de darme cuenta de la gran libertad que conlleva el envejecimiento.

 

¿Quién me culpará, si decido leer o jugar en mi computadora hasta las cuatro en punto y dormir hasta el mediodía?

 

¿Quién me impedirá quedarme en la cama o frente al televisor, todo el tiempo que quiera?

 

Bailaré con esos éxitos maravillosos de los años 60´s, 70's, 80's y 90's, y si al mismo tiempo deseo llorar por un amor perdido… Pues lloro... 

 

Si quiero, caminaré por la playa en pantalones cortos demasiado estirados sobre un cuerpo ya en declive y me sumergiré en las olas con abandono, a pesar de las miradas criticas de otros del jet set. Ellos también envejecerán.

 

Sé que a veces me olvido de algo, pero creo que hay algunas cosas en la vida que deberían olvidarse.

 

Recuerdo las cosas importantes. 

 


Por supuesto, a lo largo de los años, mi corazón se ha roto.

 

Sin embargo, los corazones rotos nos dan fuerza, comprensión y compasión. 

 

Un corazón que nunca ha sufrido es inmaculado y estéril, y nunca conocerá la alegría de ser imperfecto.

 

Tengo la suerte de haber vivido lo suficiente como para tener lo que queda de mi cabello gris y mi risa juvenil grabada para siempre en los profundos surcos de mi cara.

 


Muchos nunca se rieron, muchos  murieron antes de que su cabello se volviese plateado.

 

A medida que se envejece, es más fácil ser positivo. Te importa menos lo que piensan los demás.

 

Yo ya no me cuestiono. 

 

Me gané el derecho de estar equivocado. 

 

Entonces, para responder a tu pregunta:

 

Me gusta ser viejo. Me gusta ser la persona en la que me convertí.

 

No viviré para siempre, eso lo sé, pero mientras esté aquí, no perderé el tiempo lamentando lo que pudo haber sido y no fue, menos preocupándome por lo que será porque a lo mejor ni lo veo.

 

Y si tengo ganas, comeré postre todos los días.

 

 

COMENTARIO:

 

A veces nos cuesta creer que rápido envejecemos. De repente hoy estamos en la escuela, cerramos los ojos por un momento y aparecemos en la Universidad.  Volvemos a pestañear y tenemos hijos y familia. Nos descuidamos y estamos solos, ya los hijos crecieron y la pareja no está.  Y ciertamente, no pasa nada.

 

La vida es así, transcurre todos los días, frente a nosotros; y como vivimos distraídos y creemos que nunca envejeceremos, no nos preocupamos por lo que sucede hoy, sino por lo que sentimos que pasó o creemos que puede pasar.

 

Pero el paso del tiempo enseña, que no hace falta preocuparse, porque esto también pasará.  La vida es una gran obra de teatro, con millones de actores, en donde cada uno desempeñamos múltiples personajes, dónde conocemos colegas que nos acompañan, y actúan un tiempo con nosotros, y luego desaparecen. Para conocer a otros, y seguir adelante, hasta que un día nos toque, dejar de estar en esta fantástica obra, de la cual nos sentimos protagonistas.

 

En esta magnífica obra de teatro llamada vida, todos y ninguno, somos protagonistas. Cuando te dejas llevar, te crees el protagonista de la historia, te crees el papel, te dejas arrastrar por esas emociones y sentimientos del personaje, que no te permiten reconocer la verdadera esencia de tu Ser.

 

Si vivimos desde nuestro verdadero Ser, con todo los que en esencia somos, nuestra vida se llenará de valiosos regalos, al reconocer que esta manifestación es un presente, lleno de experiencias y aprendizajes que debemos vivir, y manifestar con alegría y agradecimiento.

 

Como dice el escritor de esa historia, una de las ventajas de envejecer es que:

 

“Y si tengo ganas, comeré postre todos los días.

 

CONTACTO

 

Gracias por tu tiempo. Si te pareció valioso este artículo, te invito a seguirme. Con gusto te mantendré informado de nuestros artículos y noticias.


jueves, 9 de marzo de 2023

MANEJANDO CONVERSACIONES INCOMODAS

 


MANEJANDO CONVERSACIONES INCOMODAS.

 

¿Cuál es el secreto para manejar una conversación incomoda?

¿Cómo puedes afrontarla?

¿Qué puedes esperar?

 

Sin darnos cuenta, muchas situaciones que tenemos en la vida se basan en desarrollar conversaciones, que a veces tildamos de incomodas, porque de alguna manera afectan a las personas involucradas en la misma.  Y no es que la perjudiquen porque le hagan daño, sino porque estamos viendo la conversación desde una mirada personal, en lugar de entenderla como una petición, una oferta o un reclamo justo.

 

Cuando vemos las situaciones desde un punto de vista personal, en donde involucramos nuestros sentimientos, nuestra historia, nuestros juicios y creencias, muy probablemente estaremos llenos de resentimiento y quejas, y nos será difícil plantear de forma diáfana nuestra incomodidad.

 

Cuando comprometemos los sentimientos y emociones en una conversación, los resultados pueden ser dramáticos, al punto que se desequilibre por completo la conversación, e inclusive termine quebrándose la relación de forma definitiva.

 


Por ejemplo, supongamos que tenemos que decirle a alguien que el trabajo que está haciendo no nos gusta. Tenemos muchas formas de decírselo, pero hay una sola manera correcta de hacerlo.  Veamos que podemos emplear para sacar lo mejor de la situación.

1.   Seamos respetuosos con el otro. Reconozcamos que el otro es un observador diferente, y como tal, tiene una mirada diferente en relación a lo que sucede. Sea lo que sea que él entienda, es nuestro trabajo alcanzar metas comunes que nos ayuden a cerrar la brecha.

2.   Seamos asertivos. Expresemos lo que sentimos de forma honesta, directa y correcta. Además del respeto que merece el otro por ser diferente a mí, también debemos ser asertivos, esto es, plantear claramente nuestro punto de vista, lo que queremos obtener, explicándolo de la manera más conveniente, tratando de no involucrarnos de forma personal.

3.   Recordemos que estamos resolviendo un conflicto, y ante estas situaciones, los juicios están demás. Quiero decir, trabajemos desde la mirada que nos permita entender lo que realmente sucede y no lo que “creemos” que sucede. Validemos los puntos de vista de cada uno.

4.   Busquemos “puntos de acuerdo”. Esto es zonas de coincidencia, en donde sea fácil alcanzar lo que esperamos. Por supuesto esto implica que debemos preparar nuestra conversación con anterioridad. Sin embargo, prepararla no significa que se ha de realizar a “pie juntillas” si no que disponemos de un argumento que podemos desarrollar de forma clara.

5.   Escuchemos con atención lo que el otro tiene que decir acerca del tema. Es posible que la solución que él ofrece, sea mejor que la que yo llevo.

6.   Ten la disposición y la apertura de abrir el abanico de posibles soluciones. Es muy posible, quizás hasta deseable, que la solución final sea una mezcla de diferentes posibilidades que ni siquiera habías pensado. La idea al ir a estas conversaciones es estar dispuesto a buscar una solución conveniente para todos.

 

Estas ideas, resumen de forma sucinta, lo que puedes preparar en una conversación incomoda. Te permiten enfrentarla de cierta manera y llevar argumentos válidos que te permitan organizarla, con la finalidad de alcanzar el objetivo final de la misma.

 

Conversaciones incomodas hay muchas.  Por ejemplo hablar con tu hijo cuando se llevó el carro sin permiso, o simplemente no quiere seguir estudiando.

 




Decirle a tu pareja que necesitas un cambio en la relación, finalizar la relación, o simplemente exponer tu punto de vista en relación a un tema difícil.

 

Con los empleados, las cosas no están saliendo como esperamos, siento que no estás dando tu mejor esfuerzo, creo que estas abusando del otro.

 

Con los padres, por ejemplo, puedo tomar decisiones por mi cuenta, tengo edad para equivocarme, etc.


Con un socio, por ejemplo, no podemos seguir adelante, necesito mas ayuda, apoyo, etc.

 

Con un proveedor; su servicio ha decaído en los últimos tiempos, las entregas son lentas, el producto no llena las expectativas, etc.

 

Todas las relaciones generan conflictos, no porque sea lo que se busca o espera, sino porque tenemos puntos de vista diferentes y válidos, de dos observadores distintos, que tienen que llegar a acuerdos para seguir adelante.

 


Si hay algo importante, es poder decir lo que sientes, con confianza. Así como el otro es un observador valido, tú también lo eres. Si no dices nada, por temor a fracasar o a perder la relación, eso implica que tarde o temprano, la misma naufragará por su propia cuenta.  Una relación se construye entre dos personas, no puede existir la misma si hay agendas ocultas, miedos, interferencias o no decimos la verdad, entiéndase nuestra verdad.

 

Es preferible decir lo que sientes, de forma honesta y asertiva, a guardar innecesariamente silencio, y tragarte la incomodidad. Afecta tu integridad como ser humano e impide que realmente se construya una relación de confianza que permita crecer a ambos.

 


Es por eso que toda relación es especial. No importa cuál sea el alcance de la misma. Siempre habrá manera de construir puentes de comunicación, en lugar de muros, para buscar acuerdos. De cada uno de nosotros depende. Hagamos el esfuerzo por comunicarnos apropiadamente.

 

PREGUNTAS:

·         ¿Cuál es la importancia de la relación para ti?

·         ¿Cómo manejas esas conversaciones incomodas?

·         ¿Eres capaz de manifestar claramente lo que deseas?

 

CONTACTO:

Si quieres seguir recibiendo información, te pareció valioso este artículo, o quieres que tratemos un tema en particular, nos lo puedes hacer saber a través de un comentario en nuestro blog. Nos puedes seguir ya sea por aquí, www.gerenco.blogspot.com, o en nuestra página web www.coaching-negocios.com. Con gusto te mantendremos informado de nuestras novedades, artículos y noticias.


COACHING. LOS AMIGOS CURAN

  *¡LOS AMIGOS CURAN!*              Interesante descubrimiento: Un estudio publicado por la Universidad de Los Ángeles, indica que la ...