EL PODER DE LAS CREENCIAS.
Las creencias son nuestro particular Sistema
de referencia. Es decir, la realidad que vemos pasa por el tamiz de nuestras
creencias maestras. Las mismas han sido creadas desde nuestra más temprana
infancia, con aprendizajes que hemos acumulado desde entonces. Sin embargo, no significa
que esos patrones deban ser fijos, podemos cambiarlos y potenciar nuestra visión
de la realidad, conforme vamos creciendo, si y solo si somos capaces de
cuestionar nuestros juicios maestros.
Estas creencias maestras se establecen
de forma tan natural y poderosa, que son parte esencial y constitutiva de nuestra
interpretación del mundo, y puede ser que ni siquiera nos demos cuenta de que
existen, que están presentes. De hecho, cuando tratamos de verlas es posible
que nos cueste hacerlo, ya que no las identificamos, porque forman parte de
nuestra estructura de pensamiento. En esos casos, una posible solución es
trabajar con alguien que nos permita verlas a través de preguntas poderosas, a
fin de darnos cuenta que es lo que estamos interpretando y como nos está
afectando.
Quizás, haya otras creencias instaladas
sobre las anteriores, que podemos cuestionar fácilmente. Esos juicios, si nos damos cuenta de su
existencia, podremos trabajarlos con distintas técnicas, tales como: reencuadres,
reemplazos o sustitución por alguna nueva creencia poderosa. Es importante
tener presente que en cualquiera de los casos, es necesaria mucha constancia
para poder crear los nuevos y más poderosos recorridos neuronales.
Cuando somos capaces de cambiar esos
patrones, estamos frente a un cambio de interpretación de la realidad, que nos
ayuda a hacer un cambio en nuestra conducta. Es posible que los comportamientos
anteriores hayan limitado la interpretación que podíamos darle a los eventos
que teníamos frente a nosotros. Sin embargo, con los nuevos hábitos, es muy
posible que descubramos muchas nuevas posibilidades de actuación para enfrentar
la realidad. Es importante que veamos lo siguiente.
Es posible, que de acuerdo a nuestra educación
o cultura, seamos personas prejuiciosas, es decir que de alguna manera nos
encanta fijarnos en los demás y llenarlos de críticas. El problema es que
cuando hacemos eso, lo que estamos viendo en el otro, es parte de las cosas que
no nos gustan de nosotros mismos pero que están allí. Podemos aprovechar para
ver en el otro lo que no nos gusta y trabajarlo, o podemos cambiar nuestra
mirada y ver en el otro lo que si nos parece apropiado y descubrir sus bondades
y posibilidades.
Es como cuando hacemos un cuadro de
Fortalezas y Debilidades, pero solo nos enfocamos en las Debilidades. ¿Cuál va a ser el resultado? Pues que las
vamos a potenciar. En este caso, en lugar de volvernos más poderosos, al concentrarnos
en las debilidades, nos vamos a limitar.
O, cuando vemos Oportunidades y Amenazas
y nos ocupamos solo de las Amenazas, sin aprovechar las Oportunidades. Lo que
hacemos en concentrarnos en aquello que no nos gusta, sin ver las oportunidades
disponibles en el horizonte.
Cuando un vendedor por ejemplo, va a
atender a un posible cliente, una de sus tareas es evaluar las posibilidades. En
función de ese estudio, puede dirigir su atención en aquellas bondades de su
producto que permiten ofrecerle valor a ese nuevo prospecto. Luego de hacerlo,
puede acercarse a fin de ofrecer una relación ganar-ganar, en donde ambos
pueden sacar beneficio de la asociación mutua.
Lo mismo sucede en las relaciones, en
los equipos, etc. Si orientamos nuestra atención
hacia aquellas posibilidades de cada uno, tendremos un equipo lleno de potencial
para hacerse cargo de los retos que estamos afrontando.
Otra forma de trabajarlo, es empoderar
una creencia opuesta a la que nos está limitando. De esa manera, si lo hacemos
de forma constante, podremos cambiar nuestra perspectiva y trabajar aquello que
nos hace falta. Por ejemplo, si nos enfocamos en el victimismo, podemos cambiar
nuestra mirada y trabajar aquellas virtudes que tenemos, que nos empoderan, y
comparar con aquello que sentimos que nos limita. Cuando potenciamos aquello
que nos ayuda a crecer, poco a poco vamos desterrando al victimismo en nuestras
vidas. Parte del victimismo tiene que
ver con llamar la atención, y sentir que otros nos pueden ver como personas que
necesitamos ayuda. Si orientamos nuestra mirada hacia las fortalezas que
tenemos es muy posible que su mirada sea de sorpresa y de apoyo en nuestro
proceso de crecimiento.
Lamentablemente, nuestra sociedad a través
de los medios ha creado una cultura de la víctima, del chisme, del no
merecimiento. Y es una cultura con la cual tenemos que trabajar. Por ejemplo, actualmente,
en los videos de Tik Tok, vemos novelas rosa, basadas en el victimismo, y la respuesta
que puedes dar, es que obviamente hay un público para eso ¿Eres parte de ese público?
Sin tomar en cuenta el potencial que tiene desarrollar seres humanos capaces de
valerse por sí solos y emplear el poder que tienen para crear.
Somos seres libres, saludables, abundantes,
amorosos y creativos. Si alguien lo hizo, sin duda podremos hacerlo también nosotros;
solo tenemos que intentarlo. Si podemos imaginarlo, podemos crearlo. Lo más
dificil fue crear nuestra propia interpretación de la realidad a través de la imaginación,
el resto es dejar que todo fluya en la dirección que nos interesa.
Uno de los problemas de las creencias
maestras, es que cuando nos atrevemos a cuestionarlas, y no somos capaces de
verlas, pueden generar intensas respuestas. Por ejemplo, puede ser tender a
somatizarse en nuestro cuerpo, a través de emociones que generan reacciones y
enfermedades. Cuando eso nos suceda, hagamos estas simples preguntas: ¿Qué me
quiere decir esto que estoy sintiendo? ¿Qué puedo hacer para resolverlo?
¿Cuándo cambiamos nuestras creencias? Cuando nos limiten tanto que nos demos cuenta. Quizás ese es el problema, tenemos que darnos cuenta para entender que debemos cambiar. Sin embargo, hay la posibilidad de crecer si somos capaces de hacer un trabajo de introspección personal, ya sea guiado por un tercero o a través de acompañamiento profesional. En cualquier caso, eso nos permitirá descubrir nuevas aptitudes y oportunidades que podemos desarrollar.
PREGUNTAS:
1. ¿Qué te impide avanzar?
2. ¿Haz descubierto alguna creencia madre que te reste posibilidades?
3. ¿Haz cuestionado aquello que no te ayuda?
Nuestro trabajo es empoderarte. Apoyamos
tu crecimiento y desarrollo personal para que alcances tus metas, Te acompañamos
en tu proceso de crecimiento y te ayudamos a crear las herramientas que
necesitas para poder ampliar tus horizontes.
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