NADA ESTA ESCRITO SOBRE PIEDRA.

 

Tenemos a veces la costumbre de pensar que las cosas son inamovibles.  Nada está escrito sobre piedra, todo puede cambiar. Hasta la piedra del rio sometida al constante fluir del agua, es suavemente erosionada. De la misma manera, nuestra forma de ver e interpretar el mundo puede cambiar y ajustarse sin inconvenientes.

 

La realidad es neutra. Lo hemos dicho antes. La realidad es lo que es, aunque nosotros la interpretemos de cualquier forma. Simplemente existe, simplemente es. Nada real puede ser amenazado.  Somos nosotros, quienes interpretamos las cosas de manera tal, que queremos ver la realidad como creemos que debe ser, reflejando nuestra forma de pensar y no como sucede.

 

Nos cuesta aceptar la incertidumbre y la impermanencia. Nada permanece igual, todo cambia.  Y no sabemos cuándo va a cambiar o a modificarse. Hace unas semanas, Turquía estaba bien. Nunca se imaginó ese terrible terremoto que iba a cambiar la vida de muchos de sus habitantes. Pero la realidad es así, cambia y se ajusta de acuerdo a sus propios planes.

 

Desde tiempo inmemorial hemos construido historias alrededor de nosotros, que nos identifican con lo que creemos. De hecho, ninguna de esas historias es cierta, solo son un constructo mental que hemos armado, que nos da cierto nivel de tranquilidad. De alguna manera le vamos dando continuidad. Sin embargo, nada de lo que pensamos es real, ni existe siquiera. Vivimos en una burbuja de ilusión. El mundo tiene una forma muy particular de ser, y vemos mucho menos de lo que realmente existe.

 

Ese constructo mental depende de nuestro pasado, y cuando nos toca enfrentar una situación nos aterra que esa situación pueda afectarnos de alguna manera. Es por eso que nos preocupa el control de la situación. Queremos controlar, porque nos da miedo que sea lo que sea que suceda, nos haga desaparecer, al menos de la forma como creemos que somos.

 

Sin embargo, somos mucho más de lo que creemos que somos, y cuando creemos que somos de tal o cual manera, simplemente nos limitamos. Y limitarnos impide que seamos creativos y que veamos la realidad con posibilidades.

 

Ayer, en una reunión en la que estuve, me di cuenta de lo importante que es abandonar la zona de confort, ya que si no lo haces estas condenado a repetir la historia, y como decía Albert Einstein, no puedes conseguir algo nuevo repitiendo lo que has venido haciendo hasta ahora.

 

Es necesario salir de la zona de confort, y dejar de lado aquellos viejos conceptos de que la situación debe ser de tal o cual manera. Hacerlo así, limita tus posibilidades y tu crecimiento. Entonces, nos toca abrazar la incertidumbre y abrirnos al cambio, ya que si lo hacemos de esa manera, aquellas cosas que creemos que están mal pueden cambiar y mejorar, y podemos comenzar a construir un futuro diferente, desde ese lugar en donde estamos en este momento.

 

PREGUNTAS:

1.    ¿Qué te impide salir de la zona de confort?

2.    ¿A que le temes en este momento?

3.    ¿Estás dispuesto a cambiar tu historia?

 

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